Carta destacada de la semana: Pistas reversibles

La carta destacada de esta semana habla de la necesidad de que el sistema de transporte en Santiago sea abordado de una forma integral. El motivo de la carta surge a partir de la noticia de que la Municipalidad de Providencia evaluará suprimir la reversibilidad de Andrés Bello.

La carta fue escrita por  Jaime Márquez Rojas, Arquitecto urbanista al diario La Tercera.

La carta a continuación

Señor director:

Se ha puesto en discusión la medida de mantener la reversibilidad de la Avenida Andrés Bello. Aunque es arriesgada, se trata de una medida audaz que parece interesante. Sin embargo, es indispensable que el sistema de transporte de la capital sea abordado integralmente y no sólo con medidas puntuales.

Alarma la desidia con que se ha abordado el tema del transporte público, asunto que afecta permanentemente la calidad de vida. Para resolver el aspecto mencionado al inicio de mi carta y otros, debe revisarse un plan total, incluidas las redes de vías expresas (como Andrés Bello), de transporte público de superficie (como Providencia) y el trazado subterráneo. Asimismo, deben segregarse áreas locales seguras y de baja velocidad en toda la ciudad.

El plan del Transantiago buscaba reducir los tiempos de viajes, los costos de operación, el número de buses, la congestión y adicionalmente la contaminación. Pero para esto era indispensable tener un sistema electrónico de gestión de flota. El plan suponía recorridos alimentadores cortos, con buses de menor tamaño desde áreas periféricas y recorridos troncales centrales largos, con buses articulados de mayor capacidad. De esta manera se esperaba una frecuencia mínima en estas áreas.

El diseño fino de estos recorridos, que obligaba a hacer transbordos fue descuidado, aunque era fundamental para el éxito del sistema. Y lo que es más importante, se requerían co- rredores físicamente segregados para buses con descarga a la izquierda, velocidad uniforme y segura, y que no fueran interferidos por otros vehículos.

Es claro que no puede esperarse que la ciudad se acomode sola al sistema de transporte. Debe partirse de la ciudad existente, considerando la localización de su población y de las áreas de servicios sociales y comerciales para desarrollar un plan racional.

Mientras no se resuelvan urbanísticamente los problemas de un transporte público al servicio de la mayoría, y no del lucro, los medios y la ciudadanía estaremos obligados a seguir exigiendo una acción de nuestras autoridades.

Jaime Márquez Rojas
Arquitecto urbanista