Paraderos mal ubicados causan molestia en usuarios de buses y en los choferes

Santa Lucía con Moneda, Salvador y Manquehue son focos de conflicto vehicular debido a las arriesgadas maniobras que deben hacer los buses para tomar pasajeros.

Por Francisca Jara, El Mercurio

Usuarios molestos porque la micro no les para, conductores indignados por la congestión vehicular que generan los buses y taxistas aburridos de toparse con el mismo caos todos los días, son algunos de los problemas que causan los paraderos de micro mal ubicados en Santiago.

Jonathan Sáez (22) estudia inglés frente al paradero de Santa Lucía con Moneda. Cuenta que “nunca he visto que ahí paren las micros, porque siempre pasan en tercera fila para poder entrar al túnel”. Carolina Morán, su novia, añade: “Yo creo que por eso ya nadie lo usa, porque no tiene sentido esperar”.

Por ello, personas como Gonzalo Ruiz (30) prefieren la micro 504 en Merced con Mosqueto, porque “de aquí ya no para hasta la ex Posta Central”.

Parecido es el escenario que se vive en Salvador con Providencia, donde las micros deben detenerse casi en la misma esquina, y luego -en menos de 20 metros- cruzar dos pistas, para poder continuar su recorrido hacia el centro.

Roberto Venegas (51) se baja en ese paradero, alega que “cuando el semáforo da verde la micro no siempre para, porque prefiere seguir hasta la próxima parada y cuando frena, deja un problema hacia atrás”.

Esta es la principal queja de los conductores de autos. “Siempre hay que aguantar los tacos que arman los buses”, dice Hernán Cifuentes.

Lo mismo sucede en la esquina surponiente de Irarrázaval con Macul, donde el paradero también está muy cerca de la esquina, y al juntarse dos buses articulados, la cola de la última máquina bloquea a los autos que cruzan por Irarrázaval, generando congestión.

“A veces hay que esperar dos semáforos para poder cruzar Macul, y los bocinazos en la mañana son insoportables”, dijo Jorge Vargas (33), quien todos los días pasa por esa esquina.

Otros ejemplos del caos vial que esta situación genera son los paraderos de calle Dorsal, entre la Autopista Central y Vivaceta (Conchalí), donde las micros deben cruzar tres pistas para tomar a los pasajeros, provocando el enojo de los choferes. Además, en la esquina de Teniente Cruz con General Bonilla (Pudahuel), los buses articulados también bloquean el paso de los autos, por lo que muchas veces prefieren no detenerse, antes de recibir los bocinazos.

12 MIL PARADAS
tiene Transantiago, el 90% de ellas fueron actualizadas en 2012. Gobierno atribuye a conductores el impacto generado en el tránsito

“Las empresas operadoras son las principales responsables de cumplir con el plan operacional vigente y respetar las paradas asignadas a sus recorridos”. Con estas palabras, el Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTS) explicó los inconvenientes que a diario generan en el tránsito las paradas de buses mal ubicadas.

Según la entidad rectora del Transantiago, constantemente se revisan y actualizan las señales de paradas para mejorar la información que se entrega a los usuarios. Por esto, durante el 2012 se actualizó cerca del 90% de ellas. “No obstante, existe un gran número de señales de paradas que deben ser actualizadas por daños producidos por antisociales”. Respecto de las paradas indicadas donde los conductores de los buses se estarían cambiando de pistas para acceder a estas, sostienen que el problema no estaría generado por la ubicación de dichas paradas, sino por mala conducción.