La Pincoya celebró movidos 40 años

(La Nación. 02/11/2009)

la pincoyaLa Pincoya tiró la casa por la ventana para celebrar los 40 años de la toma de terrenos que dio origen a esa popular población, que se levanta en los antiguos terrenos del cacique Huechuraba. Talentos locales de la música compartieron escenario con artistas consagrados en una megafiesta que se realizó en la noche del sábado pasado en la Plaza Pablo Neruda.

Junto a la cumbia chilombiana de Chico Trujillo, la fuerza interpretativa de Joe Vasconcellos y el hip hop crítico y radical de Subverso, los pincoyanos también disfrutaron con figuras de la casa como la Pincojazz, el grupo Nacimiento y Bigote Villalobos. Y mientras la gente bailaba y festejaba, iban asomando los recuerdos de la toma (ver recuadro).

Eliana Aguayo (62), Manuel Salinas (62) y Enrique Osses (61) son tres de los “veteranos”. Entre cumbia que va y cumbia que viene, cuentan que “nos citaron a las 4 de la mañana, estaba tan bien organizado, que incluso antes habían hablado con la dueña del terreno, una gringa, para que saliera de la capital, porque ella quería vender. Se fue a la playa para que nos tomáramos tranquilo el terreno”.

Ahora los hijos de estos pobladores y sus nietos suman cerca de 70.000 personas en las poblaciones que se conocen como La Pincoya. Son seis, pero la original, dicen los “veteranos”, es la villa Pablo Neruda, bautizada en honor al Premio Nobel de Literatura 1971. Este homenaje lo pagarían caro los pobladores para el golpe de 1973.

“Los milicos dijeron que esta población era un nido de comunistas. Don Pablo (Neruda) nos regaló miles de libros para nuestra biblioteca y para el golpe los quemaron. Hicieron una fogata y a los detenidos los ponían con la cabeza hacia el fuego para que se les quemara el pelo”, recuerdan los pobladores.

Pero la música está buena y la gente sólo quiere celebrar a esta “señora de las cuatro décadas” que también ha tenido sus momentos buenos. “Acá hay harto deporte, tenemos muchas canchas para nuestros hijos y eso ayuda a mantenerlos alejados de las drogas. Es un buen lugar para vivir”, afirman.

En todo este tiempo, La Pincoya ha mejorado su infraestructura gracias al desarrollo comercial e industrial de la comuna, especialmente con la Ciudad Empresarial. Tiene buenas conexiones viales hacia el centro de Santiago, la carretera Panamericana Norte, la carretera General San Martín, la Ruta 68 y el aeropuerto internacional. Estas ventajas se suman a su característico paisaje de cerros, dominado por el Manquehue. “Hay que echar abajo un par de lomas y quedamos pegaditos a Lo Barnechea”, dicen los pobladores entre risas.

LA TOMA QUE COMPARTIERON CON 120 VACAS

El 26 de octubre de 1969, cerca de 560 familias de pobladores sin casa se tomaron los terrenos entonces baldíos de Guanaco con Dorsal, en la antigua comuna de Conchalí, hoy de Recoleta. El éxito de esta movilización popular hizo que en los días siguientes el número de familias subiera a 2.200, con un total de aproximadamente 10.000 personas que ocuparon un extenso potrero donde pastaban vacas y caballos.

Los organizadores de la toma iniciaron conversaciones con el gobierno del entonces Presidente DC Eduardo Frei Montalva, con el fin de que el Ministerio de la Vivienda les asignara terrenos, porque la toma Guanaco como fue llamada por la prensa sólo sería un campamento en tránsito. La falta de higiene amenazaba con causar estragos entre los menores.

El diario Las Noticias de Última Hora, en su edición del 16 de noviembre de 1969, informaba que “ya comenzaron a estallar las enfermedades, sin que se consiga médicos ni asistencia sanitaria mínima del SNS (…) los terrenos son absolutamente inapropiados para vivir (…) y todavía quedan 120 vacas en un rincón del campamento, desde donde salen malos olores del guano fresco y del orín de los animales”.

En definitiva, el gobierno les asignó terrenos en el sector nororiente de Huechuraba, donde el Ministerio de la Vivienda recién pensaba en urbanizar para la construcción de poblaciones. Precisamente esto último y el anuncio del traslado de la toma Guanaco a este lugar ocasionaron que se sucedieran las tomas de terrenos en Huechuraba. Por lo mismo, lo que hoy se conoce como La Pincoya, es en realidad la suma de varias poblaciones.

El traslado de la toma Guanaco a Huechuraba comenzó en febrero de 1970. El proceso de instalación se efectuó bajo la modalidad de “operación sitio”, es decir, a cada familia se le asignaba un terreno sin las condiciones básicas de urbanización. Esto originó un gran campamento que se conoció como Pablo Neruda, debido a que el vate respaldó las movilizaciones de los pobladores y los visitó en más de una oportunidad.

En el gobierno de Salvador Allende se realizaron las negociaciones para acordar el tipo de vivienda definitiva. Se eligió una casa de un piso que tendría 72 metros cuadrados, divididos en una primera etapa de 36 para el living-comedor, baño y cocina y una segunda etapa para los dormitorios. Sin embargo, sólo se alcanzó a construir la primera, junto con el alcantarillado y el agua potable. La edificación se interrumpió en 1973.

ORIGEN DEL SINGULAR NOMBRE

En su libro “Historia de la comuna de Huechuraba”, Mario Garcés señala que el nombre de la población se debe a la escultura de una pincoya, especie de sirena chilota, que fue diseñada por la artista Marta Colvin y que se levantó frente a la población Santa Victoria. Esta escultura podía girar con el viento y emitía un sonido muy particular. También cuando el agua potable comenzó a salir por las cañerías de las casas recién construidas también se escuchaba “cantar” a la pincoya. Hoy esa obra está perdida.