Guía Urbana de Santiago: Hipódromo de Chile
Solo cuatro veces al mes (jueves y sábados por medio), desde las 14:00 hasta las 22:00 hrs., el Hipódromo de Chile abre sus puertas en la avenida del mismo nombre en la comuna de Independencia, para lucirse con un evento deportivo que lleva más de cien años en nuestro país.
Lejos de lo que se podría pensar, el panorama no es exclusivo para hombres fanáticos de los caballos y las apuestas. Niños, mujeres y jóvenes disfrutan de una variada oferta gastronómica, preparando asados con la familia y amigos, jugando en las canchas de fútbol, en los juegos infantiles, o alentando en alguna de las cuatro galerías, la carrera de “Tango feroz”, “Siempre digna”, “Don Jote”, “Batiman”, “Hijo del pan” y “Estrella mortal”.
Historia
Tras la fundación del Hipódromo en 1904 por parte de un grupo de criadores, propietarios, preparadores y aficionados, las primeras carreras se corrieron en terrenos arrendados en la zona sur del Zanjón de la Aguada (Maipú). Lo que en ese entonces parecía un proyecto muy ambicioso y difícil de llevar a cabo en Chile, poco a poco fue tomando vuelo, hasta que un año mas tarde en el sector conocido originalmente como “La Palma”, se inició la construcción de un recinto privado que contemplaba una pista de arena de 1.665 mt y una galería. Finalmente el 15 de noviembre de 1906, se dio inicio a lo que sería una de las actividades deportivas más populares que existen actualmente.
Desde ese entonces, este núcleo deportivo ha sido un hito relevante para el impulso urbano de la actual comuna de Independencia. La construcción de la Plaza Chacabuco, la llevada del tranvía y la apertura de calles y avenidas se cuentan entre las consecuencias del creciente flujo de aficionados que iban a ver las carreras.
Fanáticos
Un grupo de hombres llena lo que parece una sala de espera. De pie, pifean y hacen chasquidos con los dedos mientras en la otra mano sostienen la hoja con las carreras del día. Esta imagen se repite en muchas ciudades: el fenómeno de Teletrack (canal oficial de las carreras de caballos) es indiscutible. Este auténtico fanatismo acarrea generaciones familiares y la efervescencia de los apostadores se siente aún más fuerte en el Hipódromo, cuando los pura sangre pasan con sus jinetes a toda velocidad hacia la meta.
Pero además del gusto por los caballos y las carreras, la hípica tiene un encanto bajo la manga: las apuestas. Se pueden transar desde $100 pesos hasta lo que aguante el bolsillo (el promedio de las apuestas más altas rodea $1 millón). Las cifras varían, pero según cuenta un asiduo apostador, con $500 se puede llegar a ganar entre $20 mil y $30 mil. Quienes no conocen las reglas del juego, pueden ver las instrucciones en este enlace.
Miradores y cajas de apuestas
Dentro de los recintos para las apuestas y los miradores está, en primer lugar, la Tribuna Centenario, ubicada en el lado poniente del edificio. Allí se puede entrar de manera gratuita y se vende huevos duros, cuchuflíes, terremotos, juguetes para los niños, entre otras cosas. Luego, en el primer piso del edificio central esta el Paddock Preferencial, que tiene un costo de entrada de $600 sólo para los varones. Aquí se concentra el mayor número de cajas de apuestas y el mirador más cercano a la meta, que cuenta con un espacio reservado -y respetado- para personas con discapacidad física.
En el segundo piso esta St. Leger, un área un poco mas exclusiva con un costo de entrada de $3.000 para hombres y mujeres. Este lugar cuenta con conexión a internet inálambrica. Finalmente, el tercer piso es reservado totalmente para los socios y accionistas. De aquí es donde salen las apuestas más cuantiosas. Desde su mirador se tiene una vista completa de la zona de picnic y juegos y, por supuesto de la pista, por lo que se acostumbra a usar binoculares.
