“Algunos indicadores en el incremento en los precios se relacionan con una burbuja”

Por Jimena Catrón Silo
, Diario Financiero.

Dean Baker, economista que identifico el fenómeno en Estados Unidos en 2002.

Economista señala que los precios de viviendas están desalineados con los fundamentos de la economía, y que la evolución de la renta no guarda relación con la escalada en estos valores.

A pesar de que en Estados Unidos la llamada burbuja inmobiliaria estalló en 2007, ya en 2002 un grupo de economistas advertía la primeras señales del fenómeno que se daría en los años venideros. Entre ellos está Dean Baker, economista y co director del Center for Economic and Policy Research, en Washington, quien además predijo que este colapso en el mercado inmobiliario daría paso a una recesión en el país del norte.

Este Phd de la Universidad de Michigan ha sido un crítico del marco regulatorio de los bienes raíces y de la industria financiera, además de haberse opuesto al salvataje bancario que llevó a cabo la Casa Blanca ya que evitar su colapso sólo beneficiaría, a su juicio, a sus accionistas y CEO.

Con el objetivo de contar con su diagnóstico respecto de lo que está sucediendo en Chile con los precios de bienes raíces y la posibilidad de que se esté desarrollando una burbuja inmobiliaria, Baker analizó el último Informe de Estabilidad Financiera (IEF), publicado por el Banco Central a mediados de este mes. Dentro de sus principales conclusiones, Baker señala que si bien aún falta un largo recorrido para llegar al ”credit crunch” que se vivió en Estados Unidos, ya en Chile se perciben burbujas inmobiliarias aisladas en algunos sectores.

-¿Cuál es la principal conclusión que saca del IEF?

– Pareciera que en Chile existen algunos indicadores que podrían relacionar el incremento en los precios con una burbuja. El Banco Central está en lo correcto al preocuparse y debiera estar preparado para actuar, preferentemente a través de sus poderes regulatorios y advertencias públicas sobre este fenómeno, si los precios se siguen manteniendo fuera de línea.

-¿Esto como se traduce?

-Aunque sí podemos ver que en algunas áreas los precios se encuentran fuera de línea con los fundamentos, viendo las cifras del Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, no pareciera que exista una burbuja propiamente tal en Chile, como la que nosotros tuvimos en Estados Unidos, o la de España e Irlanda.

-¿Cuáles son los factores que le llevan a sostener esto?

-Un gran tema es la tasa de vacancia, que se presenta muy baja en Chile. Esto sugiere que la demanda está siendo conducida por personas que están actualmente viviendo en sus casas, asumiendo que la tasa de vacancia es medida de forma precisa. Nosotros vimos records en tasas de vacancia en nuestra burbuja de 2006, lo que indicaba que nuestros precios no estaban siendo determinados por la demanda que estaba en los fundamentos del mercado de propiedades.

-¿Cuál es la correlación que ve con los niveles de renta?

-Ése es un factor importante en lo que está sucediendo en el país respecto a este fenómeno. Si se da una escalada en los precios basados en los fundamentos, entonces se debiera ver el mismo fenómeno en las rentas, ya que debieran ser comparables. En Estados Unidos, las rentas se mantuvieron esencialmente similares a las que se venían registrando antes, con una correlación con la inflación durante el peak de los años de la burbuja, indicando que no había caídas en el mercado de arriendos. Aquí el escenario viene dado por un mix de las rentas en Chile, indicando que en algunas áreas se podrían identificar burbujas, pero no es en todo el mercado.

-¿Cuál es el rol que está jugando la banca en esto?

-Las burbujas están generalmente conducidas por un incremento en los créditos y una baja de los estándares para otorgarlos. Pareciera que eso se está viendo en Chile en cierta forma, aunque no en los niveles que vimos nosotros en Estados Unidos.

-¿Cuáles fueron los efectos que sufrió la economía norteamericana en ese período?

-Nuestra burbuja distorsionó seriamente la economía, lo cual significó que el choque fuera aún peor, a través del efecto que tuvo la baja en los niveles de riqueza en el consumo. Nosotros tuvimos un enorme boom de consumo entre 2002 y 2007, con las tasas de ahorro cayendo hasta 0%. Ese mismo fenómeno pareciera que no estuviera sucediendo en el país.