Dónde practicar tai chi al aire libre en Santiago: plazas, parques y azoteas

Por Lorena Leiva y René Paz, La Tercera.

Desde la próxima semana, en la Plaza Perú, en Las Condes, se realizarán clases todos los miércoles, a las 13 horas.

Parques, plazas públicas y hasta azoteas de edificios. Son variadas las posibilidades que tiene cualquier santiaguino de acceder a la enseñanza y práctica del tai chi al aire libre. Así lo atestiguan los movimientos pausados, sincronizados y relajados de alumnos perfectamente integrados a áreas verdes de la capi- tal, como el Parque Padre Hurtado y la Casona Nemesio Antúnez, en La Reina, y la Plaza Perú, en Las Condes.

Este arte marcial -basado en ejercicios individuales de meditación, postura y respiración- es idóneo para alcanzar una mayor relajación y eliminar problemas de ansiedad y nerviosismo, producto de la vida sedentaria pegada al computador y el estrés.

Desde el próximo miércoles, a las 13 horas, se retoman las sesiones de tai chi en la Plaza Perú, en el marco del Mercado Orgánico (MO).

“La idea es que la gente que trabaja alrededor haga un alto en su rutina y a la hora de almuerzo pueda optar por un break en esta área verde. Las sesiones se realizan todos los miércoles en un ambiente tranquilo y relajado, con música que calma y tranquiliza”, explica una de las fundadoras de MO, Paula Casanova.

Ahí, el instructor Ignacio Saavedra realizará clases gratuitas de esta disciplina, que busca el equilibrio entre la mente y el cuerpo y cuyos movimientos están inspirados en posturas de animales. Son sesiones personalizadas dirigidas a jóvenes y adultos.

“El tai chi se orienta principalmente a una meditación en movimiento, para generar una pausa en el ritmo acelerado que llevamos. Además, tiene un aspecto relacionado con la salud, ya que mejora las funciones de los órganos principales y revitaliza el cuerpo, dando bienestar general a quien lo practica”, agrega Saavedra.

En las alturas

Las sesiones de tai chi que se desarrollan todos los miércoles, a las 19 horas, en la azotea del Centro Valle Luna Verde (Bilbao 2752. Providencia) son ideales para quienes después del trabajo quieran relajarse y conectarse con su cuerpo frente a una puesta de sol y una atractiva vista de la ciudad.

“La brisa y el sol, que a esa hora suele estar a la altura del horizonte, hacen de la clase una experiencia agradable. La contemplación del paisaje y encontrar la armonía interior es parte de lo que busca el tai chi”, explica Bárbara Lillo, alumna del centro.

Son cuatro clases mensuales que tienen un costo de $ 24.000 y existe la opción de tomar una de prueba gratis.

Sesiones dominicales

Ahora que los termómetros comienzan a marcar altas temperaturas, la escuela Chen Tai Chi (Larraín 6727) comenzará su temporada de clases.

El lugar elegido para hacerlo es el Parque Padre Hurtado (Bilbao 8105), donde los tres últimos domingos de noviembre se podrá practicar de manera gratuita la disciplina entre las 10 y 11 de la mañana.

“Como en Santiago no existe aún una cultura de tai chi, el mal tiempo aleja a la gente. Por eso elegimos esta fecha para comenzar nuestra temporada al aire libre. Además, el parque es tranquilo y la ubicación es óptima, ya que la escuela está en el mismo barrio”, cuenta el instructor a cargo, Alberto Catalán.

Con 18 años de estudio y 10 de experiencia, Catalán explica que tiene estudiantes de todas las edades.

“Los jóvenes buscan el equilibrio entre mente y cuerpo. Los adultos, en cambio, lo hacen como terapia para recuperarse de enfermedades”, agrega el instructor.

La próxima semana en la Casona Nemesio Antúnez (Larraín 8580) también comenzará un ciclo de clases. Para adultos, martes y jueves a las 10.15 y 11.30 horas, y para niños, miércoles de 17.30 a 18 horas y sábados, de las 10 a las 11.30 horas. El mes cuesta $ 16.000.

Las sesiones estarán enfocadas al tai chi chi kung, la forma más básica de la disciplina y destinada a alumnos sin experiencia. “Mano de acero y guante de terciopelo” es una frase que se usa en China para definir la actitud en esta práctica. Porque hay suavidad externa y fortaleza interior.