Cartas de la semana: Sanhattan en la polémica

Vista aérea del sector de Sanhattan, Santiago.

Gran polémica ha causado por estos días la preocupación por el sector de Sanhattan en Santiago, para el que se espera gran afluencia de transeúntes y vehículos una vez que se abra el edificio Costanera Center. Tanto vecinos, como arquitectos, políticos y expertos, se han manifestado en torno al rol de las autoridades involucradas, haciendo críticas y propuestas con el fin de mitigar las consecuencias a dos meses de la apertura del mall del Costanera Center.

Tema del cual publicamos un artículo hace algunas semanas titulado Costanera Center ¿Así es como se hace ciudad en Chile?

A continuación, las cartas escritas a El Mercurio por:

Jorge Valenzuela Durán, Presidente Junta de Vecinos N° 12 Pedro de Valdivia Norte

Eduardo Bitran, Ex ministro de Obras Públicas

Javier Hurtado, Gerente de Estudios Cámara Chilena de la Construcción

Christian de Groote, Arquitecto

Sector “Sanhattan”

Señor Director:

Estimamos que la génesis de los problemas viales en el sector denominado “Sanhattan” se encuentra básicamente en la falta de coordinación de las decisiones, continuas equivocaciones y principalmente en la permisividad de autoridades que responsablemente debieron oponerse y corregir oportunamente estas situaciones. Confluyen ahí, las decisiones individuales de tres municipios, algunos organismos, ministerios y, fundamentalmente, las dominantes y malas resoluciones del MOP. El resultado es el atolladero que hoy conocemos.

Llevamos luchando más de ocho años para evitar esta enorme aberración, habiéndonos reunido con las principales autoridades del país, colegios profesionales y empresas del lugar, entregando estudios, análisis, propuestas y soluciones; sin embargo, en general hemos recibido respuestas vagas, sin fondo y finalmente comprobamos que se hizo caso omiso del problema hasta la fecha.

Los estudios existentes demuestran que con los túneles y el tráfico existente en el sector “Sanhattan” la situación vial es caótica y que con las aglomeraciones que se producen se bloquea toda la red vial del lugar. De no resolverse inteligentemente esta situación, este será el sector más congestionado de Santiago, por los flujos, la gran cantidad de puntos críticos que aún persisten y el enfrentamiento del saturado tráfico de pasada, con el de 25 mil vehículos de destino (estacionamientos de 18 grandes proyectos).

Un aspecto fundamental a considerar lo constituyen las malas salidas a Providencia de los túneles, por la corta Av. El Cerro, que aportan transversalmente a Av. A. Bello y a Sta. María una enorme cantidad de vehículos al lugar y en particular al Costanera Center, frenando todo el desplazamiento en el sentido Oriente-Poniente y Norte-Sur, por la ausencia de continuidad y debido a que las medidas de mitigación en curso son insuficientes para resolver esto.

A pesar de los esfuerzos vecinales y del municipio, la solución de este problema se ha dilatado incomprensiblemente, las instituciones no han funcionado y esta catástrofe urbana se aproxima rápidamente. Debido a lo anterior, desde ya nos ponemos a disposición para colaborar en esta importante tarea, pero aseguramos que este no es sólo un problema de tránsito, sino que también de contaminación, urbanismo y ejecución de obras imprescindibles para arreglar este caos.

Esperamos que las autoridades manejen cuidadosamente las autorizaciones de funcionamiento de estos nuevos proyectos y desarrollen soluciones efectivas. Creemos necesario ser cuidadosos en tarificar un sector, cuyas obras se han realizado sin participación ciudadana y obedecen exclusivamente a equívocas resoluciones de la autoridad.

Jorge Valenzuela Durán

Presidente Junta de Vecinos N° 12 Pedro de Valdivia Norte.


“Sanhattan” y responsabilidades

Señor Director:

Una reflexión sobre su artículo en Reportajes sobre “el colapso total del tránsito motorizado y de superficie del Sanhattan” del domingo. Primero, efectivamente el plan de mitigación se presentó en el comité de ministros el año 2007 y hoy hay un avance de menos de 10% del plan que debió concluir el 2010.

Se pregunta por el responsable de este colapso. El primer responsable es la institucionalidad fragmentada en materia urbana. Existen al menos cuatro ministerios con atribuciones, intendencia, varias municipalidades y no existe ni el capital social ni la calidad de la política para que actúen en forma coordinada a favor del interés colectivo. Adicionalmente, la Autopista Vespucio Oriente era urgente de materializar. Los estudios de ingeniería conceptual finalizaron el 2007. ¿Qué pasó entre el 2008 y el 2012? El ministro De Solminihac se entretuvo aumentando el costo de la Autopista Vespucio de 1.100 millones a 2.200 millones de dólares, cediendo a todas las presiones de los alcaldes, requiriéndose un subsidio de US$ 1.000 millones a los ricos, con lo cual hizo el proyecto inviable. El 2007 ya estaban en construcción varios megaproyectos inmobiliarios con más de 15 mil estacionamientos, en una zona de un kilómetro cuadrado y un túnel que desviaba el tránsito a Ciudad Empresarial y Vespucio Norte a la zona de conflicto.

