Curitiba crea Tarjeta Respeto para ayudar a ciudadanos con movilidad reducida a cruzar las calles

Alcaldía de Curitiba

© Alcaldía de Curitiba

La ciudad brasileña de Curitiba es conocida por ser un ejemplo a seguir en varias materias. Por un lado, 72% de sus habitantes utiliza transporte público; por otro, 90% de sus habitantes reciclan dos tercios de sus desechos. Ahora, volvió a ser valorada por la tarjeta “Respeto”, una credencial utilizada por las personas con movilidad reducida.

Cuando, a fines de junio se anunció que Santiago era el ganador del Sustainable Transport Award 2017, también se informó que una de las dos menciones honrosas se llevó Curitiba, justamente por la tarjeta “Respeto”. Esta, es leída por semáforos inteligentes que aumentan el tiempo de cruces para los peatones en un 50%.

Desde inicio de 2015 que se viene implementando la tecnología. Hoy, hay 120 conjuntos de semáforos inteligentes instalados en 31 cruces cercanos a las unidades de salud, hospitales y paraderos de buses.

La tarjeta Respeto -que es emitida por la Urbanización de Curitiba, el órgano que gestiona el transporte y el tránsito de la ciudad, y la Secretaría Especial de los Derechos de las Personas con Discapacidad- se pasa por el lector del semáforo (como nosotros hacemos con los torniquetes del metro) e inmediatamente el tiempo de cruce es aumentado. Así, por ejemplo, si generalmente un peatón tiene 30 segundos para cruzar la calle, con la tarjeta Respeto podrá tener 45 segundos.

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Todo esto se empezó a desarrollar después que un estudio realizado entre 2013 y 2014 descubrió que en ese período fueron atropellados 58 adultos mayores por no alcanzar cruzar completamente la calle. Además, se levantó el dato que de las 300 mil personas con discapacidad, solo 13 mil poseían tarjetas de movilización en el transporte público.

Hoy, la tarjeta “Respeto” beneficia a 163,4 mil adultos mayores y 19,7 mil personas con discapacidad física.

Para obtener la tarjeta Respeto, que es gratis, cualquier ciudadano con movilidad reducida se debe acercar a la alcaldía, presentar un documento con foto, comprobante de domicilio y certificado médico que indique la discapacidad física o la reducción de movilidad. El plazo de validez de la tarjeta es establecido de acuerdo con la necesidad de la persona: quien tiene discapacidad física recibe una tarjeta atemporal, mientras que las personas con movilidad reducida temporalmente reciben una tarjeta Respeto que solo es válida por el período establecido en el certificado médico.

Además de esta iniciativa, Curitiba también ganó la mención honrosa por la creación de un programa de datos abiertos con la información de su sistema de transporte y por su programa de bicicletas eléctricas compartidas.