Proyecto para restaurar el Palacio Vergara requiere inversión de $4.850 millones

Tras la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales, se espera la calificación de rentabilidad social.

Por Mauricio Silva, El Mercurio

Cerrado al público desde el terremoto del 27 de febrero de 2010, que le ocasionó severos daños, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) aprobó finalmente el proyecto de restauración del Palacio Vergara de Viña del Mar, el cual podrá volver a cobijar su valiosa pinacoteca, considerada una de las cuatro más importantes del país.

Así, en medio de una luz cenital, la imagen de Santa Paulina siendo descendida al foso romano donde sufrió su martirio impactará a los futuros visitantes, quienes podrán apreciar los muros de la gran sala capitular tapizados con 23 escenas de la Biblia y de la vida de los santos, pintados por maestros de la talla de Gabriel Julien Guay o Domenico Zampieri, “Il Domenichino”.Sin embargo, el proyecto con el que el municipio busca restaurar la emblemática construcción no se agota solo en borrar los castigos que le propinó el sismo, sino que también contempla destinarla exclusivamente como sede del museo de Bellas Artes local.

Allí, la disposición de los cuadros será lo más fiel posible a lo que reflejan las fotografías de principios de siglo XX. El propósito es recrear la misma atmósfera solemne en la que buscaba el recogimiento Blanca Vergara Alvares, quien en 1906 encomendó el diseño del palacio al arquitecto italiano Ettore Petri con el encargo de destinar uno de los salones al rezo y a la meditación.

Tras la aprobación del CMN, el 2 de julio pasado, se espera la calificación de rentabilidad social para postular a los $4.850 millones que cuesta ejecutarlo.

Elaborado por la consultora CGA y por el arquitecto experto en patrimonio Jaime Migone, la iniciativa busca potenciar el rol de centro cultural que el edificio cumple desde 1941, cuando la municipalidad lo compró a una de las familias fundadoras de Viña del Mar, y será pintado de su color original: rosa viejo, típico de los palacios venecianos en los que se inspiró.

El museo se expandirá a la mayor parte de las dependencias para exhibir su valiosa pinacoteca con 500 pinturas que cubren desde el Barroco y Renacimiento europeo hasta las obras de los principales pintores nacionales, las que serán ubicadas en grandes salones del primer piso y en casi la totalidad de los del segundo. El resto del recinto se convertirá en un museo de sitio, que mostrará el estilo de vida de la aristocracia chilena de las primeras décadas de la pasada centuria, incluyendo el salón dorado, donde tenían lugar los bailes de la alta sociedad, y el comedor de los gobelinos.