La ruta Interlagos ya exhibe 40% de avance y tendrá obras por US$190 millones hasta 2016

En cuatro años, completará 1.920 km, 1.020 de ellos pavimentados. Este verano se podrá disfrutar de más de 1.000 km rodeando lagos, volcanes y bosques.

Soledad Neira El Mercurio

“Desde asfalto a tierra”, resume Karoline Frank, una alemana que llegó a Chile de luna de miel. “Escapando del frío”, dice, para recorrer en moto parte del sur de Chile y seguir a Argentina a través del lago Pirihueico, para cruzar por el Paso Internacional Huahum.

Ella y su marido disfrutaron de varios tramos de la Ruta Interlagos, un circuito de caminos entre las regiones de la Araucanía y los Lagos, que avanza de lago en lago, entre termas y entre parques, siempre bajo la imponente presencia de los volcanes que rugen en estas tierras.

El Llaima, el Villarrica, el Choshuenco, el Puntiagudo, el Osorno… y la pluma de cenizas del Cordón Caulle, que se hizo visible para los visitantes luego de su imparable erupción.

La Ruta Interlagos sumó, entre 2008 y 2011, 161,9 kms de pavimento, lo que equivale a un avance de un 40%. Entre este año y 2016 se invertirán $95 mil millones (US$ 190 millones) para completar 1.020 km de asfalto, de un total de 1.920 km de recorrido entre Victoria (Araucanía) y Puelo (Los Lagos).

Conectará 22 lagos y permitirá llegar a lugares de gran belleza escénica y, además, mejorará la conectividad de cerca de medio millón de personas en 21 comunas, 9 de las cuales califican como pobres, explican en el Ministerio de Obras Públicas.

La ruta se compone de seis circuitos: Araucanía Andina y Araucanía Lacustre, Siete Lagos, Lago Ranco, Norpatagonia y Lago Llanquihue, todos con distinto grado de desarrollo.

En la práctica, Araucanía Norte y Lago Ranco se pueden recorrer sin salir a la Ruta 5. En Llanquihue, sólo se interrumpe entre Llanquihue y Puerto Varas. En los demás, hay tramos faltantes en la zona de Caburga, cruzando el Parque Nacional Villarrica y en el Lago Riñihue, tramos que están en el proyecto a 2016.

Para los visitantes, como Karoline, “los caminos están perfectos”. Pero quienes viven ahí todo el año, como Manuel Naves, de la barcaza que cruza el Lago Pirihueico, anhelan que asfalten los 17 km que faltan hasta el cruce hacia Panguipulli.

“Por ser el paso más bajo de Chile, Hua-Hum resolvería problemas de conectividad por Argentina” cuando otros pasos colapsan por la nieve, dice.

Por ahora, pocos caminos están señalizados como Ruta Interlagos, y los mapas turísticos no siempre marcan cortes. Como aquellos que marcan continuidad entre Coñaripe y Curarrehue, pero en la práctica se avanza 27 km y los últimos 5 sólo en 4×4, y sólo en la entrada al parque hay advertencia de que los próximos 9 km son sólo “a pie”.

Lo mismo ocurre con el camino que bordea la ribera sur del Lago Riñihue, que aparece de ripio y es asfalto por 33 km. Otra dificultad es la información caminera, ya que varios letreros son confusos y antiguos.

Como en la zona de Futrono y Panguipulli. Con extremos, como un cruce de dos caminos de ripio hacia Las Huellas, donde hay cinco letreros grandes y ninguno advierte que 10 km más adelante el camino se interrumpe por la construcción de dos puentes en una ruta hacia el Lago Riñihue.

En general, la señalética de estos lugares es para residentes, sin referencia a ciudades grandes que permitan a los visitantes orientarse mejor y otros que confunden: “Panguipulli 52”, 3 km más allá, “Panguipulli 53 km”.

De los caminos difíciles, el que se interna por el PN Villarrica y el que cruza de Llallarca a Carirriñe, porque son angostos o tienen malas condiciones.

Pero en los sectores en que se está trabajando, el resultado es espectacular. Ensenada a Cascadas, bordeando el Lago Llanquihue, con ciclovía; la ruta hacia Puerto Fuy, que bordea el Lago Panguipulli, donde algunos tramos de camino parecen tallados en la roca, por nombrar algunos.

Son rutas diseñadas como escénicas, con miradores que ofrecen oportunidades únicas, como sentir el laborioso trabajo de un pájaro carpintero que, además, se pasea para descansar en un árbol junto al lago, entre Panguipulli y Puerto Fuy.

Caminos con nuevos estándares, todos con ciclovía, lo que se advierte en nuevos tramos, con fajas para obras anchas, de 10 o más metros, como desde Cascadas hacia Entre Lagos.

Como dato práctico, es mejor no abordar de noche zonas de ripio, transitar con luces encendidas y llenar el estanque de combustible cada vez que pueda, porque hay lugares en que es posible que el “encargado” no esté y puede pasar largo rato esperando a que regrese.

Además, hay que estimar mayores tiempos de viaje, por el ripio y por trabajos en varias vías.

Eso no es problema para quienes optan por “la bici”. Muchos extranjeros eligen caminos de ripio, “tienen menos tránsito y se puede disfrutar del paisaje”, dice Laura Bohleber, de Suiza, quien llegó desde Bolivia con Lois Robatel, para pedalear dos meses por el sur de Chile.

Juan De Pablo, un argentino que va rumbo a Liquiñe, dice que “es muy lindo, muy interesante. Cansador por las subidas, pero es lo que uno busca”.

CORTES
Los mapas turísticos no siempre marcan las interrupciones. Es lo que sucede en Curarrehue.