Plaza de agua en Lampa: entretención e integración

© Gregorio Barros / Felipe Sanhueza Arquitectos

La semana pasada les contamos de la inauguración de la primera plaza de agua de la Región Metropolitana, en la comuna de Colina. Ese mismo día se inauguró otra iniciativa en la comuna de Lampa, destinada a que los niños de una población periférica y de riesgo puedan entretenerse y refrescarse, sin perjudicar con eso el abastecimiento de los grifos.

Estos dos planes de plazas de agua se gestaron simultáneamente, para ambas comunas. Después del salto te contamos quiénes son los responsables, el proceso de construcción.

Como parte de un proyecto emprendido por la Corporación Misión Urbana, se contactó a un grupo de arquitectos para idear estas plazas. Esta corporación alberga al capítulo local de Architecture for Humanity, asociación sin fines de lucro que gestiona el trabajo de profesionales alrededor del mundo para orientar el crecimiento de las ciudades hacia un futuro sustentable.

La iniciativa y el contacto con los arquitectos se gestó luego de la charla de Cameron Sinclair, promotor de la fundación Architecture for Humanity, en la pasada Bienal de Arquitectura. Los equipos que finalmente trabajaron en el proyecto fueron Víctor Alegría y Enzo Córdova en Colina y Felipe Sanhueza y Gregorio Barros en Lampa. El diseño y el proceso de construcción fueron apoyados por Servicomunal y Servilampa, respectivamente, empresas sanitarias comunales agrupadas por Sembcorp.

© Gregorio Barros / Felipe Sanhueza Arquitectos. Aspecto del lugar antes de la intervención

La villa el Pellín es una población periférica de la comuna de Lampa. Está alejada del centro, contigua a sitios eriazos que frecuentemente se utilizan como basurales, en evidente estado de riesgo social y con un abandono notorio en cuanto a habilitación de espacios públicos, mobiliario urbano y forestación. Además, presenta condiciones ambientales extremas: frecuentemente las más altas temperaturas de la RM se marcan en Lampa.

© Gregorio Barros / Felipe Sanhueza Arquitectos

La plaza que idearon los arquitectos consiste en la instalación de losetas de hormigón prearmado, que forman superficies que se recorren subterráneamente por un sistema de cañerías y aspersores, que nebulizan el agua en columnas verticales. La idea es refrescar el ambiente, pero nebulizando el agua para que no se convierta en un caudal y para que permita la permanencia de los niños sobre la loza.

© Gregorio Barros / Felipe Sanhueza Arquitectos

Se implementaron 28 m2 de losetas más 160 m2 de jardín circundante, colindantes a la sede social y la multicancha de la villa. La participación de los vecinos también formó parte del proceso: además de contratarse a obreros del sector para construir la plaza, se implementó un plan municipal de educación para que los niños no abran los grifos, y se organizó un concurso para ponerle nombre a la plaza. El nombre ganador fue Lebuco, que significa agua que corre en mapudungún.

© Gregorio Barros / Felipe Sanhueza Arquitectos