Los muros de la conectividad

El tema de la conectividad y las autopistas urbanas vuelve a ser el centro de la atracción estas semanas.¨Por un lado, alcaldes de las comunas del sector oriente manifiestan abiertamente la problematización que se ha generado en diversos puntos de la ciudad con los tacos y la congestión de Costanera Norte, el MOP plantea eliminar la Rotonda Pérez Zujovic para terminar con la congestión. A esto se suma la necesidad de terminar en anillo de autopistas con Américo Vespucio Oriente. Por otro lado, este fin de semana comenzó la XV Bienal de Arquitectura, donde uno de los aspectos a debatir, dentro del marco de los Foros de discusión y la Muestra Universitaria, es el tema del transporte y la creación de nuevas formas de conectividad que acompañan la extensión de las ciudades. Para complementar la discusión que se viene, publicamos un artículo de Gonzalo Fuentes, alumno de la Escuela de Arquitectura de la PUC.

Por Gonzalo Fuentes:
En el último tiempo Santiago ha venido sufriendo cambios en su “genética” de conectividad que nos ha dejado en más de una oportunidad boquiabiertos por las atrocidades que se están construyendo. Nos resulta como una patada al estomago, sin embargo lo único que hemos podido llegar hacer es redactar muy buenas cartas al El Mercurio.

No es novedad que la modernidad en las ciudades llega de la mano con el desarrollo de su infraestructura la cual es el reflejo de las nuevas necesidades de sus habitantes, lamentablemente el criterio de soluciones MACRO han afectado profundamente distintos sectores de Santiago y han dejado una huella indeleble en la unidad de la ciudad.

Esta huella no es del todo negativa ya que se ha creado una nueva red de conectividad en la Capital generando una nueva lectura de los lugares que antiguamente nos resultaba muy difícil de acceder. Es decir nos ha permitido posicionar en un nuevo marco, el de la ACCESIBILIDAD, sectores que antiguamente nos resultaban prácticamente desconocidos o simplemente no eran una preocupación.

Sin duda las nuevas líneas de metro, con sus distintas estaciones han sido el gestor de este nuevo plano de relaciones, lamentablemente la nueva infraestructura nos ha dotado de espacios fragmentados y residuales que muchas veces se convierten en un terreno de nadie. Esta nueva realidad de terrains vagues (terrenos vacíos) puede tener una nueva lectura, ya que sumado a la nueva red de relaciones resulta completamente atractivo y hace aparecer a la infraestructura como un nuevo panorama urbano que deja de ser un detractor y se convierte en el detonante de nuevas posibilidades que antes no habían sido pensadas.

Así lo estudian en el libro MUTACIONES de Rem Koolhaas, en LAGOS, “ciudad de África occidental la cual se a continuado desarrollando pese a una carencia de infraestructuras, sistemas e instalaciones que definen la palabra ciudad”
En esta ciudad EL DEBAJO de carreteras y viaductos a sido ocupado y apropiado de manera espontánea por industrias y comerciantes que han LLENADO DE PROGRAMA Y SERVICIOS SECUNDARIOS ESTOS RECINTOS.

Sin duda pensar en una actividad como la descrita en la foto resulta un tanto abrumadora, pero si se es capaz de entender el concepto y poner un poco de orden y creatividad, los “PELADEROS” podrían ser muy distintos.

El caso, ya un tanto antiguo, de el Carrasco Square en Ámsterdam construido entre el 1997 y 1998 de la oficina WEST 8, nos ejemplifica algunas de las buenas prácticas de reciclaje de espacios residuales. Este convirtió un lugar sombrío en una plaza peatonal que es la antesala al intercambiador de Sloterdijk. El objetivo del diseño apunto a atacar la oscuridad del lugar y devolverlo como un espacio publico de calidad a su entorno y a los peatones.

Bajo este mismo marco de preocupaciones, ahora en Chile, el Colegio de Arquitectos a través de la exposición de Universidades en la XV Bienal de Arquitectura 2006, a hecho un llamado a los talleres de las distintas Universidades a repensar y proyectar estos nuevos espacios residuales generados gracias a la infraestructuras de vialidad y transporte, y como una especie de reciclaje de estos nuevos espacios poder conseguir una mayor integración y sobre todo conseguir una mejor calidad de espacios públicos.

Resulta atractivo pensar que la realidad de las infraestructuras ya no es solo un detractor del espacio público, “a acercan lo lejano, aleja lo cercano”, sino que es una nueva realidad de conexión y que construye un nuevo espacio “EL DEBAJO” que puede ser aprovechado.

Título original del Artículo: “Muro de Vespucio”, Qué pasa con el debajo?
Imagenes
http://www.actar.es/castellano/003a.html
http://www.actar.es/castellano/047a.html

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WEST 8
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Colegio de arquitectos
XV Bienal de arquitectura 2006