Alcalde de Valparaíso critica falta de apoyo del Estado para cuidar patrimonio del puerto

Por Hernán Cisternas Arellano, El Mercurio. (04/08/13)

Tras trágico tercer incendio de la iglesia de San Francisco, ícono urbano:

Jefe comunal acusó excesivo centralismo, falta de recursos y de incentivos para que los privados protejan sus propiedades.

La destrucción de la iglesia de San Francisco a causa de tres devastadores incendios desde 1983, dos de ellos (en 2010 y 2013) en pleno proceso de restauración, despierta en el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, un sentimiento de molestia por la desprotección en que el Estado mantiene a esa ciudad, la única de Chile reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco.

Castro dijo que luego del siniestro que el viernes afectó al templo ícono del puerto, llegaron al lugar autoridades que antes han hecho oídos sordos a los planteamientos municipales de una mayor preocupación por la protección y recuperación patrimonial de Valparaíso.

Y luego pronosticó que lo más probable es que vuelvan cuando colapse el Mercado Puerto, “que está completamente deteriorado, y no ha podido ser recuperado pues quienes tienen que tomar decisiones para sacar la ingeniería, presentada una y mil veces, están en Santiago”.

Castro afirmó que el 90% de los incendios que han afectado a inmuebles patrimoniales en Valparaíso han tenido como causas a estructuras eléctricas de los años 40 y 50, pero sometidas a cargas y demandas del siglo XXI. Además, a la falta de cortafuegos, como ocurrió con el siniestro de la iglesia San Francisco, se carece de subsidios para que los privados puedan realizar transformaciones.

El alcalde criticó que tras el término del Programa de Recuperación Urbana de Valparaíso, el 31 de diciembre del 2012, que durante 6 años permitió al puerto contar con US$ 73 millones ($37.500 millones) gracias a un préstamo del BID, no se haya generado una nueva fase de financiamiento. Dijo que se creó una glosa patrimonial de $2.500 millones, que estima insuficiente para lo que necesita la ciudad.

“Una glosita”

Hizo notar que sólo para los estudios de ingeniería destinados a poner en marcha los ascensores que el Estado adquirió a privados, se necesitan $1.100 millones. “La glosa patrimonial se nos transforma en glosita. Habrá que ir a un curso de la Nasa para poder calificar otros proyectos”.

Al margen de su militancia UDI, Castro sostuvo que este gobierno tuvo la oportunidad de hacer una revolución en materia patrimonial, pero no se atrevió a realizar modificaciones.

Hizo notar que el Consejo de Monumentos Nacionales “debe ser el organismo más centralizado de Chile. Si un suplementero de Valparaíso, patrimonio de la humanidad, quiere cambiar el color de su quiosco, tengo que ir a Santiago y esperar seis meses para que me contesten. Si al secretario ejecutivo no le gusta, simplemente no me contesta el teléfono”, criticó.

Centralismo

El Consejo de Monumentos tiene una oficina en Valparaíso, pero sólo para poner el timbre y la estampilla, aseguró, “porque el consejo de los ancianos que saben está en Santiago. Se toman todo el tiempo del mundo para responder. ¿Cómo se estimula así, a los privados que quieren invertir en el sitio del patrimonio mundial?”, expresó.

El alcalde Castro lamentó que sólo surja interés por el patrimonio cuando ocurre una desgracia como la del viernes.

Agregó, que las obras que se realizan en las 8 manzanas del centro de Santiago se incorporan a la glosa del Presupuesto de la Nación de puesta en valor del patrimonio, pero para regiones hay otro criterio: “quienes resuelven en qué se invierte son el subsecretario de Desarrollo Regional y el intendente”.

Acelerarán seguros para reconstruir iglesia porteña

Tras recorrer las ruinas que quedaron como consecuencia del incendio que el viernes afectó al templo de San Francisco, en Valparaíso, y al convento aledaño, el ministro de Cultura, Roberto Ampuero, indicó ayer que “he visitado muchas iglesias bombardeadas durante la Segunda Guerra Mundial, en Europa, y la sensación que tengo es la misma: devastación total”. Señaló que los daños en la construcción permiten apreciar lo que significa el patrimonio para un país, “porque es la forma en que nos hablan los que ya no están y es también el modo en que damos a conocer nuestra identidad”.

Ampuero sostuvo que en un país que tiene capacidad de levantarse ante este tipo de situaciones, “no tengo dudas de que esta iglesia volverá a resplandecer en el puerto”.

El intendente Raúl Celis, que acompañó al ministro junto al vicepresidente de la Cámara de Diputados, Joaquín Godoy, informó que se acelerará la tramitación de los seguros para proceder a la restauración. Recordó que en el incendio del 2010 dicho pago demoró 8 meses. Agregó que por tratarse de un Legado Bicentenario, habrá una recuperación rápida.

Daños hacen desaparecer obras que se habían restaurado

La arquitecta Milagros Aguirre, asesora de la Congregación Franciscana en el proyecto de recuperación del templo, dijo que el incendio del viernes hizo desaparecer aspectos originales de la arquitectura que se habían logrado salvar y restaurar tras los siniestros de 1983 y 2010, como puertas y barandas de madera que habían sido recuperadas. Lo mismo ocurrió con algunos frisos originales de fines del siglo XIX, con motivos bíblicos, en el baptisterio, que se habían rescatado con mucho esfuerzo de los incendios anteriores, explica.

De la centenaria edificación solo se mantienen vigentes el pórtico de entrada, donde está la torre, que es de ladrillo, y los dos muros perimetrales de adobe, más el 40% de la estructura del convento, que mantiene su arquitectura original. Aguirre advierte que uno de los muros de adobe, el del sector norte, es el más preocupante, pues las llamas consumieron los pilares de madera que le dan sustento.