En busca de las razones por las que algunos barrios se sienten más seguros que otros

La percepción de cualquier ciudad o barrio está determinada en gran medida por las cosas que no se pueden cuantificar, como la vaga sensación de que un lugar parece agradable, limpio o bien iluminado. Gran parte de nuestra experiencia en las ciudades es subjetiva. Pero si las autoridades pudieran encontrar la manera de medir la percepción emocional -por ejemplo ante la sensación de inseguridad- de otra manera que no fuera sólo intuitiva, podrían ser capaces de intervenir mejor  para hacer que con sencillos cambios un barrio efectivamente se sienta más seguro.

The Atlantic Cities publicó recientemente un artículo con un proyecto que está desarrollando un sistema para identificar  y medir cuáles son los factores que hacen que un lugar sea mejor percibido que otro.

“Yo siempre había pensado que me gustaba un lugar un poco más que otro, pero realmente no había pensado mucho sobre el porqué”, dice Phil Salesses, uno de los autores de este proyecto. “Para mí ha sido siempre una sensación general. Pero una vez que empecé este proyecto, y comencé a prestar atención a los detalles, me di cuenta de que algo como el que haya un poco de basura en la calle puede hacer que mi cerebro lo perciba de una forma muy diferente”

Salesses y sus colaboradores Katja Schechtner y César A. Hidalgo construyeron una herramienta de comparación en línea que usa las imágenes de Google Street View para identificar estos detalles- a menudo invisibles- que influyen en nuestra percepción de un lugar.

Así por ejemplo compararon imágenes de calles de Nueva York y Boston percibidas como “seguras” o “de clase alta”, en donde pudieron identificar algunos patrones comunes.

“Hemos encontrado imágenes de calles con basura, donde ésta después fue recogida y luego de hacer una evaluación entre usuarios del lugar, nos dimos cuenta de que la percepción de seguridad aumentó en un 30 por ciento” dice Salesses. “Es sorprendente que algo tan sencillo tenga un efecto tan grande.”

Esto también significa que algunos actos que se dan en todas las ciudades como recoger la basura, tienen una rentabilidad mucho más grande que la cuantificada hasta hoy, al tener  un impacto significativo en que las personas se sientan seguras en un barrio “Es llevar una fuente de datos a algo que siempre ha sido subjetivo”, dice Salesses.

Este modelo  podría aplicarse de manera más amplia, al producir datos concretos de cuáles son los factores que influyen en nuestros sentimientos subjetivos sobre un barrio o una calle.

Salesses y sus colaboradores utilizaron 4.136 imágenes georreferenciadas de cuatro ciudades, Boston, Nueva York, y las ciudades austriacas de Salzburgo y Linz (estas dos últimas ciudades fueron fotografiadas por él mismo Salesses, en lugar de Google) . Luego se pidió a los usuarios que evaluaran a través de  las imágenes qué lugares se veían  más seguros, más exclusivos, o más atractivos.

Mapeo de la desigualdad de la percepción urbana" por P. Salesses et al. en PLOS ONE

No es sorprendente que los lugares percibidos como “seguros”, también fueran más propensos a ser percibidos como “de clase alta”. Estos mapas de Nueva York muestran los resultados a tres preguntas en función de dónde se extrajeron las imágenes, con zonas verdes para los lugares que tiene una percepción positiva  y las zonas rojas para las que tienen percepciones más bajas:

A diferencia de otros proyectos comparativos que usan Street View, estos investigadores también foto-compararon los distintos elementos de una escena, identificando detalles más sutiles como la presencia de arte o árboles en una calle, midiendo cómo estos elementos pueden cambiar la visión y el sentimiento de las personas acerca de un lugar. La misma herramienta, puede utilizarse para medir las respuestas a otras preguntas: ¿Esta calle parece un lugar en el que te gustaría vivir? ¿Es ideal para familias? ¿ Te parece un buen lugar para ir de compras? Entre los resultados identificaron factores concretos que pueden hacer que una calle sea percibida de una forma completamente distinta, como por ejemplo si tiene o no jardineras, estacionamientos para bicicletas o si el pavimento está en buen o mal estado.

Un sistema como este podría entregar a las autoridades una herramienta para analizar el real costo-beneficio de la frecuencia con que se retira la basura o la cantidad de nuevos árboles que se destinan a una calle. Cuando los recursos son escasos, el convertir la intuición a datos concretos puede hacer una gran diferencia en cómo estos recursos son destinados.

Pueden leer más detalles sobre este estudio en este link

Fuente: The Atlantic Cities