De Le Corbusier y Elemental

santiagoPor: Miguel Laborde.

hacia un Santiago de calidad mundial. Tenía que suceder, que obras de Le Corbusier fueran declaradas Patrimonio de la Humanidad. Nosotros no tenemos en Chile, aunque hubo un movimiento, posterremoto de 1939, para que viniera y transformara la catástrofe en oportunidad. Había que construir mucho y rápido, y de paso insertarse en el mundo moderno.

Hoy estamos en algo parecido. En China, en India, en todo el planeta, se desplazan millones de personas hacia las ciudades, en busca de mejores condiciones de vida.

Le Corbusier perteneció a la oleada anterior, cuando toda mano de obra era bienvenida, años en que Francia abría los brazos a argelinos y tunecinos, Alemania a millones de turcos, Gran Bretaña a sus colonos desde Jamaica a la India, Estados Unidos a los mexicanos. Pero los nietos de esos obreros ya no son objeto de deseo, a menos que tengan buena educación; por eso la piden y de calidad, antes de ser excluidos de un mundo donde las funciones básicas están cada vez más automatizadas.

Más allá de sus casas, los bloques y torres de Le Corbusier respondieron a las urgencias de esa época, aceleradas por los bombardeos de las guerras y la emigración campo-ciudad en todo el mundo occidental. La posibilidad de levantar grandes conjuntos, con rapidez y en serie, en conjuntos donde el asoleamiento, la ventilación y las áreas verdes eran de mejor calidad que en las ciudades antiguas, fue una demanda de su época.

Sus herederos no estuvieron a su altura. Imitaron sus bloques y torres pero sin el entorno verde, sin las distancias, sin el comercio autónomo, sin los espacios propios de recreación que eran relevantes para “hacer barrio”. En ambientes así empobrecidos, degradados, viven miles de jóvenes desempleados, en condiciones de riesgo social.

Uno de los valores de la oficina Elemental liderada por Alejandro Aravena, y de la Bienal de Venecia última con su propuesta, consiste en asumir ese desastre planetario. O las ciudades mejoran, o comenzarán a ser cada vez más ingratas y riesgosas.

Como plantea la oficina Elemental, para el 2030 habrá 5 billones de personas en ciudades, pero de ellas 2 billones bajo el nivel de pobreza. Las respuestas urgen y de ahí que esta oficina haya liberado ahora cuatro proyectos sociales, en Iquique, Constitución, Monterrey (México) y uno aquí en Santiago, en Lo Barnechea, calle Getsemaní 238, los que se pueden descargar de su sitio electrónico.

“El aire de la ciudad hace hombres libres”, se decía en la Edad Media, seduciendo a los vasallos de los señores feudales que, efectivamente, en ellas podrían encontrar un destino propio, no servil. Ese capital, germen de las democracias modernas, está en riesgo si ellas no se transforman.

Link:http://www.elementalchile.cl/projects/abc-of-incremental-housing/