Parte proyecto de diseño de estructura para futura reparación de la Basílica del Salvador

Los terremotos de los siglos XX y XXI han dañado severamente el templo. La iglesia debe ser estabilizada para efectuar estudios.

Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio

En la madrugada del 16 de octubre de 1994, Dino Bozzi venía regresando de una fiesta cuando pasó frente a la Basílica del Salvador. “No sé por qué entré. El edificio estaba dañado, pero había gente festejando la beatificación del Padre Hurtado. Había vida”.

Bozzi es el arquitecto de Tandem Limitada que se adjudicó la licitación del MOP para diseñar la estructura que soportará el templo, mientras se realizan los estudios de la reparación definitiva. La empresa trabaja junto a la de ingeniería SIRVE, especialista en protección sísmica, en conservación de arte, daño biológico y patrimonio.

El profesional explica que se está diseñando la estructura que debe estabilizar el templo por los próximos 50 años: “Posiblemente será una estructura metálica, que irá por dentro de la basílica, para resistir esfuerzos sísmicos y sostener el edificio -columnas, murallas y cielo- junto con sus obras de arte, como los vitrales”.

Una vez asegurada la iglesia, los especialistas podrán llegar a lugares que hoy representan un alto riesgo.

Los trabajos también incluyen la evaluación del estado de la iglesia, para lo cual ya se hizo un escaneo láser que provee un diagnóstico de gran precisión de los daños. Además, se están elaborando estudios históricos que sirvan de guía para la futura reparación, para que se respete el patrimonio y valor artístico del templo.

En tanto, el director de Arquitectura del MOP, James Fry, indicó que “estamos avanzando en los estudios en esta consultoría, que estimamos finalice el último trimestre de 2013”.

Pese a lo dañada que está la Basílica del Salvador, ubicada en Almirante Barroso, entre Agustinas y Huérfanos, por dentro aún conserva su belleza. Los escombros están siendo retirados en forma selectiva para rescatar materiales como vitrales y ladrillos originales.

A pesar de que el sismo de 1985 hizo de la basílica el símbolo de la destrucción, los terremotos de 1906 y 1927 también la afectaron considerablemente, ya que está construida con albañilería simple, sin refuerzos.

“Es adorable la estructura que diseñó Teodoro Burchard. Pero él venía de Alemania, y allá no tiembla”, sostiene el arquitecto.

El templo, sin embargo, ha sido objeto de reparaciones, en las que se ha incorporado hormigón armado.

Con el sismo de 2010 se cayeron tres vitrales completos y se ocasionó la destrucción parcial de los muros oriente y poniente, por donde se producen filtraciones de agua.