Biblioteca Nicanor Parra: antipoesía y modernidad en el Barrio Universitario

El edificio de Mathias Klotz promete ser un nuevo polo cultural de Santiago Poniente.

por Rodrigo Miranda (La Tercera)

El viernes pasado abrió en pleno Barrio Universitario la Biblioteca Nicanor Parra de la Universidad Diego Portales. El edificio, emplazado en Vergara 324, se inauguró sin la presencia del antipoeta de 97 años, quien estaba enfermo en su casa de Las Cruces. Como consuelo para los fanáticos del autor de Obra gruesa, que esperaban verlo, al interior del recinto se exhibía un divertido “artefacto” de Parra sobre Diego Portales, que propone cambiarle el nombre a la casa de estudios. El poema visual reza que la universidad debería llamarse “Pedro, Juan y Diego Portales”. El irónico texto, escrito de su puño y letra, interviene un serio busto del personaje.

Emulando la obra de Parra, que mezcla el habla de la calle y lo académico, la biblioteca de 15.000 m2 aglutinará los diferentes soportes donde hoy se archiva el saber: 180 mil textos, colecciones históricas de autores como Andrés Bello y Claudio Gay, cine, fotografía y documentales.

Como la antipoesía, el edificio creado por el arquitecto Mathias Klotz tiene vocación pública y se podrá cruzar caminando de Avenida Ejército a Vergara.

“Es un edificio privado de acceso público, que cuenta con servicios como librería y café y se puede atravesar de una calle a otra usando el interior de la manzana”, explica Klotz sobre la creación de este pequeño bulevar.

Entre las mayores preocupaciones del arquitecto está el impacto positivo que su obra tendrá sobre el sector circundante. “Este espacio público contribuirá a un barrio cuyas veredas están colapsadas y recupera la idea de los pasajes del centro de Santiago, únicos en el mundo”, apunta Klotz.

El edificio tiene 10 pisos, cinco de bibliotecas. Casi completamente transparente, tiene iluminación natural, una galería de exposiciones pública, sala de cine, un auditorio para 300 personas, 200 estacionamientos subterráneos para autos y 50 para bicicletas, un local de la librería Ulises y una cafetería Starbucks.

Como si esto no bastara, posee otras atractivas innovaciones, como maceteros suspendidos desde su fachada y un porcentaje de ventanas que permite una mejor ventilación natural y, por defecto, una menor dependencia del aire acondicionado.

Por estos y otros méritos, el edificio ya ha ganado dos premios internacionales de sustentabilidad: el Green Good Design 2010 y el galardón de la Fundación Holcim de Suiza.

Parra, Portales y Klotz

Su fachada tiene una capa vegetal que evita el frío del invierno y el calor del verano y se riega con el agua reciclada de los lavamanos.

También de primer nivel es un techo verde con vista panorámica de la ciudad. Además del valor estético y el uso de especies autóctonas, esta cubierta vegetal actúa como aislante térmico, que reduce el consumo de calefacción en invierno y de aire acondicionado en los meses más calurosos.

Este techo verde tiene otras virtudes. “En invierno no habrá hojas y el sol entrará. En tanto, en verano estará todo cubierto de hojas”, señala Klotz. Y agrega: “La cubierta vegetal mejora el comportamiento térmico del edificio, toda vez que reduce el efecto invernadero en la medida en que no refleja los rayos UV”.

Este edificio tiene grandes ambiciones. Para empezar, aspira a lograr la certificación sustentable Leed (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible) del Green Building Council de EE.UU.

“La importancia de esta certificación es que bajo parámetros establecidos se certifica que el edificio es energéticamente eficiente, poco contaminante y que los usuarios tienen un estándar de trabajo superior a la media norteamericana”, remata Klotz.

Asimismo, no es un capricho que la biblioteca lleve el nombre de Parra. En la galería de la biblioteca, ubicada en el acceso público, se muestran los Quebrantahuesos, desconcertantes collages con recortes de diarios que el antipoeta pegaba en vitrinas del centro de Santiago, como la del restaurante El Naturista, y que iniciaron el arte conceptual en Chile hace 60 años. Se publicaron en 1952 y esta es la primera vez que se exhiben en conjunto.

A su vez, Parra ha estudiado a fondo la figura de Diego Portales y lo ha descrito como “un personaje dramático, del teatro del mundo. No como un político. Es un anti-Hamlet. Hamlet piensa demasiado, lo que imposibilita la acción. Portales, al contrario, actúa sin pensar y se ríe de los teóricos”.

Como Parra, Portales se mofaba de quienes ejercían el poder. A las personas más conservadoras las calificaba de “huemules”. De sí mismo decía que no era más que un “ministro salteador”.