Los Pura Sangre y sus escenarios
Si bien el Hipódromo ofrece de todo a los visitantes, no escatima en infraestructura para las distintas necesidades de los caballos. En 2011 se inauguró una Veterinaria de primer nivel, que permite hacer video endoscopía, gastroscopías y radiografías digitales, entre otros exámenes. Antes de salir a la pista, los caballos se alimentan y asean en las Caballerizas. Luego pasan a los Boxes donde se les pone los estribos, montura, correas y otros implementos y se les viste con coloridas capas que hacen juego con el traje de sus jinetes, a quienes luego de pesarse se les llama “¡a montar!”. Una vez listos para correr, jinete y caballo hacen su presentación formal por el Óvalo, donde son alentados el público. La Pista permite 16 caballos en carrera, y hay otras dos reservadas para entrenamiento. En el Partidor, como su nombre lo dice, son ubicados los caballos y jinetes para que el juez de la partida. Después de estar asegurados, suenan las trompetas y se larga la carrera. El caballo ganador pasa a La Troya, lugar de premiación donde se fotografían con los dueños de las aras o los accionistas.
Hipódromo para la familia
$100 por persona y $200 por auto cuesta pasarlo bien toda una tarde en el sector más entretenido del Hipódromo. Familias y amigos llegan a las 14:00 hrs. para hacer un asado, jugar en las canchas de fútbol y divertirse en los juegos infantiles. Aquí también hay un restaurante, cajas de apuestas, puestos de venta de juguetes y galerías para ver las carreras.
Muchos lugares donde comer… y rico
Terremotos, bebidas, vino, cazuela, completos, chacareros, empanadas y diversos Menús. Si hay algo por lo que destaca el Hipódromo es por la cantidad de restaurantes, bares y negocios que tiene en prácticamente todo el recinto. Las ofertas son tan variadas como los precios y los lugares desde donde se puede disfrutar compartiendo con los amigos o la familia. El casino con la vista más completa es el del tercer piso del edificio, donde solo tienen acceso los socios y accionistas. Allí, como en todos los pisos, no podían faltar los televisores para no perderse ningún detalle de la carrera.
Pero no hay que tener gran presencia monetaria para tener la que es -quizás- la mejor vista del Hipódromo. El casino de Don José es uno de los clásicos. Está ubicado justo al lado de la pista de carreras y de la entrada a la zona de picnic y juegos. Dentro de sus promociones destacan 2 Barros Luco a $1.900, 2 Churrascos Tomate Mayo a $1.600 y 3 completos más 3 jugos a $1.000. Este casino es totalmente recomendable al atardecer, cuando las luces del edificio, el cielo rosado y el galope de los caballos generan un ambiente ideal para terminar el día.
Hay que ver: Más que un detalle o un lugar, un momento: el atardecer en el Hipódromo es único.
Estacionamiento para bicicletas: No.
Estacionamientos: Sí, por Av. Hipódromo Chile Nº 1715. Gratuitos.
Disco recomendado para el recorrido: “Cuecas como las canta el roto“, 3×7 veintiuna.
Cajero automático: No. Los más cercanos están en Plaza Chacabuco o en la calle Fermín Vivaceta con Reina María, a un costado del Hipódromo.
Ubicación: Av. Hipódromo Chile Nº 1715, Independencia, Santiago.
Accesos: Automóviles y peatones por Av. Hipódromo Chile.
Metro: Estación Einstein, Línea 2, y luego Micro B14.
Visitas guiadas: No.
Horarios: Jueves y Sábados por medio, de 14:00 a 22:00 hrs.
Valor entrada: La entrada al recinto es de $100 por persona y $200 por auto. La Tribuna Centanrio es gratis. Paddock Preferencial $600 (hombres). St. Leger $3.000 (hombres y mujeres). Jardines, canchas, y sector de asados, gratis.
Ver On Line: www.hipodromo.cl
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