La consolidación de la calle Merced en el barrio Lastarria

Los primeros locatarios llegaron hace medio siglo y a partir de 2001 la oferta se fue renovando.

Por Patricio Cofré, La Tercera

Juan Carlos Cheyre lo resume de manera simple: “Cuando llegué a instalarme a Merced, sólo estaba la Sala La Comedia del Teatro Ictus y el resto era comercio de barrio y casas pequeñas”. Hace 48 años, en 1965, tomó la decisión de abrir un pequeño bistró al estilo francés en esa arteria del centro de la ciudad. Lo bautizó, Les Assassins, para emular al restaurante donde había desarrollado su práctica de hotelería en Francia.

A cinco décadas de su apertura, al lugar siguen yendo políticos y artistas. No ha cambiado la clientela, pero sí el entorno. Hoy, entre José Miguel de la Barra y la punta de diamante donde se juntan Monjitas y Merced, esta calle se está consolidando como un polo de diseño, gastronomía y una amplia oferta cultural.

A los últimos “arribos” -la cafetería catalana especializada en panes y pastelería, Coffe & Bakery Colmado y la tienda de ropa para niños, Miniatura- se sumará en septiembre la salchichería premium Hogs y durante del primer semestre de 2014 abrirán sus puertas el bar Liguria y el hotel de lujo The Singular.

Andrés Vallarino, dueño de Hogs, relata que estaban buscando llevar sus hot dogs con salchichas de jabalí, pavo, cerdo, y cordero al centro cuando encontraron la opción en Merced. “Es una calle que se ha renovado con la llegada de tiendas de vanguardia y de gastronomía, lo que ha atraído a turistas y gente joven. Por eso, elegimos ese local”, asegura.

El boom

María Teresa Undurraga, la dueña del Emporio La Rosa, apostó en 2001 por un local de helados artesanales. Como vivía en el Parque Forestal, eligió la punta de diamante de Monjitas-Merced para instalarse. Ya el sector de Lastarria se había activado, sobre todo los fines de semana, y su apuesta fue la gente de ese barrio llegaría a su local.

Este negocio marcó el inicio de varias apuestas más: una tienda de diseño independiente, La Sastrería; un espacio para melómanos, Kind of Blue; luego otro motor, el restaurante Opera Catedral; y la primera galería de ilustraciones de la ciudad, la Plop! (ver infografía).

Esto sucedió entre 2005 y 2010. Pero entre 2011 y 2013, se produjo un boom. Primero con la Tienda Nacional, la primera de discos, libros y películas de artistas chilenos, y luego con la aparición de otra disquería, Play Book, un local de ropa de autor, Antipaz, y el restaurante de tapas chilenas del propietario de El Ciudadano, José Luis Merino, Mamboleta. “Merced es una calle que ha adquirido relevancia, porque aunque negocios de diseño y restaurantes hay muchos, los de acá son más jugados”, dice.

En lo que va del año al café del catalán y pequeño espacio de ropa infantil, se sumó un anexo de La Sastrería, dedicada a los jóvenes. “Cuando llegué en 2005, no existía tanta oferta de diseño. Antes era más barato arrendar por acá, pero como ahora se puso de moda la calle, los precios subieron. Y me temo que van a seguir subiendo”, dice el dueño, Pablo Alvear, en referencia a los proyectos por inaugurarse como el bar Liguria y el hotel The Singular, de propiedad de la familia Sahli Lecaros. Este comenzó a ser construido en noviembre y estará listo en febrero.

La mejor muestra de que es un lugar que siempre buscó potenciarse es la apuesta que hizo a mediados de la década pasada la Municipalidad de Santiago, cuando amplió la vereda norte.