Más de un tercio de los chilenos vive en el campo
Lejos de desaparecer, la vida en este sector aumenta con fuerza, lo que requiere de una nueva mirada y trato desde el sector público. Sus habitantes ya no viven la miseria y aislamiento de antaño. Pero mientras unos ven con optimismo el futuro, otros creen que nada cambiará para mejor.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregó ayer al Ministerio de Agricultura un estudio que revela la real magnitud del mundo rural en Chile. En total, son seis millones de personas que se inscriben en esta categoría, cifra que supera con creces los dos millones de las estimaciones oficiales.
Pero más allá de las frías cifras, la investigación “Desarrollo humano en Chile rural. Seis millones por nuevos caminos”, tiene por objetivo desnudar la realidad del sector que lejos de desaparecer está creciendo con fuerza.
Las páginas del estudio están colmadas de testimonios que dan cuenta cómo las personas han ido cambiando su cultura, sus costumbres y su forma de ver el mundo. Ya no estamos frente a una población tan “confiada” como la antaño, sino que a una, incluso, más recelosa que la urbana.
Y es que este mundo ha cambiado. Ya no se le identifica necesariamente con la miseria, la pobreza, el analfabetismo, el abuso y la lejanía. Según el PNUD, la pobreza de ingresos se ha reducido de manera notable en la última década. Hoy todos tienen celular, televisión y viven a 30 minutos de sus trabajos, del consultorio, comercio o municipalidad y la mayor parte de sus ingresos son extraprediales y en dinero.
Sin embargo, junto al reconocimiento de los avances, los habitantes encuestados de los territorios rurales plantean también sus dudas respecto del futuro.
Su historia de transformaciones ha hecho que las personas valoren ampliamente el progreso, pero inevitablemente se levanta una crítica sobre la calidad de las oportunidades existentes y una interrogante acerca del futuro.
Conectando al mundo rural
Es por ello que el representante residente del Programa de las Naciones Unidas, Enrique Ganuza, dijo que el PNUD espera que este informe “ayude a crear un diálogo en relación con el lugar que el país quiere darle a lo rural en el futuro. Por ejemplo, frente a la meta: Chile es una potencia agroalimentaria, el país debe preguntarse ¿cuál es el tipo de sociedad que se requiere para lograr esa meta? y ¿cuál es el tipo de sociedad que deseamos construir a partir de ella?”
En el mismo sentido, la ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, destacó que los avances de las políticas públicas de los últimos veinte años se vean reflejados en la opinión de la gente rural, pero aseguró que por delante hay un gran desafío.
“Aún hay pasos que dar para integrar a esos seis millones de chilenos a los beneficios que implica el crecimiento de la actividad silvoagropecuaria”, señaló Hornkohl.
Por ejemplo, con una inversión pública y privada en torno a los 150 millones de dólares, el Gobierno espera cerrar la brecha digital en el mundo rural y revolucionar el desarrollo productivo en el sector turístico y agroalimentario para el año 2010, dotando de servicios de internet y telefonía al 95 por ciento del territorio rural.