Reactores en Brasil, Argentina y México no serían vulnerables a problemas como los japoneses

Las centrales en estos países usan tecnologías diferentes y no corren el riesgo de ser afectadas por terremotos o maremotos.

(El Mercurio – 16/03/2011)

La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo ayer estar muy preocupada por la situación en Japón respecto del potencial desastre nuclear en Fukushima. La Mandataria incluso enfatizó en que analizará su política nuclear. En Brasil están actualmente en operación dos plantas nucleares en el balneario de Angra dos Reis. Las dos centrales, Angra I y Angra II, abastecen alrededor del 3% de la demanda de electricidad del país, y se enmarcan dentro del programa nuclear iniciado durante la dictadura y reactivado por Luiz Inácio Lula da Silva, quien además puso en marcha la construcción de Angra III. Sin embargo, la crisis nuclear en Japón generó dudas sobre ese proyecto y los del resto de Latinoamérica.

Según Leonan dos Santos, de Eletronuclear -agencia responsable por la gestión de las usinas nucleares de Angra -, sería difícil que esos reactores sufran problemas similares a los de Fukushima porque utilizan una tecnología muy diferente. En el caso de Fukushima, falló el sistema que bombea agua para enfriar el reactor, dijo, y ello no sería necesario en las usinas de Angra aun en una emergencia. Mauricio Ehrlich, geotécnico de la Universidad de Río de Janeiro, recordó que “las posibilidades de tener un terremoto significativo son muy pequeñas” en Angra.

En Argentina, las plantas de Embalse y de Atucha I aportan actualmente cerca del 5% de la electricidad generada en el país. Según Rubén Navarro, de la Autoridad Regulatoria Nuclear, las usinas no corren el riesgo de ser afectadas por terremotos o maremotos y además poseen un diseño diferente. “Las usinas argentinas tienen un circuito intermedio de refrigeración, entre el núcleo y el sector externo. Las japonesas no lo tienen”, agregó.

En México, se avivó el debate sobre la conveniencia de ampliar o no el número de centrales nucleares. Según Gustavo Ampugnani, de Greenpeace, se “debe dar marcha atrás a las propuestas para incrementar la participación de la energía nuclear”.

Por su parte, Epifanio Ruiz, experto de la UNAM, la central de Laguna Verde (que tiene dos reactores y es la única que opera en el país) cuenta con los sistemas de seguridad conforme a los acuerdos con la AIEA. “No hay fallas geológicas en las cercanías, por lo que es improbable la ocurrencia de un maremoto. En el caso de los huracanes, se apagan los reactores de manera paulatina”, explicó a la France Presse. Las usinas de Laguna Verde han sido objeto de críticas por estar instaladas en una zona expuesta a la acción de huracanes.

El Presidente de Venezuela anunció anoche que congelará sus planes de construir una central nuclear con ayuda rusa tras crisis en Japón.