Guía Urbana de Santiago: Parque por la Paz Villa Grimaldi
Quizás para muchos, Villa Grimaldi (ex “Cuartel Terranova”) no es más que una historia del pasado; un lugar donde se vivieron terribles episodios de una de las épocas más oscuras de nuestro país. Pero hoy Villa Grimaldi está lejos de ser sólo recuerdos. Hace 15 años que en Peñalolén -a pocos minutos del metro Plaza Egaña- el Parque por la Paz tiene abiertas sus puertas a la comunidad que quiera conocer in situ los detalles del lugar.
Construido gracias a un proyecto arquitectónico que conjuga distintos momentos de la historia, el Parque por la Paz es un lugar calmo y a la vez sobrecogedor que invita a la reflexión en torno a los Derechos Humanos. Esta es la historia de la recuperación de un lugar de sufrimiento y su posterior transformación en un Monumento Nacional (2004): parque-museo que promueve “la cultura por la paz, la búsqueda de justicia y la dignificación de las víctimas”.
Historia: de la Villa Grimaldi al Cuartel Terranova
Antes de ser el “Cuartel Terranova”, los días en este sector de Peñalolén transcurrían tranquilos. Alrededor de 10 hectáreas eran destinadas a áreas verdes y a una gran casona construida a principios del siglo XX, que servía de administración del fundo de don José Arrieta (mismo nombre de la calle donde ahora está ubicada). En 1964, Emilio Vasallo (hermano de un embajador chileno en Italia) compró una hectárea del fundo y la decoró con jardines, piletas, una piscina y varias esculturas. Finalmente la llamó “Villa Grimaldi”. Con el tiempo, las reuniones de artistas e intelectuales que visitaban el lugar fueron resultaron tan agradables, que su dueño rebautizó a su estancia como “Paraíso Villa Grimaldi”.
Sin embargo, tras el Golpe de Estado la historia de este paraíso cambió: la lejanía de este lugar respecto de la ciudad atrajo a la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM) de la DINA, la que se instaló en el lugar al que llamaron “Cuartel Terranova”, desde fines de 1973 hasta 1978. Por su portón negro entraron alrededor de 4.500 prisioneros políticos. En este centro secreto se dispuso de instalaciones especialmente destinadas a la tortura.
Historia del Parque Por la Paz
Ya hacia 1978, poco a poco el Cuartel iba siendo desmantelado y abandonado. Así, antes del término de la Dictadura, en 1987, la CNI vendió la propiedad.
Cuando las máquinas de demolición ya habían arrasado con La Torre (el lugar más siniestro del Cuartel) y con la antigua casona, los vecinos de Peñalolén alertaron a distintas organizaciones para impedir que se continuara con la construcción de un conjunto habitacional que borraría la historia del lugar. Finalmente, el MINVU expropió el terreno y recuperó el lugar. En ese momento, parecía un peladero con ruinas y los cimientos de la casona estaban enterrados bajo 1 metro de tierra.
Luego de tres años de profunda investigación y desarrollo de un proyecto arquitectónico, el 22 de marzo de 1997 fue inaugurado el Parque por la Paz. El nuevo plano cuenta con distintos elementos simbólicos, como el camino de la muerte, que parte en el portón usado por la DINA y que termina en La Torre, y el camino de la vida, que parte en la nueva entrada del Parque por la Paz y que termina en el muro donde están grabados los nombres de todas las víctimas de Villa Grimaldi. También las placas que indican lo que había en el lugar están hechas con fragmentos de baldosas y ubicadas en el suelo, como recuerdo de que lo único que veían diariamente los prisioneros políticos.
Monumento Rieles de Quintero
Una investigación llevada a cabo por el Juez Juan Guzmán Tapia en un caso de violaciones a los Derechos Humanos, terminó con el hallazgo de un lote de rieles que permanecían sumergidos en la bahía de Quintero, V región. Estos rieles son la prueba de los últimos métodos utilizados para hacer desaparecer a personas, según cuentan en el Parque.
Los rieles fueron entregados por el Juez a la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi en 2004 y el monumento cúbico donde son conservados fue inaugurado en 2007. Quienes visitan el lugar pueden ver de cerca el botón de una camisa que permaneció por años pegado a un trozo de riel.
El Camino de la Memoria
Una de las instalaciones que tuvo que ser reconstruida fue el modelo de las llamadas “Casas Chile” o “Casas Corvi”; unas celdas 2×1 mts. que se utilizaron para aprisionar hasta ocho personas durante semanas. Quienes visitan el Parque pueden vivir la experiencia de estar dentro de una de estas reconstrucciones.
Hoy, en lugar de las celdas hay grandes abedules que fueron escogidos como símbolo por su gran capacidad de resiliencia. También está el Banco de la Solidaridad o Muro en Arco, el muro original que los prisioneros ocuparon como asiento para compartir en silencio y entregar gestos de amistad.
Una de las historias que conmueve en este lugar, es la de Carlos Carrasco Matus, un joven dirigente estudiantil que se infiltró en la BIM como soldado para ayudar a los presos. Testimonios dicen que él le daba leche en polvo a las embarazadas y agua a quienes estaban encerrados. Sin embargo, cuando fue descubierto fue colgado en el Ombú, un gran árbol que aún está en el Parque. Ombú, en la lengua de una etnia argentina, significa “Árbol de la Esperanza”.
La torre
Además de las celdas, el proyecto del Parque por la Paz contempló la reconstrucción de La Torre en el mismo lugar donde permanecían sus cimientos. Esta construcción de 11 metros de alto antiguamente era un reservorio de agua de la casona, pero fue rehabilitada por la DINA, para mantener prisioneros.
Sala de la Memoria
Cámaras, fotografías, cartas, collares, pañuelos y discos de vinilo son algunos de los objetos que los familiares de algunas víctimas del Cuartel Terranova donaron a la Corporación. Esta Sala de la Memoria fue la que, en parte, inspiró el Museo de la Memoria, y está instalada dentro de uno de los camarines de la piscina de la Villa.
Memoriales
Quizás, uno de los lugares más conmovedores del Parque por la Paz es el Memorial de Rosas de Villa Grimaldi. Allí hay un rosal de pétalos blancos, rosas, rojos o amarillos por cada mujer asesinada y desaparecida del país en ese tiempo. Junto a cada mata hay una placa con un nombre o con un espacio en blanco en honor a las mujeres desconocidas.
Hay que ver: Los objetos donados que pertenecieron al dirigente estudiantil Carlos Carrasco Matus. Entre ellos, hay una carta para su mamá que él escribió cuando era niño.
Disco recomendado: “Acuario”, Manuel García
Estacionamientos: Sí.
Estacionamiento de bicicletas: Sí, al interior del parque.
Cajero automático: En Av. José Arrieta con calle Jorge Alessandri.
Ubicación: Av. José Arrieta 8401, Comuna de Peñalolén, Santiago.
Horarios:
Tarifas: Entrada liberada (incluso las visitas guiadas).
Metro: Estación Plaza Egaña y luego micro 503 o D09.
Visitas guiadas: Martes, miércoles, jueves y viernes a las 10:30, 12:00 y 15:00 hrs. Previamente programadas y atendidas por profesionales de la Corporación. Más información en este enlace.
Fotografías: Juan Guillermo Ramírez / © Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
- © Juan Guillermo Ramírez / Plataforma Urbana
Pingback: Anonymous()