¿Qué pasó con la Reconstrucción?

© Guillermo Hevia García

Por Guillermo Hevia García, Arquitecto PUC, Editor de Contenidos de Plataforma Arquitectura

En muy poco tiempo se cumplirán 2 años desde el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 201o y ¿que podemos decir de la reconstrucción planteada como la gran oportunidad de mejoras y hacer bien las cosas?

Creo que la manera de enfrentar la reconstrucción se resume perfectamente en una imagen, la de la Iglesia de San Francisco en Curicó (Chile) que luego de 2 años sólo ha sido cubierta con zinc.

Hemos buscado solucionar el problema a corto plazo, sin ser capaces de generar lineamientos, ideas rectoras o criterios generales para nuestras ciudades o una manera seria de enfrentar el problema, sólo un conjunto de proyectos aislados incapaces de construir un cuerpo armónico.

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La actual imagen de la Iglesia de San Francisco me parece perfecta para ilustrar la reconstrucción. Se ha buscado solucionar los problemas de manera urgente, sin reparar en la necesidad de planear antes de actuar. Sólo se ha actuado, sin medir las consecuencias de estas acciones y los problemas y carencias que depararán para el futuro. Obras o construcciones de dudosa calidad, que quedarán en los lugares por muchos años más, en un contexto donde lo provisorio siempre termina siendo definitivo.

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No nos detuvimos a pensar cuales eran los valores de nuestras ciudades más afectadas, observaciones o lineamientos tan simples como haber mantenido la fachada continua, una altura de edificación y su porcentaje de opacidad y aperturas (optando por materiales más solidos en lugar de tinglados o revestimientos metálicos) podrían haber sido al menos un comienzo.

Donde antes existía un conjunto de casas de adobe y fachada continua hoy aparecen construcciones livianas, con distintas distancias de retranqueamiento de la vereda y diferentes alturas. Lo que antes era una calle bien configurada y con un cierto valor arquitectónico y humano (no por la calidad de la obra individual, sino por su conjunto) hoy es una sumatoria al azar de elementos.

Se ha privilegiado la velocidad, en situaciones donde podríamos haber optado por la calidad (obviamente existen urgencias que fue clave solucionar de inmediato, me refiero a los otros ejemplos) el solucionar el problema sin previamente formularlo.

© Guillermo Hevia García

Creo finalmente que esto es fiel reflejo de nuestra idiosincrasia y reflejo también de lo que llamamos arquitectura chilena, hemos sido capaces de generar unidades pero no estamos cerca de configurar un conjunto, finalmente nuestro compromiso con la ciudad he ha existido.

¿Estamos todavía a tiempo?

Artículo original en: Plataforma Arquitectura