Bomberos restaura su cuartel general y abrirá museo en 2013

En junio concluirá la reparación del interior y de la fachada de este edificio, que data de 1863.

por Evelyn Briceño La Tercera

En pleno centro de Santiago, la esquina suroriente de Santo Domingo con Puente alberga un edificio de color rojo que rara vez figura en la enumeración de hitos arquitectónicos de la capital. Es el cuartel general de Bomberos, inmueble que data de 1863 y construido en los terrenos que fueran el solar de doña Inés de Suárez.

Desde hace un año se está refaccionando el interior de esta construcción, declarada Monumento Histórico en 1983, y esta semana comenzaron los trabajos para reparar su fachada.

Con estas obras la institución quiere abrirse a la comunidad y mostrar sus tesoros. El domingo 27 de mayo, cuando sea el próximo Día del Patrimonio, el público podrá conocer por dentro este edificio de 6.185 m2. Y en 2013, para celebrar sus 150 años de existencia, Bomberos abrirá un espacio -de 300 metros cuadrados- para exhibir ahí su patrimonio histórico.

“Somos una atracción turística. Sólo basta pensar que este es el único país del mundo en que los bomberos son 100% voluntarios”, destaca Luis Alberto Ovalle, intendente general del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

Agrega que en el museo se exhibirán desde los uniformes y cascos que se han usado en la historia de la institución, hasta las 4.500 fotos de los incendios más grandes que han ocurrido en Santiago, pasando por las condecoraciones recibidas y el casco que usó el ex presidente Pedro Montt, quien durante su mandato (1906-1910) siguió siendo voluntario.

Resaltarán, además, los antecedentes y reliquias del incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús (8 de diciembre de 1863). En esa tragedia fallecieron más de 2.000 personas y la conmoción que causó dio pie a la fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Así, se exhibirá una de las campanas de esa iglesia, que la institución conserva hasta hoy.

La torre de Vivaceta

Este edificio pasó a manos de Bomberos en 1863 y nunca había recibido una reparación tan a fondo. “Partimos en enero de 2011, para corregir los daños que dejó el terremoto de 2010. Pero luego, decidimos extendernos y renovar todo, desde el sistema eléctrico al piso de parquet, pasando por replicar los vitrales originales”, cuenta Ovalle.

Las reparaciones incluyen a la torre de 37 metros que corona el techo y que fue donada por el arquitecto Fermín Vivaceta en 1893. La campana que está en su interior -la más grande de Santiago, dicen en Bomberos, con un diámetro de 1,8 metro- daba la alarma de incendio en aquella época.

La arquitecta a cargo de la restauración es Amaya Irarrázaval, quien solicitó a los ejecutantes, la oficina de arquitectos de Sergio Andreu, planos detallados de la edificación, para conservar y respetar estrictamente la línea del edificio.

“De este inmueble destaco especialmente su torre, su sistema de iluminación interior -a través de claraboyas, escaleras y verdaderos balcones interiores- y las maderas estructurales -roble y pino oregón- que se trataron para que, además, sean elementos decorativos”, remata Irarrázaval.