Poleros urbanos, la apuesta de los jóvenes por dar un nuevo uso a las bicicletas y plazas

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.

Disciplina suma adeptos en Santiago, La Reina y Providencia:

Sobre dos ruedas, cientos de personas practican una variante del tradicional deporte a caballo.

Alejado del glamour que lo proclama como un “deporte de reyes”, pero no exento de la pasión y el fanatismo de un juego centenario. Así es el bike polo, un deporte que se alejó de la tradición del césped y los caballos para aterrizar en algunas calles y plazas de la capital.

Cada semana, decenas de equipos se toman los espacios en los que antes predominaban las pichangas para practicar una disciplina que no es nueva, pero que sí se está masificando en el país.

Y en vez de la fineza de un purasangre, lo que mueve a estos poleros urbanos es una bicicleta. “Puede ser de cualquier tipo: Mountain Bike, BMX, de paseo o Freestyle. Lo único que se requiere es que tenga al menos un freno. De ahí que este deporte sea más inclusivo que el polo original”, explica Jorge González, diseñador y uno de los organizadores del torneo sudamericano de polo en bicicleta que se jugó el año pasado en Santiago.

Ese campeonato contó con la participación de cinco equipos del continente y fue ganado por una escuadra chilena: los “Monopolientos”.

“Todo partió como un juego de amigos, pero con el tiempo fuimos tomándole el peso a esto como un deporte. Practicábamos un par de veces a la semana y así fuimos mejorando. Además de la bici, creo que este deporte se diferencia del polo original en que es menos elitista y mucho más integrador, por eso queremos que más gente lo practique”, explica Pablo Valenzuela. Su equipo no sólo ganó el torneo del año 2011, sino que además llegaron a la final del campeonato que en octubre se disputó en Buenos Aires.

“Perdimos con el mismo equipo brasileño al que le ganamos la final en Chile. Así que el próximo año nos tomaremos la revancha en el sudamericano de Sao Paulo”, agrega, detallando que algunos gastos son cubiertos por auspiciadores locales, pero que en su mayoría el dinero necesario para participar en los torneos sale desde su bolsillo.

Deporte atípico

En el año 2008, un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile comenzó a practicar el polo en bicicleta en el barrio Beauchef. El deporte, que era una rareza urbana en la capital, se practicaba hace varias décadas en muchos países del planeta.

Porque fue a finales del siglo XIX que esta disciplina surgió en Irlanda del Norte, cuando un grupo de viajeros observó cómo en India el polo se jugaba sin caballos, sino con elefantes. De ahí, la idea de montar la bicicleta se masificó en varios países del mundo hasta llegar a Norteamérica. En Estados Unidos y en la década de los 70, los carteros y repartidores que montaban una bicicleta lo popularizaron.

De cómo y por qué este inusual deporte llegó por primera vez a Chile, es un misterio. Los universitarios de Beauchef renombraron al juego como “ciclo palín”, aludiendo al célebre deporte mapuche. Con el tiempo, la práctica se fue generalizando y hoy existen ligas en la plaza Bogotá de Santiago Centro, el Parque Bustamante y la plaza Chadwick, en La Reina.

“Queremos que más gente se integre, así que dos veces por semana organizamos una escuela para la gente que quiera aprender”, explica González.

ORGANIZACIÓN

Los partidos se organizan a través del grupo de Facebook “Santiago Bike Polo”.