Automovilistas sorprendidos y molestos marcan el inicio de las obras del Parque Forestal

Los vecinos del barrio, en tanto, destacaron los trabajos, pues su intervención provocó que el municipio cambiara el diseño.

JAIME PINOCHET
(El Mercurio – 30/06/2011)

Sorpresa e incertidumbre fueron las palabras que más repitieron ayer los automovilistas que se encontraron de sopetón con la remodelación del Parque Forestal, en la avenida José Miguel de la Barra, en la comuna de Santiago.

La reacción de los conductores se debe a que las obras incluyen la intervención de la mencionada vía, la cual fue cerrada en dirección hacia el río Mapocho.

“Esto pasa sólo en Chile. Es increíble, tienen todo el verano y los trabajos parten justo en el día que llueve”, comentó Sergio Vicencio, mientras intentaba buscar otra alternativa de tránsito.

En el municipio explican que esa arteria se debe reparar, porque recibe un flujo vehicular que supera los siete mil autos al día en las horas punta.

“No avisaron con anticipación y uno queda bien desorientado. Es lamentable”, sostuvo Constanza Padilla, tras quedar atrapada en el lugar.

Las obras tendrán una duración de seis meses y significan una inversión que bordea los $1.850 millones.

El proyecto original estaba programado para se ejecutado desde febrero pasado, pero los vecinos lo frenaron y cambiaron al no compartir el diseño que levantaba la calle para unir el parque con el museo de Bellas Artes e incorporaba más pavimentación.

Tras varias reuniones entre el municipio y los propietarios, se acordó la construcción de una gran explanada verde, la restauración de la Fuente Alemana y el reemplazo del hormigón por adoquines en José Miguel de la Barra.

“Estamos satisfechos con los cambios y asumimos los costos de los ruidos de las maquinarias, pues la iniciativa es un beneficio para todos los habitantes del sector”, indicó Rosa María Bulnes, vecina del barrio.

Los trabajos también contemplan la integración de una ciclovía de maicillo por el borde del río, con lo que se pretende introducir un circuito de 1,5 kilómetros de extensión, entre el puente Pío Nono y Mac Iver.

“La iniciativa nos permitirá abrir nuevos espacios, privilegiando las áreas verdes, la seguridad y la vida familiar”, dijo el alcalde Pablo Zalaquett.