Los pasajes peatonales vuelven al centro de Providencia

Por Darío Zambra – 07/04/2013, La Tercera

Tres nuevas torres de oficinas incorporan en sus proyectos estos tradicionales espacios, ubicados al interior de la manzana.

“Cuando un lugar es bueno, aunque esté escondido, la gente lo encuentra”, asegura el chef Massimo Funari. Esa fue la razón por la cual decidió trasladar, en 1992, su afamado restaurante Rivoli desde un edificio de calle Santa Magdalena a la plaza interior ubicada en la manzana oriente de Nueva de Lyon, en Providencia.

El cocinero italiano recuerda que, por entonces, en ese pasaje peatonal, que se empezó a crear en 1979, sólo había tiendas. “Estuvimos solos durante más de 15 años. Luego, llegaron los otros restaurantes, Baco y Le Bistrot”, cuenta.

Esos lugares han convertido a ese paseo en uno de los bulevares gastronómicos más prestigiosos de la comuna. Pese a que se alista a cumplir un cuarto de siglo, no ha perdido vigencia, sino que se ha potenciado: el año pasado se instaló ahí, al lado del Rivoli, la ondera sanguchería La Superior. Además, se amplió el pasaje y se habilitó una nueva salida por Av. Andrés Bello.

La Superior se creó entre dos nuevos edificios de oficinas que miran al Mapocho, uno ya en funcionamiento y otro que está en construcción. En sus primeros pisos ambos tendrán locales comerciales, pensado para mantener activo al lugar.

Los pasajes comenzaron a aparecer en los 70 y según documenta un estudio elaborado en 2010 por Elke Schlack, arquitecta del Centro de Investigaciones Territoriales y Urbanas de la U. Andrés Bello, desde entonces se han creado 62 en el centro de Providencia.

Hoy tomaron un nuevo impulso. Algunos de los nuevos edificios de oficinas del sector crearon lugares donde las personas pueden cruzar de una calle a otra, a través de la manzana. Como sucede entre la calle Suecia y General Holley. Ahí, entremedio de dos nuevos edificios de oficinas -diseñadas por los estudios de arquitectos de Cristián Boza y MJD-, se trazó un paseo peatonal.

Los nuevos

Estas zonas peatonales son espacios de propiedad privada y de uso público. Son tan característicos de la comuna como lo es el Drugstore y las estatuas de los leones que está en el bandejón de su avenida principal.

El nuevo pasaje del barrio Suecia es ancho. Tiene siete metros y está pronto a abrirse al público que suele transitar por ese sector de Providencia. Contará con escaños, jardineras y comercio. “Será un aporte a la renovación de esa zona”, afirma Ernesto Jeame, uno de los arquitectos a cargo.

Por ahí cerca, en la misma calle Suecia, el Banco Santander está construyendo una torre que incorporará una pequeña plaza pública alrededor de la cual habrá comercios y cafés. Para Schlack esto es una muestra de que los proyectos inmobiliarios en el barrio “son una oportunidad para el resurgimiento de los paseos peatonales”.

Dibujados en un plano

A fines de los 60, el asesor urbanista del municipio, el arquitecto Germán Bannen, impulsó un plan para convertir a la comuna en una pequeña ciudad. Lo bautizó como Seccional Nueva Providencia y se aprobó en 1973. Fue el origen de la Av. 11 de Septiembre y la llegada del Metro.

Como la idea era convertir ese sector residencial en un centro con comercio y servicios, “debía contar con espacios, donde la gente se moviera con libertad y se pudiera encontrar. Era más importante el peatón que el auto”, aclara Bannen.

De ahí en adelante Providencia creció a costa de la creación de una red de plazas y pasajes interiores de las manzanas en las zonas céntricas de la comuna. “Se dejaron trazados todos los paseos en un plano, no recuerdo cuántos. Algunos se han hecho, pero otros no”, afirma el asesor del municipio.

Esta iniciativa quedó fijada en el Plan Regulador Comunal de la época y por eso siguieron apareciendo como espacios de privados de uso público. Por eso y porque las inmobiliarias que construyen hasta hoy un paseo de estas características tienen un beneficio relativo a aumentar la altura de lo que construyen.

Bannen recuerda que uno de los primeros proyectos que se hizo con esta norma fue la red de pasajes del edificio Plaza Lyon, en la esquina de Av. 11 de Septiembre con Av. Ricardo Lyon. “Tiene una plaza y conexión al Metro, por eso es uno de los más potentes”, destacaba el urbanista.

Según la investigación de Schlack, la mayoría de los pasajes se creó a mediados de los 90. “Pero los de los 70 y 80 son los que más han aportado a la ciudad, porque tienen buenos accesos y están mejor conectados a la red peatonal pública”, sostiene la arquitecta. En la década del 2000 se crearon algunos aislados, como el pasaje ubicado en Av. 11 de Septiembre con Diego de Velásquez, y todo indica que no se van a detener por el boom de oficinas en el ex barrio Suecia.