Hacia una reconstrucción del espacio público y de la seguridad vial

© Henrique Félix. Licencia CC0 1.0, disponible en Unsplash

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El automóvil y su masificación han transformado las comunicaciones entre las ciudades y sus habitantes. Como contraparte, el alto número de siniestros viales se ha constituido en una verdadera preocupación pública, tanto por los daños sociales y económicos que ocasiona en forma directa, así como también, por el deterioro indirecto que produce del espacio público, ámbito donde acontecen gran parte de las relaciones sociales y de especial significado para la vida democrática. En Argentina, el vínculo entre la seguridad vial y el espacio público, así como la necesidad de su revisión; están reflejados sintomáticamente en las estadísticas oficiales1 . Sobre un total de 546.565 siniestros, registrados durante el período 2009-2014 se observan los siguientes patrones:

Siniestros ocurridos en:

• Áreas urbanas:  92.3%
• Calles y Avenidas: 75.9%
• Dentro de la Calzada: 90.8%

Condiciones generales al momento de los siniestros:

• Buenas Condiciones Climáticas:  79.3%
• Diurnos: 71.6%
• Camino en BuenasCondiciones: 64.2%

Las estadísticas reflejan que la problemática está íntimamente ligada con el desenvolvimiento diario de las ciudades, tanto en su relación con las rutas y accesos, como más significativamente, con los desplazamientos al interior de las mismas. A pesar de este hecho, se carece de una legislación específica que defina las características técnicas y diseño de estas arterias urbanas en pos de una mayor seguridad vial. El presente trabajo fue presentado a las autoridades nacionales como propuesta para elaborar esa primera normativa, que revisando la relación entre el diseño vial y el automóvil, propicie una recuperación del espacio público como cobijo y protección de la vida social, reduciendo al mismo tiempo la siniestralidad y la gravedad de las lesiones.

Hipótesis de trabajo

La investigación desarrollada analizó el fenómeno de circular por una calle de ciudad desde la perspectiva de la Física y de la Teoría de Juegos durante la fase previa al evento. Para este estudio no se consideró ninguna de las legislaciones relativas al tránsito, debido a que además de variar de provincia a provincia, no todos los conductores o peatones las cumplen.

En términos generales, dado que los Vehículos se desplazan por calles y avenidas sin modificar las características del Diseño Vial (Medio físico finito y anisótropo), la hipótesis desarrollada es que éste determina las condiciones iniciales que definen la circulación. En términos puntuales se sostiene que las calzadas son excesivamente anchas en relación al ancho de los Vehículos, tolerando a los conductores un alto margen de error en sus maniobras, propiciando indirectamente conductas riesgosas y facilitando el error humano. En las intersecciones, como consecuencia directa del excesivo ancho de calzada, cada conductor dispone de un alto número de decisiones posibles, generando una errónea percepción de seguridad y una elevada incertidumbre respecto del desenlace.

Para su visualización el trabajo propone cuatro nuevos indicadores, a partir del análisis del ancho de calles de 8 provincias, evaluando tanto calles vacías como con vehículos estacionados. Los dos primeros son de orden físico y mensuran la adaptación del Vehículo al Medio físico y los restantes, son de orden humano, evidenciando la interrelación entre ambos factores.

Indicadores de Orden Físico. Haz click para agrandar

Indicadores de Orden Físico. Haz click para agrandar

Indicadores de orden humano. Haz click lara agrandar

Indicadores de Orden Humano. Haz click para agrandar.

Reflexiones

El Diseño Vial se ha mantenido constante, como un axioma nunca cuestionado, mientras todas las demás variables relativas al tráfico se han ido modificando. Como se observa, el indicador MET es una referencia íntimamente ligada al resto de los indicadores, y su variación resulta en cambios sustantivos, que atañen tanto al factor humano como al Diseño Vial; ratificando el carácter de condicionante que le asignamos en la hipótesis.

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En términos numéricos se observan las siguientes relaciones:

• A menor ancho de calzada, menor MET, menor SPC, menor DPC, menor UDP

Producto de las variaciones de MET 0 a MET 2 se observan los siguientes beneficios:

• Mayor precisión requerida al conducir;
• Mayor probabilidad de predicción de las acciones del otro conductor en las intersecciones;
• Toma de decisiones más simple para los conductores

En términos generales, la reducción del ancho de calzada alienta a pensar en los beneficios que podría acarrear el rediseño de las calles con estos criterios, en especial, para el 70% de las ciudades argentinas, constituido por urbanizaciones iguales o menores a 50.000 habitantes. A su vez, estos indicadores invitan a pensar otras alternativas de Diseño Vial para ciudades de mayor población. Asimismo, es nuestro deber señalar, que para definir el ancho de calzada ideal, se deberían realizar investigaciones empíricas y que el diseño de las arterias en términos arquitectónicos y de seguridad vial, debería ser parte de un abordaje general de la planificación urbana de las ciudades, donde se definan entre otras cuestiones, las jerarquías viales correspondientes.

  1. Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial – http://observatoriovial.seguridadvial.gov.ar/informes-estadisticos.php?sel=1 []