Hasta $800 mil mensuales pagan empresas por instalar antenas para celulares en casas

En Chile hay 6.254 receptores y más de 2 mil están en la capital. Aunque las compañías buscan instalarlos en construcciones ya hechas, la alta demanda las obliga a recurrir a privados y arrendarles terrenos.

Nadia Cabello
(El Mercurio – 21/06/2011)

Seis meses se demoró Abraham en aceptar la oferta de una empresa de telefonía para instalar en el patio de su casa, ubicada en Las Condes, una antena para celulares.

“Un día llegó a mi casa un gestor inmobiliario, según me dijo, y me explicó que mi terreno tenía las condiciones óptimas para instalar la antena. Hizo mediciones y me mostró un contrato donde yo a lo único que me comprometo es a dejarlos pasar cada vez que quieran”, explica.

Conversó con su familia, se acercó a la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) y se asesoró por amigos médicos. Finalmente concluyó que tener el dispositivo en su casa no revestía mayor peligro, y el ofrecimiento de la compañía, por otro lado, era tentador: por arrendarles el sitio recibe mensualmente cerca de $400 mil.

Según los datos de la Subtel, esa cifra está en el piso de los montos que llegan a pagar algunas empresas. Dependiendo de la ubicación -si es un sitio urbano o rural y más o menos poblado- el arriendo fluctúa entre los $300 mil y $800 mil mensuales.

“Es un buen negocio, sobre todo para mí que soy jubilado”, dice Abraham. De hecho, en la Subtel reconocen que parroquias y cuerpos de bomberos “se pelean” las antenas, porque ven allí un ingreso extra.

En el país hay 6.254 antenas para celulares, de las cuales 2.236 están en la Región Metropolitana. Aunque las empresas de telefonía aseguran que siempre privilegian instalarlas en construcciones ya hechas, como azoteas de edificios o torreones, algunas veces la demanda de señal hace que en sectores residenciales sea necesario emplazar una en los patios de las viviendas.

El cómo determinan las compañías los lugares idóneos para instalar las antenas es bastante simple. “Un equipo técnico hace una evaluación de cuáles son los lugares con menor cobertura, se determina la zona y el área inmobiliaria de la empresa detecta cuáles serían las mejores ubicaciones. Primero se habla con la municipalidad, por si pueden arrendar un lugar, y si no es factible, entonces nuestros gestores hablan con vecinos y se les ofrece arrendar su terreno”, explica Ricardo Gebauer, director legal de Claro.

Los contratos, en general, se hacen por 10 años. La empresa se compromete a hacer las obras civiles y reparar cualquier daño que ocurra en la casa por los trabajos. En Las Condes, Entel incluso debió pintar los muros de una casa porque vecinos que se oponían a la instalación protestaron y rayaron el frontis de ésta.

Como la instalación de antenas no tiene mayor regulación, además de cumplir con una altura y emisión de ondas determinadas, son los vecinos los que más problemas generan para las empresas, pues en la mayoría de los casos consideran que estropean el entorno y bajan la plusvalía.

En las comunas con más antenas de la capital -Santiago (348), Las Condes (257) y Providencia (173)- , sus residentes se han organizado para pedir mayor regulación a estas instalaciones. La semana pasada, el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, se reunió con el presidente del Senado, Guido Girardi, para conocer el proyecto de ley en tramitación que permitirá a los vecinos participar en la decisión de instalar una antena y obligará a las empresas a compensar a los barrios.

18 mil antenas se estima que habrá instaladas en Chile en 2014, el triple de las que existen hoy en el país. Mientras más poblado es un sector, más antenas se necesitan.

348 receptores hay en Santiago, la comuna con más dispositivos en el país. La siguen Las Condes, con 257; Providencia, con 173, y Vitacura, con 162 antenas.

726 dispositivos hay en Valparaíso, la segunda región con más antenas, después de la Metropolitana. En Concepción hay instaladas otras 654 y en Puerto Montt 397.

Teléfonos inteligentes hacen que se necesiten más receptores

No sólo para hablar se usan los teléfonos celulares. De hecho, el principal uso que se les da por estos días a los móviles, según las compañías de telefonía, es su funcionalidad multimedia y navegar por internet. Y es esta proliferación de teléfonos inteligentes la que ha hecho aún más necesaria la instalación de antenas para celulares.

“Con los primeros teléfonos necesitábamos redes transmisoras para menos gente y para una actividad más simple, que es hablar. Ahora, con los celulares de tercera generación, el concepto cambia y necesitamos brindar un servicio multimedia, con plan de datos, muy rápido y cada día a más gente”, explica el gerente de regulación y asuntos corporativos de Entel, Manuel Araya.

Es la alta demanda la que obliga a las compañías a instalar más y más antenas. “Donde hay más población, hay más teléfonos inteligentes y mayor necesidad de cobertura”, dice Araya. Eso explica por qué en los sectores más poblados o donde hay más oficinas, por ejemplo, existen más antenas, como ocurre en Santiago Centro, Las Condes y Providencia.

La Subtel estima que cada 300 metros hay una antena para celular en la Región Metropolitana. Lo bueno de emplazar más de estos dispositivos, a juicio del gerente de Entel, es que las construcciones son más pequeñas y con un menor impacto urbanístico que las que se instalaban hace una década. “Es más fácil ponerlas en torres ya hechas, edificios o hacer que pasen como palmeras”, asegura Araya.