Harán exámenes a personas en contacto con plomo en Arica

(El Mercurio. 08/08/2009)

René Olivares y Mauricio Silva

La constante exposición al plomo y al arsénico de las poblaciones adyacentes a la planta que operó la empresa Promel en Arica -donde se acopió hasta 1998 material tóxico traído desde Suecia en 1984- será estudiada a fondo por expertos medioambientalistas y epidemiólogos del Ministerio de Salud.
Así lo anunció ayer el titular del área, Álvaro Erazo, quien explicó que se examinará a la población para evaluar el estado actual de los niveles de plomo y de arsénico en sangre y orina, respectivamente, de los afectados.
En los estudios intervendrán distintos especialistas, que viajarán el lunes a la zona junto a los ministros de Salud, Vivienda y Medio Ambiente.
Erazo agregó que a partir de ello, “si fuese necesario, se decidirán acciones de seguimiento y tratamiento de casos”. Del resultado de estos estudios podría esclarecerse si es necesario desplazar a la población del lugar.
También anunció un sumario administrativo en el Servicio de Salud de Arica para esclarecer por qué se perdieron los resultados de 4.990 muestras de sangre tomadas a afectados, “sin perjuicio de lo cual se iniciarán acciones legales y penales”, expresó Erazo, quien agregó que así se podrá dilucidar si hubo intencionalidad o negligencia.
Unidad de medida
En tanto, la dirigenta de una de las poblaciones afectadas, Patricia Loayza, se manifestó satisfecha por la presencia de los ministros de Salud, Vivienda y Medio Ambiente el lunes en Arica, pero aseguró que necesitan que sea la propia Presidenta Michelle Bachelet quien se haga cargo del tema. “La Presidenta Bachelet en ese tiempo era ministra de Salud y aseguró que si había un solo niño con plomo nos iba a ayudar”, dijo Loayza.
En las copias de los primeros exámenes de arsénico entregadas a los pobladores en 1998, los factores están expresados en una medida distinta a la usual, en microgramos por decilitro de sangre, cuando el ISP los expresó en litros, lo que en opinión del médico patólogo Andrei Tchernitchin aparentan valores menores. “Yo creo que allí hubo interés en evitar la alarma y desinformar a la población”, dijo.