Mientras municipio alista plan para fachada de iglesia de San Francisco, vecinos la pintan

Por Nadia Cabello y Manuel Valencia, El Mercurio.

Eliminación de grafitis en sus muros costaría unos $15 millones:

El edificio más antiguo de Santiago es también uno de los más rayados del centro histórico de la capital. Fieles y comerciantes del sector fustigan daño patrimonial.

Con una espátula y un tarro de pintura, Mario Ramos, comerciante y dueño de la ferretería París, realiza una anónima contribución patrimonial: cuando se asoma por su local y ve que, al frente, el muro lateral de la iglesia de San Francisco acumula tantos rayados, pegatinas y afiches, que comienza a perder su color rojizo colonial, cruza y comienza a pintar. A veces, con la ayuda de su hermano Jaime.

“Le damos una manito de gato porque da pena verla así de fea, sucia. Una vez incluso había un pedazo del muro. Lo recogí y lo fui a dejar, porque alguien podía llevárselo. Debiese aplicarse la ley con más fuerza y sancionar a los que rayan, como pasa en otros países”, sostiene.

Al igual que los hermanos Ramos, los fieles de la iglesia fustigan el deterioro en que se encuentra. “Es horrible que esto esté así. Incluso tienen la desfachatez de poner ‘Dios no existe’ en un templo. Es una pena que a nadie le importe”, lamenta Carlos Contreras.

Para enfrentar la situación, la Municipalidad de Santiago inició hace unos meses una cruzada para restaurar templos que, como el de San Francisco, han sucumbido a los rayados y grafitis. Para ello están realizando un catastro de las construcciones cuyas fachadas necesitan limpieza y nueva pintura, en el cual se incluyó también la iglesia de la Gratitud Nacional (en Alameda con Cumming).

Hace dos semanas, el coordinador del Comité de Vía Pública del municipio, Hernán Ortega, se reunió con el párroco de la iglesia de San Francisco, Manuel Alvarado, para comentarle el proyecto. Este le respondió que ya existe un proyecto de restauración ingresado en el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). “Ahora tenemos que ver los recursos”, dijo. Pese a las consultas, el CMN no entregó su visión del problema.

La propuesta considera aplicar pintura antigrafiti hasta los tres metros de altura. En la fachada de Alameda y Londres se requieren cuatro tinetas para 223 m {+2} de un total de 844 m {+2} de fachadas, mientras que por San Francisco serían cinco tinetas para 309 m {+2} de un total de 1.147 m {+2} . Esto, sin incluir el campanario.

Pero el problema son los fondos. Se estima que para la iglesia de San Francisco se necesitan $15 millones. “No tenemos presupuesto ni podemos destinar recursos para intervenir un recinto privado”, explica.

La vía para financiar la intervención se buscará entonces a través de la Corporación para el Desarrollo de Santiago: se estudia pedir apoyo al Arzobispado de Santiago, llegar a acuerdo con algún privado o participar en fondos concursables. Y para evitar los rayados, el municipio evalúa instalar una caseta de seguridad cerca del templo patrimonial.

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1613 es el año en que se terminó la construcción del primer templo, destruido por un terremoto en 1647. Fue declarado monumento nacional en 1951. Es el edificio más antiguo de Santiago.

$15 millones es el costo estimado de pintar los muros del templo. Según quienes trabajan en la iglesia, después de pintados, “con suerte”, duran un día incólumes.