Miradas sobre Rosario: Estrecha articulación con la iniciativa privada

Por Dr. Arq. Guillermo Tella, Doctor en Urbanismo Lic. Alejandra Potocko, Licenciada en Urbanismo

La ciudad de Rosario es centro urbano más poblado de la provincia de Santa Fe (Argentina), con más de 1 millón de habitantes, y constituye una de las principales ciudades de exportación del país. Su puerto es el punto de salida de grandes volúmenes de productos agrícolas de la región pampeana.

Su nacimiento como paraje e incipiente asentamiento se debió a su ubicación estratégica sobre la barranca del río Paraná y en la confluencia de los caminos a Córdoba por un lado y Paraguay por el otro. Nació como posta en torno a la Iglesia del Rosario, que le dio nombre. Posteriormente, su desarrollo estuvo fuertemente ligado al modelo agroexportador y a las grandes oleadas de inmigrantes europeos que poblaron las tierras dedicadas a la agricultura extensiva.

Inserción de la ciudad en el contexto regional

En este contexto, el Puente Rosario-Victoria ha generado un efecto económico multiplicador, aprovechando las estructuras viales existentes que conectan a la Mesopotamia con Uruguay y Brasil, y estableciendo una vinculación transversal para la salida al Océano Pacífico que consolida un corredor bioceánico entre Porto Alegre (Brasil) y Valparaiso (Chile).

La Hidrovía del Paraná constituye un factor de desarrollo y de progreso diferencial. En tal sentido, el puente consolida a Rosario también como epicentro del comercio exterior argentino hacia el sudeste asiático. El crecimiento de la ciudad ha estado ligado históricamente a su puerto. Dicho puerto, hoy se encuentra en una etapa de transformación hacia un verdadero complejo multipropósito, tendiente a ofrecer una amplia oferta de servicios para recuperar un papel protagónico.

El ferrocarril vino a cumplir un rol primordial en el desarrollo de la región, transportando pasajeros y, también, la producción regional para su posterior despacho por vía marítima. Su ribera fue así preparada para tales actividades. Durante el siglo XX, la economía se ha consolidado con actividades productivas y se expandieron las actividades comerciales y de servicios.

Debido al crecimiento y densificación del área central, el puerto fue trasladado al área sur, aumentando su capacidad de operación. Por otra parte, los grandes predios ferroviarios y de depósito asociados al puerto quedaron obsoletos y, entrado el siglo XXI, se transformaron en áreas de oportunidad para el mercado inmobiliario; posibilitando la transformación de su costa, una vez más en su historia.

Las tipologías dominantes del tejido urbano


La tipología dominante es la vivienda y, en particular, la tipología de multifamiliar. Le siguen los espacios de almacenaje y de comercio. En cuanto a la localización de las nuevas construcciones, aparece el área ribereña como objeto de profundas transformaciones, cuyo desarrollo fue impulsado a partir de la puesta en valor de la costa y la recuperación de las grandes superficies portuarias obsoletas.

En este caso, la reconversión portuaria ha sido un fuerte disparador de renovación. La construcción nueva en Rosario está fundamentalmente dirigida al uso residencial; aunque cobran importancia los emprendimientos comerciales y edificios destinados a oficinas. La recuperación de predios obsoletos en la costa del río Paraná ha significado la habilitación de fachadas ribereñas donde el suelo se ha revalorizado tanto en lotes individuales como en aquellos distritos de urbanización, como lo es el emblemático Puerto Norte.

La zona más cotizada es así la ribera, que se suma a la tradicionalmente valorizada zona del boulevard Nicasio Oroño. En estas áreas los desarrollos son destinados a viviendas para sectores medio-altos y altos. No obstante este preeminente desarrollo ribereño, el resto de la ciudad presenta índices elevados de construcción en algunos barrios y sobre algunas arterias.

Indicadores diferenciados por áreas y arterias

La normativa urbanística de la ciudad de Rosario divide al territorio municipal en distritos de urbanización, los cuales pueden ser distritos arteria -correspondientes a polígonos lineales-, que delimitan arterias según sus líneas municipales; o distritos área, en el caso que de la delimitación de zonas urbanas. A su vez, los distritos pueden ser regulares o transitorios. Para cada uno el Código establece criterios de división y de urbanización de la tierra, su superficie edificable, su calidad de ocupación y su altura de edificación.

Los índices que utiliza son: el índice edilicio (relación entre superficie total de la edificación y el área total del predio) y el índice de ocupación del suelo (relación entre la superficie total que ocupa la edificación en planta baja y el área total del predio). En cuanto a la altura de edificación, establece mínimos y máximos según distrito. Una última sección del Código especifica normas urbanísticas especiales, que regulan ciertos espacios urbanos, reglamentando volúmenes edificables, línea de edificación, tratamientos de fachadas, servidumbre, espacios verdes, circulaciones, áreas de estacionamiento.

En consecuencia, Rosario ofrece hoy un volumen construido por encima de la media del país, con el turismo como disparador de nuevas obras. Actualmente, la ciudad se encuentra en un intenso proceso de transformación para recibir al turismo., encarando importantes inversiones en obras. En términos normativos, establece criterios mediante indicadores cuantitativos, una división en distritos de urbanización por arteria y por áreas y cada distrito cuenta con indicadores morfológicos diferenciados.

El turismo como disparador de nuevas obras

Observado desde la mirada del vecino, el auge del turismo en la ciudad de Rosario fue el disparador principal que definió el nuevo escenario urbano. El proceso se inició hace una década y permitió que se construyeran nuevos centros comerciales, como “El Portal” y “Alto Rosario” -que son complejos muy importantes y muy bien valorados por sus habitantes- y hoteles 5 estrellas, como el “Ros Tower”.

Una de las claves del modelo de transformación de la ciudad ha sido la estrecha articulación generada con el sector privado: mediante la figura de parques habitacionales, se llevan a cabo grandes emprendimientos urbanos. Con lo cual el municipio reúne a los propietarios del suelo y a los desarrolladores inmobiliarios, e impulsa luego en forma concertada un plan para el área, caracterizado por una fuerte apuesta a la construcción de espacio público.

Con lo cual, devinieron inversiones en grandes obras y equipamientos así como una leve mejora en el control y en la seguridad. La ciudad entonces ha modificado su ritmo de vida, luce más ordenada, estable y reluciente. A partir de su evolución constructiva, el ciudadano dejó de ponderar a Rosario solo por su historia, y consideran que sus nuevos espacios y su nueva arquitectura la convierten en un centro regional de suma importancia.