Tour nocturno en Valparaíso revivirá historia de Emile Dubois, llamado “artista del crimen”

El público podrá recorrer las calles del puerto y sorprenderse con la irrupción de personajes, incluido el propio asesino.

Por Audénici Barría, El Mercurio

Emile Dubois es uno de esos personajes legendarios, cuyo recuerdo sigue rondando como un fantasma por las calles de Valparaíso. Fue el primer asesino en serie del país, pero su figura está convertida hoy en una leyenda que lo eleva al pináculo de las “ánimas milagrosas”.

Su caso sigue siendo controvertido, y el paso de los años le ha conferido la paradoja de ser tan odiado como admirado, tan temido como amado.

Sus crímenes estremecieron a la sociedad chilena de los principios del siglo XX, y particularmente a Valparaíso. Sus ataques a connotadas personalidades fueron “técnicos”, sin dejar huella, hasta que intentó un fallido asesinato del dentista Charles Davies en la Plaza Aníbal Pinto, lo que permitió su captura luego que este se defendiera e iniciara su persecución.

Murió fusilado reclamando altaneramente su inocencia. Su particular personalidad y la prolijidad en la ejecución de sus delitos merecieron el calificativo de “artista del crimen”, como lo rotuló la revista Zig-Zag.

A poco más de cien años de sus andanzas, un grupo de jóvenes recrea su historia, y a contar del 9 de agosto ofrecerá un curioso tour nocturno, donde los participantes usarán capas y portarán antorchas. En el recorrido, junto a un grupo de actores, ayudarán a descubrir los crímenes de Dubois y presenciarán su juzgamiento.

La vida del personaje es un enigma, desde su propio nombre. Se hizo llamar Emile Dubois, pero la policía que lo detuvo el 2 de junio de 1906 aseguró haber hallado en su casa documentación genuina que lo identifica como Luis Amadeo Brihier Lacroix. Sobre su origen, se dice que era francés, que se había desempeñado como obrero en una mina de Courrieres, que habría sido actor en Barcelona y artista de zarzuela en Venezuela; pero a Chile llegó desde Colombia.

Lo cierto es que se le acusó de ser un asesino serial, porque los cuatro homicidios que cometió fueron seguidos (entre marzo de 1905 y abril del 1906), contra ciudadanos extranjeros o descendientes de extranjeros, y en todos usó una cachiporra y un puñal. Pero él nunca admitió su culpa.

El día que lo fusilaron, el 26 de marzo de 1907, habló al público afirmando su inocencia, y no demostró temor.

“No me vendéis los ojos -dijo-; quiero entrar a la región de la muerte con los ojos abiertos”. “Los asistentes al macabro espectáculo sienten que por la espina dorsal les corre un temblor frío”, narra la crónica de Zig-Zag escrita más tarde.

Juan Tapia, de la Productora History Live, a cargo del tour, cuenta que estos se realizarán todos los viernes a las 21.00 horas, desde la Iglesia Anglicana del cerro Concepción.

“La recreación parte con la visita del juez, Santiago Santa Cruz, quien entregará las pistas para iniciar la búsqueda del criminal”, dice Tapia.

A poco andar por el barrio, agrega, irrumpe un comisario que brinda la última información. Más adelante, el grupo deberá ayudar al dentista Charles Davies, recién atacado por el bandido, quien tiene la evidencia para acusarlo. La conviviente de Dubois, Úrsula Morales, ante la inminente captura, aparece para defenderlo.

A la altura del Ascensor Concepción, finalmente Dubois es capturado por el grupo, y llevado a juicio para escuchar su increíble defensa. El desenlace se desarrolla entre el paseo Gervasoni y Papudo, donde la arquitectura del lugar crea un escenario urbano ideal para finalizar la historia.