Locatarios de Bandera acusan una caída de 50% en sus ventas

Municipio de Santiago instaló pendones en 40 puntos del sector para promover el comercio de esa calle. Metro indemnizará a los locales que deban cerrar por faenas.

Por Francisca Jara, El Mercurio

Hace dos meses que el restaurante “Kabab” se instaló en Bandera con Compañía, en pleno centro de Santiago, y su dueño ya acusa una baja de 50% en sus ventas, por lo que no descarta cerrar el local si la situación no mejora. “Tenemos que cerrar dos horas antes y durante el día una persona ha tenido que atraer clientes en la puerta”, cuenta el dueño, Elías Sarras.

A casi un mes del cierre de la calle Bandera, por la construcción del tramo central de la Línea 3 de Metro, cientos de locatarios del sector se quejan por una “significativa” disminución en el flujo de clientes y, por tanto, de las ventas.

La mayoría de los consultados dice que sus ingresos se han reducido a la mitad, pues “mucha gente cree que la calle está cerrada para peatones, les molesta transitar entre camiones y escombros, y no hay locomoción como antes”, asegura Jéssica Vera, dueña de “El Rey del Pescado Frito”, un restaurante ubicado desde 1955 en Bandera con San Pablo. “Si esto sigue así, vamos a tener que cerrar, y ya hay mucha gente que esta pensando en irse de esta calle”, agrega.

Según los locatarios, en las mañanas hay más flujo de personas que hacen trámites, pero en la tarde “esto es un peladero, donde no hay micros y es muy oscuro e inseguro”. Así también lo percibe Tatiana Costa, quien trabaja en el sector hace años y cuenta que “el problema de la locomoción nos afecta a todos y, además, ahora el barrio se siente más inseguro”.

Para aminorar las pérdidas de los locatarios, la Municipalidad de Santiago decidió instalar pendones en 40 puntos del casco histórico de la comuna. Con ellos se promociona e informa que el comercio de la calle Bandera funciona con normalidad.

“Hay preocupación, porque por el cierre de la calle ha disminuido el flujo de público (…) Hemos hablado con Metro para pedirle algunos esfuerzos de mitigación del impacto de los locatarios. Metro se ha comprometido a ayudar con difusión y señaléticas, para promover el sector y que el público siga viniendo”, dijo ayer la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.

El gerente general del Metro, Ramón Cañas, precisa que “hay distintas medidas que estamos desarrollando, que van desde promover su ubicación hasta compensaciones directas. En este último caso se trata de alrededor de tres casos puntuales”, donde el impacto es directo.

Uno de estos ejemplos es el local de ropa usada ubicado en Bandera con Catedral. Su dueña, Blanca Allende, explica que, junto con una caída de 50% en las ventas, va a tener que cerrar durante tres meses por las obras. “Por eso estoy negociando con Metro, pero aún no nos hablan de plata”, dijo molesta.