Permiso de Circulación: ¿Un impuesto sin sentido?

 

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Sorpresa fue leer este Domingo que el Permiso de Circulación lejos de ser un medio para generar recursos con el fin de mantener y financiar las vías públicas, es sólo un impuesto al valor del vehículo y no tiene otro sentido que proveer de recursos frescos de libre disposición a las municipalidades. Estos recursos llegan a los municipios ya sea vía aporte directo o a través del FCM1 , donde pueden servir tanto para mejorar las vías y señalética como para pagar la luz, sueldos o arreglar una plaza.

Lo cierto este que este impuesto merece una revisión, ya que dada las actuales condiciones en que el auto dejó de ser un lujo y pasa a ser una herramienta e incluso una necesidad, podría rediseñarse para dar pie al fomento de tecnologías más limpias, para incentivar la compra de autos más seguros o bien para sacar de circulación automóviles antiguos y reemplazarlos por otros más modernos, de menor cilindrada y menos contaminantes.

Como ya ocurrió con la llegada a Chile de los autos híbridos2 , se podría emular esta experiencia y rediseñar el impuesto con el fin de gravar más a aquellos vehículos que contaminen en mayor medida y disminuir el permiso de aquellos con tecnología más limpia. No se trata de reducir el impuesto a quiénes puedan pagar más -como seguramente muchos argumentarán- ya que aligerando en parte la carga impositiva a vehículos cuyo alto valor inicial desincentiva su compra, pemite que a largo plazo este se amortize con el menor costo del Permiso de Circulación de cada año.

Lejos de ser un costo para el Estado -o bien las municipalidades- los recursos que se dejen de percibir por un menor impuesto a vehículos más limpios son más bien un inversión.

Un auto más eficiente necesita menos combustible para operar, por ende, esto significa menos CO2 y otros elementos nocivos para la salud lo cual podría traducirse en menos contaminación año a año y una reducción en las personas afectadas por esta. Esto a la larga nos permitiría vivir en un ambiente más limpio e implicaría un menor costo para las municipalidades y el Estado en atenciones médicas.

Por otra parte, el valor del auto aumenta muchas veces debido a los mejores elementos de seguridad que incorpora. Tal como lo señala Francisco Frésard (experto en seguridad vial de la Universidad Católica) a El Mercurio, en general los autos más caros son más seguros, por ende permitir el acceso a éstos a un mayor porcentaje de la población implicaría tener menos accidentes o disminuir su severidad, con el consiguiente menor gasto para el Estado.

A todas luces y tal como sucedió con la modificación del límite para “impuesto al lujo” hace ya varios años, que permitió el acceso a automóviles más seguros en la gama media (entre 7 y 10 millones), da para pensar que el próximo paso es incentivar -vía Permiso de Circulación- a autos cada vez menos contaminantes y más eficientes, más aún dada nuestra dependencia externa del petróleo.

  1. Fondo Común Municipal: Del total de recursos que ingresan a una municipalidad vía Permisos de Circulación, sólo un 37,5% se queda en la comuna. El 62,5% restante va a parar al Fondo Común Municipal, desde el cual se redistribuye a la totalidad de las comunas del país en base a sus niveles de pobreza, población y nivel de ingresos de la comuna, entre otros factores. []
  2. Un auto híbrido puede llegar a significar un ahorro de entre 500 mil y 700 mil pesos anuales, por su menos consumo de combustible. A esto se le agrega una reducción del 93.8% del monóxido de carbono, según lo ha certificado el Centro de Homologación del Ministerio de Transportes (3CV). Fuente: Terra []