Habilitarán cerro Apoquindo como parque rústico en 2015

Por E. Briceño, La Tercera. (31/08/13)

Hace cuatro años, el espacio de 32 hectáreas estaba abierto al público, pero luego se cerró para impedir ahí un basural.

A lo largo de la calle Vital Apoquindo, ubicada en la precordillera de la comuna de Las Condes, existe un tesoro escondido, con aires campestres y que desde los 70 pertenece a la Municipalidad de Las Condes: el cerro Apoquindo.

Antes formaba parte de la Hacienda Apoquindo, que en tiempos de La Colonia perteneció a los monjes dominicos y que en 1949 pasó a manos de connotados políticos como Francisco Bulnes Correa y empresarios como Leonidas Larraín Vial. Luego, la hacienda fue loteada y el cerro pasó a manos municipales. Hasta allá llegaban visitantes a hacer senderismo, pero también los que llegaban a beber. Entonces, cerró.

El año pasado el municipio decidió rescatarlo y convertirlo en un pulmón verde con senderos para trekking y ciclismo, y mobiliario urbano (escaños y basureros hechos de madera y materiales reciclados). La idea es inaugurarlo en 2015.

El alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, explica que las 32 hectáreas del cerro (similar al Parque Bicentenario) se reforestarán con cerca de 20.000 árboles. “Será otro parque, para una comuna que ya tiene el Padre Hurtado, Gandarillas, Araucano, Los Dominicos y el bandejón de Vespucio”, dice el edil.

La jefa de jardines y parques de la municipalidad, Carmen Gloria Oisel, detalla que la reforestación se hará con quillayes, pimientos y palmas chilenas, entre otras especies. Esta comenzó el año pasado y terminará en 2014, año en que comenzará, además, la segunda etapa: la construcción de senderos rústicos y al menos dos miradores para descanso y para observar la ciudad.

El lugar contará con cercos y vigilancia para proteger a los visitantes.

De la Maza destaca que en Las Condes hoy existen 13 m2 de áreas verdes por habitante, más de los 9 m2 que recomienda la Organización Mundial de la Salud. “Y seguiremos creciendo en este aspecto”, asegura.