Corpus Domini: Remodelación de centenaria iglesia supera $ 200 millones

(El Mercurio, 19/07/2010)

por Gustavo Villavicencio

Once monjas habitan monasterio y buscan fórmula para obtener recursos.

Están en el corazón de Santiago. Para vivir, primero rezan y después hacen tortas, pan y galletas, que venden a precios módicos. Son las religiosas de la Orden de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, que pasan por estos días algunas penurias, pues su antiguo templo de calle Santo Domingo 2055 sufrió graves daños con el terremoto del 27 de febrero

El día de la catástrofe, las religiosas no pudieron ingresar a su iglesia sino hasta 7 horas después del sismo. El peligro de derrumbe era inminente y el polvo hacia irrespirable el ambiente. El desplome en determinados sectores fue total.

Las once monjas que habitan el monasterio miraban con asombro cómo más de 100 años de historia se encontraban de un minuto a otro en el suelo.

Casi sin recursos y con varias hermanas que superan los 70 años, las Adoratrices se las han tenido que ingeniar en estos últimos meses para recolectar dinero y así poder soñar con volver a abrir sus puertas. Se necesitan 200 millones para que los trabajos sean perdurables.

La Orden -que cumple 125 años de su llegada a Chile- ha procurado convertir su casa en un lugar de adoración y encuentro con Dios. Y el templo es una de las joyas arquitectónicas más valiosas del sector poniente de Santiago (calle Santo Domingo esquina Brasil). En el sector, ni siquiera el convento de las religiosas, como tampoco las construcciones perimetrales que limitan la manzana, ofrecen rasgos arquitectónicos tan imponentes como la iglesia Corpus Domini. Proyectada en el año 1896, en estilo neogótico impregnado del sello personal del arquitecto Eugenio Joannon, demoró 20 años en estar concluida.

Su fachada, de 39 metros de altura, se compone de un cuerpo horizontal coronado por un pináculo en sus cuatro esquinas y una torre octogonal de dos tambores y flecha. La nave principal es de tabiquería de madera y está revestida de zinc.