La Estación Mapocho cumple 100 años de viajes, galas y eventos culturales

El cortero, el humo de los trenes y la llegada de celebridades han dado paso a conciertos y ferias que la mantienen vigente.

Por Florencia Polanco, El Mercurio

Los pasillos y salones del Centro Cultural Estación Mapocho exudan historia. Durante años, el imponente edificio de estilo neoclásico se ha convertido en fuente de inspiración y melancolía no solo para cronistas y poetas. No pocos ciudadanos y ex ferrocarrileros también recuerdan con nostalgia los viajes que solían hacer en tren desde ahí hacia destinos tan diversos como Valparaíso, el norte o Argentina.

Bien lo sabe José Oyarce, quien trabajó 34 de sus años en el lugar como eléctrico de ferrocarriles. “Fueron los años más maravillosos de mi vida. Una época de oro que ya no volverá”, resume. Recuerda que “para las fiestas de Año Nuevo, ver regresar los trenes desde la costa, con los vagones repletos de gente festejando, me llena el alma de nostalgia”.

Declarada Monumento Histórico en 1976, fue construida entre 1905 y 1912 para conmemorar el Centenario de la Independencia de Chile. Se estrenó oficialmente en 1913, y durante 73 años funcionó como uno de los principales centros de transporte público a nivel nacional y de conexión extranjera. Abandonada y en franco deterioro, vivió un segundo aire cuando, en 1991, se transformó en centro cultural.

“Entrabas a los salones, al lugar donde comprabas los tickets, y tenía una cosa palaciega. No era un terminal funcional como a los que estamos acostumbrados. Desde las escalinatas del andén uno podía observar los trenes que entraban y salían, a los pasajeros que esperaban. Tenía una teatralidad excepcional”, comenta Hernán Rodríguez, uno de los arquitectos que intervinieron en la reconversión del edificio. Hoy recibe a más de 800 mil personas cada año, pero no para viajar, sino como escenario de eventos artísticos, culturales -como la Feria Internacional del Libro de Santiago- o para albergar galas con dignatarios extranjeros, como en la cumbre APEC de 2004.

Su actual director, Antonio Navarro -uno de los impulsores del proyecto de remodelación-, también recuerda nítidamente cómo eran los viajes en ferrocarril que hacía desde Valparaíso a Santiago: “Lo primero que se me viene a la mente son los brazos abiertos de mi abuelo, que me recibía cuando llegaba. Para mí, viajar en tren era encontrarme con él (…) El sonido arrullador de la locomotora, los boletos de cartón y el cortero, quien se encargaba de acarrear las maletas, son recuerdos que se me vienen a la mente a cada momento”.

Arribo de celebridades

Actualmente, estrellas de rock, actores y famosos varios son recibidos fervorosamente por el público en el aeropuerto de Santiago. Cien años atrás, personajes emblemáticos que llegaban a Chile por Valparaíso o desde Argentina eran recibidos por los capitalinos con el mismo fervor en los andenes de la Estación Mapocho.

Uno de los primeros fue Dagoberto Godoy, el primer chileno en cruzar la cordillera de los Andes en avión, quien en 1918 fue ovacionado por cientos de personas tras su triunfal retorno a Santiago.

Luego de dos años en México -país donde realizó un sustantivo aporte al sistema educacional-, Gabriela Mistral llegó al país en tren. Era 1925, y cientos de santiaguinos la fueron a recibir con entusiasmo a la estación de ferrocarril.

Procedente de Buenos Aires, el actor de cine y cantante mexicano Jorge Negrete provocó una conmoción en 1946, cuando cinco mil personas lo esperaban en la Estación Mapocho y, a causa de la aglomeración, cedieron las barandas de los andenes, lo que produjo un accidente. “A la salida, tres mil personas no dejaban avanzar el auto. ‘A los que por mí hayan sufrido algún accidente, les pido mil disculpas’, declaró Negrete con voz entrecortada”, relata Alfonso Calderón en su libro “Memorial de la Estación Mapocho”.

Multitudes también se agolparon en el recinto cuando en elecciones como las de 1920 y 1964 Arturo Alessandri y Eduardo Frei, respectivamente, sufragaron en el lugar, ganaron y luego pasaron a tomar las riendas del país.