Abrirán modernas salas de exposiciones en Centro Patrimonial Recoleta Domínica

Uno de los nuevos espacios de exhibición estará en un sector en desuso del ex convento.

por Bernardita Alvarez
(La Tercera – 16/05/2011)

Según los vecinos, el antiguo convento ubicado en Av. Recoleta 683 fue hasta hace algunos años uno de los espacios más misteriosos de Santiago. El recinto albergó desde el siglo XVIII a la orden dominica. Eran sacerdotes que en un colonial edificio de adobe y tres grandes patios interiores vivieron bajo una estricta disciplina religiosa y labor intelectual.

Pero en 1998, tras un comodato con la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), este lugar de 11 mil metros cuadrados se abrió a la comunidad convertido en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica.

Desde entonces se han invertido $ 3.000 millones en la restauración del inmueble y la habilitación de los recintos para museos, laboratorios, oficinas y paisajismo. Trabajos que el subdirector nacional de Museos, Alan Trampe, afirma debían haber concluido este año, pero producto de los daños del terremoto se retrasaron para 2013.

Uno de los últimos proyectos que se afinan es la remodelación del frontis de Avda. Recoleta del ex convento, sector que se encuentra en desuso.

Esta semana se cerró la licitación para el diseño arquitectónico del lugar por $ 67.000.000. Ahí se construirá una sala de exposiciones temporales, donde se recibirán muestras nacionales e internacionales.

“Si uno camina por Avenida Recoleta se ve un edificio que por fuera no es atractivo. Nuestro compromiso con la orden era primero preocuparnos del convento, ahora que tenemos recursos y estamos terminando los trabajos en el interior, podemos trabajar en la construcción de este espacio, que será moderno, pero dialogante con la fachada”, explica Trampe.

Debido a una recomendación del Consejo de Monumentos, el frontis no se puede tocar, por lo que hasta ahora sólo se había demolido la parte de atrás del inmueble, dejando sólo la primera crujía de aproximadamente 1.500 metros cuadrados de superficie. Ahí se instalará la sala de exposiciones y también una cafetería, donde se venderán recuerdos y publicaciones culturales, y se trasladarán oficinas que hoy se emplazan en el segundo piso del convento.

Colecciones guardadas

Gracias a ese cambio, posteriormente se podrá concretar el proyecto de ampliación del Museo de Artes Decorativas -el primero en su género en el país- y que hoy se ubica en el primer piso del ala poniente del centro patrimonial.

Allí son exhibidos 545 objetos donados por el coleccionista chileno Hernán Garcés Silva, de distintas épocas y variada materialidad. Hay desde budas de bronce, loza de Lota y porcelana europea, hasta peinetones españoles y candelabros de plata de Chañarcillo.

Otros 500 artículos, en su mayoría mobiliario, se encuentran guardados esperando sumarse a la exhibición en las nuevas salas.

“El adobe, además, es bueno para la climatización de las salas”, cuenta la conservadora Ana Anselmo, quien realiza restauraciones en el lugar. Lamentablemente, hasta la próxima semana el museo estará cerrado debido a desperfectos eléctricos.