El problema de fondo es una visión imperante en nuestra sociedad delaissez faire en materia urbana, de que el mercado todo lo resuelve, de la debilidad de planificación del Estado, de la falta de instrumentos de las instituciones públicas, del lobby empresarial, de la crisis del MOP-Gate que le restó capacidad de maniobra al MOP y, en general, la falta de transparencia y rendición de cuentas, los alcaldes maximalistas del sector oriente, que no responden de sus actos y compromisos; todos estos son los factores que explican este desbarajuste.

Por último, otro responsable es la oposición de las concesionarias a que se use el valor presente del ingreso como variable de adjudicación en las licitaciones de vialidad y que se pueda recomprar la concesión por el Estado al valor remanente de valor presente del ingreso menos el ahorro de gasto de operación. Si Copsa y la Cámara de la Construcción hubieran tenido menos poder político, el valor presente de los ingresos habría sido la variable de adjudicación y no tendríamos rentas monopólicas superiores al 40% sobre capital para las dos principales autopistas urbanas.

Hoy con el esquema de licitación usado y la miopía de las concesionarias, el ministro Golborne no puede llegar a un acuerdo con Costanera Norte. Así, el MOP no podrá hacer el túnel de la Kennedy ni la conexión entre túnel San Cristóbal y Costanera Norte y otras obras fundamentales. Este caos requiere una solución drástica ahora.

Eduardo Bitrán

Ex ministro de Obras Públicas


Responsabilidades en “Sanhattan”

Señor Director:

En la carta del ex ministro Eduardo Bitran se vincula a las concesiones a problemas con los cuales no tienen ninguna relación y cuya naturaleza se originan, ciertamente, en los cambios realizados en los planes reguladores comunales, los que se materializaron sin planificar la infraestructura adecuada a la densidad permitida. Todo esto con mucha anterioridad al desarrollo de los diferentes proyectos inmobiliarios.

Esta vez, al comentar el impacto vial de las obras que se realizan en “Sanhattan”, se atribuye tanto a la Cámara de la Construcción como a la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Pública (Copsa) un supuesto “poder político” que habría incidido en la actual y futura situación de ese sector de Santiago.

Con estas afirmaciones, el autor desconoce que el sistema de concesiones funciona en el marco de una institucionalidad establecida, esto es, leyes que norman la adecuada administración y funcionamiento de estas obras y que cuentan con una estricta fiscalización por parte de la autoridad.

Sin embargo, como consideración a la insistencia del ex ministro, en materia de obras concesionadas, es importante reiterar que, existiendo competencia, la variable del valor presente del ingreso no es la única posible, ni tampoco la mejor, ya que el tema de fondo es que exista competencia.

Pero no todo son diferencias. Afortunadamente, la Cámara Chilena de la Construcción sí comparte otra de sus inquietudes: la urgente necesidad de contar con una política nacional de desarrollo urbano que entregue principios para la necesaria actuación coordinada de los actores involucrados. Tanto así que, en mayo de 2011, entregamos al Presidente de la República y a la opinión pública un documento con las bases de lo que, tras varios años de estudios del único gremio del país que se ha preocupado de este tema, consideramos será la oportunidad no sólo de planificar mejor nuestras ciudades para contar con una mejor calidad de vida, sino también de evitar situaciones como las que hoy enfrenta el sector conocido como “Sanhattan”.

Carta de Javier Hurtado

Gerente de Estudios Cámara Chilena de la Construcción.


“Sanhattan” y responsabilidades

Señor Director:

Muy ilustrativa la carta de Eduardo Bitran, ex ministro de Obras Públicas, aparecida el martes, sobre la crisis de “Sanhattan” y sus responsables, en la que nos ilustra respecto de que el plan de mitigación vial para el área fue presentado ante el Comité de Ministros el año 2007 y que su ejecución debió haber concluido en 2010, habiéndose ejecutado a la fecha menos del 10%

¿No será hora de enfrentar el problema y a sus actores con una óptica distinta?

Por ejemplo, para el túnel previsto en avenida Kennedy desde la rotonda Pérez Zujovic hasta Américo Vespucio, de responsabilidad de Costanera Norte, presentar un recurso de protección contra ella porque no es concebible en ninguna parte del mundo una autopista que no tenga caletera, en este caso por su costado norte, lleno de edificios de departamentos. De esta manera, Kennedy perdería su condición de autopista desde Tabancura hasta la rotonda de Vitacura mientras no se construya el túnel.

Por el contrario, para el caso del Costanera Center, no habría más tiras y aflojas. Eximiría al señor Paulmann de todas sus obligaciones determinadas en el Estudio de Impacto Vial, le permitiría usar sus 5.500 estacionamientos ya en abril próximo para la inauguración del centro comercial. Además, lo liberaría de su obligación de construir el túnel bajo la avenida Andrés Bello y permitiría los giros a la izquierda tanto en la avenida Tajamar como en Nueva Los Leones, produciendo con esta aproximación al problema vial de “Sanhattan” el caos aquí y ahora.

Tal vez entonces veríamos al MOP sacudirse de su inoperancia, seríamos testigos de la alarma extrema de las otras inmobiliarias del sector, así como del muñequeo político de Copsa, la Cámara Chilena de la Construcción, las municipalidades de Providencia, Las Condes y Vitacura, etcétera, para al fin empezar a funcionar con urgencia en la dirección contraria a como lo han estado haciendo hasta ahora.

Christian de Groote
Arquitecto