Vecinos postulan sus barrios como zonas típicas para protegerlos

Tradicionales sectores de Santiago buscan el reconocimiento para frenar la demolición de casas y la construcción de edificios.

Por S. Sottorff y F. Polanco, El Mercurio

Es media tarde en Providencia y lejos del ajetreo de la comuna, hay una vía donde pareciera que el tiempo se detuvo: la calle Toledo, a unas pocas cuadras de la concurrida avenida Pedro de Valdivia.

En esta tranquila arteria sin salida, sobresalen entre los edificios una hilera de casas bajas y tradicionales, mayormente construidas durante la primera mitad del siglo pasado.

Sin embargo, su valor patrimonial poco les importa a las inmobiliarias que hoy acechan el sector para construir más torres.

Por eso, algunas organizaciones ciudadanas están intentando que el Consejo de Monumentos Nacionales reconozca patrimonialmente sus barrios, pues al ser denominados como Zona Típica existe una mayor regulación sobre las alturas y los permisos de edificación. Se trata de uno de los últimos recursos para proteger ciertas zonas de la capital.

Así al menos lo cree el abogado David Ruby, quien presentó a la calle Toledo ante el Consejo de Monumentos Nacionales hace un par de años.

“Pero se perdieron mis antecedentes y se han demorado tanto, que ya construyeron el edificio por el que estaba preocupado”, se lamenta el vecino.

Una suerte desigual es la que esperan correr los vecinos de la emblemática Villa Frei de Ñuñoa. El conjunto, construido entre 1965 y 1968, conforma un atípico barrio en el que sobresalen sus jardines.

“Por eso queremos que declaren este lugar como Zona Típica, pues este barrio se ha mantenido a través del tiempo. Acá hay mucha calidad de vida y la llegada de más edificios o el metro no solo destruiría nuestros parques, sino que acabaría con una villa única en Santiago”, dice Vilma Torres, vecina y miembro del comité que hizo la presentación ante el Consejo.

“Un reconocimiento patrimonial no solo impide la tala de cientos de árboles o la llegada de los edificios, sino que también ayuda a preservar este barrio histórico y hermoso”, dice el alcalde de El Bosque, Sadi Melo, que hace un par de años postuló un tramo de la Gran Avenida ante la autoridad patrimonial. Aun no tienen respuesta, pero esperan que la declaración proteja definitivamente esta zona.

En tanto, los vecinos del barrio Las Flores, ubicado en Providencia, también están expectantes. Si el sector logra la denominación, sostiene Víctor Corvetto, dejarían de sentirse amenazados por la creciente oferta inmobiliaria. “Si elegí este sector fue por la tranquilidad y la vista. Y ahora, que aparecen estas torres, nos estamos llenando de sombra”, dice.

Esmeralda Nobili, quien vive hace 60 años en el barrio Matta Sur, coincide con Corvetto: “La mitad de las casas se convirtieron en negocios. Falta que boten todo, como pasa en otros lugares, y levanten puros edificios”.

El barrio Huemul, de Santiago centro, es considerado por sus vecinos como el “oasis” de la comuna. “Sería maravilloso que reconocieran este lugar. Aquí vivió Gabriela Mistral, tenemos un teatro, es bonito”, enumera Pablo Androvez.

La calle Esmeralda, también ubicada en el centro de la capital, es otra de las zonas que esperan ser declarada Zona Típica.