Qué les parece esta idea: ¿Una Ley de Fortalecimiento de la Sociedad Civil para el futuro presidente de Chile?

Estimados miembros de la Comunidad Platafórmica. A continuación les pedimos que lean una idea que deseamos discutir con ustedes y, si resulta, planteársela a los candidatos presidenciales. Se trata de una Ley de Fortalecimiento de la Sociedad Civil.
Hablar de democracia es hablar de política, y hablar de política es hablar de PODER. El poder democrático se verifica cuando somos capaces de decidir, en la continua relación entre los deseos personales y las necesidades colectivas. Una conquista histórica fue el mecanismo de las elecciones democráticas para decidir quién se hace cargo del poder en el Estado-nación. La política, entendida como la forma de organizarse colectivamente para cambiar el mundo, implica, en términos prácticos, la búsqueda y administración del poder. Esto implica la existencia de partidos políticos y un ciclo luego del cual la sociedad decide a través del voto. Sabemos que lo anterior es un patrimonio que debe cuidarse, ya que ha estado secuestrado o derechamente anulado en varias ocasiones de nuestra historia.

Sin embargo – partiendo de la base común de cuidar estos cimientos de la democracia – hay algo que hoy debiese encabezar nuestra agenda. Actualmente el problema de la política, producto de la crisis económica, parece ser la relación entre Estado y Mercado. Nuestras posibilidades de participar en el proceso de desarrollo se resumen hoy en nuestra forma en que, INDIVIDUALMENTE, nos posicionamos frente a estos dos gigantes. Ya sea por la crisis del Estado-nación, por la creciente globalización económica donde existen poderes no-democráticos mucho “más grandes” que un solo Estado, y porque el trabajo inmaterial (intelectual, afectivo, relacional, lingüístico) hace que toda la sociedad y toda la vida esté permanentemente inserta en las formas de producir riqueza, este paradigma está agotado. Al menos, ya no es el único.

El ideal de la democracia sigue existiendo, pero la política para el Estado es apenas uno de los espacios. Hay otros espacios que “llenar con democracia”; son los que están por encima y por debajo del Estado. Esos espacios los llena la Sociedad Civil. Ésta es una forma de PODER mucho más concreta: ¡organizarse y cambiar el mundo ahora! Tal vez con asuntos mucho más específicos, de una envergadura que podamos abarcar con el trabajo colectivo.

Ser demócrata hoy es cuidar el régimen democrático, como punto de partida básico, y luego llenar nuestro mundo con participación; construir Sociedad Civil. Pero no es una participación que se “exija” a alguna autoridad. Depende en un 90% de nosotros: es trabajo, ahora. Ahí caben la Universidad, los movimientos, los Colegios, ONGs, el voluntariado, cualquier idea loca que sepamos poner en acción colectivamente, e incluso la empresa si no la entendemos para acumular riqueza sino para generar beneficios sociales.

Todo parte de la pregunta ¿qué no me gusta de mí, de mi barrio, de mi ciudad, de mi universidad, de mi país? Luego ¿qué se podría cambiar? ¿De donde parto? A lo mejor de lo más pequeño; pero así va creciendo. Resumiendo, para ser demócrata, el voto es un símbolo, como ir a misa una hora en una semana que tiene 168 horas. La sociedad civil se construye en las 167 restantes.

Desde ahí  podríamos construir algo que hace falta en Chile. He aquí la idea que queremos presentarles.

Resulta que en el tema urbano, en Santiago, se ha configurado un nuevo escenario de participación. Desde Plataforma Urbana hemos visto surgir una serie de comunidades organizadas. Muchas de ellas partieron oponiéndose a proyectos que afectarían su calidad de vida. Sin embargo, muchas dieron un paso adelante. Se trata de organizaciones que han pasado de “oponerse” a ser capaces de “proponer”. Posiblemente el mejor ejemplo sea Ciudad Viva, quienes partiendo como la Coordinadora NO a la Costanera Norte son hoy una entidad que promueve el desarrollo de Bellavista. Han sabido involucrarse con distintos actores para crear intervenciones urbanas de calidad como lo que hoy sucede entre las calles Pío Nono y Constitución.

Así como este caso, hay otros que representan oportunidades y fortalezas para una nueva forma de participar en el proceso de desarrollo. Lamentablemente, la capacidad de poder generar estos referentes  depende fuertemente del capital humano, cultural y social que tienen las comunidades. Y como todos sabemos, eso depende de los niveles de educación, contactos, etc. Cabe hacerse la pregunta ¿Pueden TODOS los santiaguinos hoy organizarse de esa manera? ¿Pueden todos los chilenos, en otros lugares que están menos cerca de las autoridades estatales y empresariales, e incluso otras organizaciones que les sirvan de referente? ¿Como organizarse y “levantar proyectos”, si no se cuenta con la capacidad técnica?

Todo esto nos hizo pensar en la idea de una LEY DE FORTALECIMIENTO DE LA SOCIEDAD CIVIL, o algo así. Es una mera idea… pero… ¿Qué les parece? ¿Subsidio a la Sociedad Civil?

Y lo más importante: abramos la discusión entre la comunidad de Plataforma Urbana. ¿Qué debiera perseguir esta ley? ¿Ideas?

SE ABRE LA PALABRA: