Daños en edificios históricos muestran estado de abandono de Santiago Centro

¿Qué tan protegido está el patrimonio arquitectónico, sobre todo por las noches, después del robo en los tribunales y el incendio del Palacio Íñiguez?

Por Pablo Reed, El Mercurio

El robo de una histórica placa desde el Palacio de Tribunales y el incendio del Palacio Íñiguez, ocurridos de madrugada, llevan a preguntarse sobre las condiciones de seguridad en que se encuentran los edificios patrimoniales del centro de Santiago.

Un recorrido nocturno develó que donde hay alguna forma visible de vigilancia las cosas parecen marchar mejor, aunque cada caso parece necesitar su propia explicación.

Así, la Plaza de Armas tiene una patrulla de Carabineros de punto fijo todo el día y las condiciones en que se encuentran el edificio de Correos, el Museo Histórico y la Municipalidad de Santiago -actualmente en obras- son óptimas.

Sin embargo, al lado de ellos, lucen gran cantidad de rayados la Catedral Metropolitana y los monumentos de los cardenales José María Caro y Raúl Silva Henríquez.

El efecto benéfico de la vigilancia en Plaza de Armas parece extenderse también a la Casa Colorada, sede del Museo de Santiago, que, aunque tiene algunos rayados, está en buen estado.

El Palacio de la Moneda y sus alrededores son otro buen ejemplo de los beneficios de la vigilancia, aunque los edificios públicos de Teatinos están actualmente tapados por trabajos y solo sus puertas quedan a la vista. Curiosamente, ese también es el caso del Palacio de Tribunales.

En la Alameda, en cambio, no se ve vigilancia especial para sus edificios más importantes, con la excepción de la Embajada de Brasil. Edificios patrimoniales más antiguos -por ejemplo, la iglesia de San Francisco- como los más modernos -entre los que se cuenta la sede del Colegio de Arquitectos- presentan todo tipo de rayados.

Esta última institución, de hecho, ha emprendido importantes iniciativas para aminorar los efectos de estas inscripciones no deseadas.