Prolongada sequía agudiza abandono de casas y campos en los pueblos rurales de Coquimbo

Por Matías Rovano Bustos, El Mercurio.

Habitantes migran hacia sectores urbanos y otras regiones en busca de empleo y mejores condiciones de vida:

Falta de riego hace que los campos ya no rindan, las escuelas bajan dramáticamente sus matrículas y traslado de personas a localidades más grandes complica incluso el abastecimiento de agua para consumo humano.

Al llegar a la localidad de Huanilla, escondida en el corazón de Monte Patria, campos resecos y varias casas, algunas vacías, irrumpen entre los cerros. Su escuela resalta por el llamativo color y tamaño. El edificio se construyó hace nueve años para que 120 niños estudiaran allí. Hoy tiene apenas 17 alumnos.

La escuela se levantó cuando la escasez hídrica que actualmente azota a Coquimbo aún no hacía mella en los agricultores de la zona. Hoy, con déficits de 43% de precipitaciones y tranques apenas a un 10% de su capacidad, muchos partieron.

“La matrícula ha ido bajando. Uno, por el tema de la sequía, pues los padres buscan mejores expectativas de vida y trabajo. Si esto continúa, puede que estas pequeñas escuelas tengan que desaparecer”, dice su director, Carlos Chávez.

Para el alcalde de Monte Patria, Juan Carlos Castillo, se trata de un proceso ya en marcha: seis establecimientos e internados rurales ya dejaron de funcionar. “La migración hacia otras localidades y regiones, por la minería, ha provocado problemas serios. Se va el padre y la madre, y los hijos quedan al cuidado del hijo mayor o alguna abuela, causando disgregación de la familia. Y este panorama tiende a empeorar”, afirma.

La agricultura -sostienen dirigentes del área- paulatinamente queda a un lado ante otros rubros que ofrecen mejores sueldos, lo que causa el despoblamiento de localidades. Candados y ventanas tapiadas son frecuentes en las casas; los habitantes que aún quedan son en su mayoría adultos mayores; y varios clubes de fútbol de estos pueblos ya no tienen jugadores para completar sus planteles.

En Monte Patria, donde mil hectáreas agrícolas se han abandonado, los registros dicen que hay sobre 30 mil habitantes. Seis mil viven en su capital, y el resto se reparte en 222 pueblos. Según el municipio, 7 mil personas dejaron la zona, impactando incluso al comercio.

La Región de Coquimbo tiene 596 pueblos. Las familias jóvenes, según dirigentes de estas localidades, los han ido dejando en busca de oportunidades y acceso a servicios básicos.

“Cada día se acentúa más (la migración), y sumando el déficit hídrico se pone más complejo, incluso para el agua de consumo humano”, dice Mirta Gallardo, presidenta de las comunidades agrícolas de Limarí. Aunque no hay cifras oficiales, afirma que “si uno mira su entorno, las casas están siendo cerradas y hay un evidente deterioro”.

En Canela, comuna del Choapa, el 70% de sus 10 mil habitantes vive en el área rural. Su alcalde, Bernardo Leyton, reconoce que varias escuelas cerraron y que otro tanto subsiste con dos o tres alumnos.

“En sectores donde ya ni siquiera hay agua para la bebida se trasladan a sectores urbanos como Canela Alta o Baja. No tenemos el abastecimiento de agua para la población existente, y cuando nos llega más gente alrededor significa que solo les podemos dar con camión aljibe 600 lt cada siete días (…) la situación se nos tornará bastante difícil en unos meses más”, afirma.

En el gobierno regional reconocen el problema, y buscan opciones para “reencantar” a la gente con el campo. El intendente Juan Manuel Fuenzalida explica que a través del “plan sequía” hay capacitación en oficios “para la reconversión de la gente del mundo del agro, pero cambiando de actividades: del cultivo a la fruticultura. Jugamos con esos tipos de oficios”.

Asimismo, se apoya a 6 mil familias de crianceros para facilitar veranadas en la cordillera y el traslado de animales, y se amplía la cobertura de telecomunicaciones a 218.000 personas.

”La migración hacia otras localidades y regiones, por la minería, ha provocado problemas serios. Se va el padre y la madre, y los hijos quedan al cuidado del hijo mayor (…) Y este panorama tiende a empeorar”.

JUAN CARLOS CASTILLO

ALCALDE DE MONTE PATRIA

”Hace 15 años la población de Peñablanca superaba las 280 personas, hoy no hay más de 60. Hay una marcada migración, van quedando personas de tercera edad (…) La escasez de agua aniquila a la población rural”.

DANIEL ROJAS

PRESIDENTE DE ESA COMUNIDAD AGRÍCOLA, EN OVALLE

43%

es el déficit actual de precipitaciones de la Región de Coquimbo. Sus tranques para riego están al 10% de su capacidad.

596

pueblos de distinto tamaño existen en la región.

1.000

hectáreas agrícolas ya se han abandonado en Monte Patria.