Mecanismos de espacialización del territorio: una aproximación crítica a los estudios urbanos

© Guillermo Tella

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La ciudad se valoriza de manera diferencial mediante mecanismos de espacialización del territorio: por la interacción entre actores sociales que disputan el acceso al suelo, por las acciones emprendidas por los gobiernos locales, por los marcos regulatorios que orientan el crecimiento de sus espacios constitutivos. Desde esa lógica, el concepto de reproducción social refiere al desarrollo cultural y económico de una comunidad en un lugar determinado. Intenta establecer las posibilidades estructurales que los actores tienen para construir su vida en el proceso de construcción de la ciudad. Es el resultado de una lectura del territorio que recupera los mecanismos generados por los distintos grupos sociales (Lombardo, 2012).

La reproducción social en la literatura aparece generalmente asociada a varios autores, entre ellos, al sociólogo argentino Mario Margulis, que incursiona en el campo de las formas de vida familiar y sus procesos culturales que se interrelacionan y retroalimentan. Señala que en un colectivo social están articulados: la reproducción de la vida -que se encuadra en los aspectos cotidianos de los individuos- y la del capital -centrada en la producción y en la captación del plusvalor- (Margulis, 2009).

Otro de los autores que avanza sobre el tema es el sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien examina las relaciones establecidas entre lo económico y lo simbólico en la diferenciación social (Bourdieu, 1989). Su idea de reproducción aparece asociada a la estructura conformada para sostener las diferencias de poder (Bourdieu et.al., 1977). Por su parte, el epistemólogo francés Jean Claude Passeron desarrolla el tema como dinámica histórica en la que intervienen la invariancia y el cambio como constituyentes estructurales (Passeron, 1983).

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Desde otra perspectiva, el economista argentino José Luis Coraggio presenta cómo la disposición de una masa creciente de bienes y el incremento de la productividad del trabajo permiten organizar objetos y sujetos sociales. Aporta que ésta ha sido entendida como consumo de mercancías y como subproducto de la acumulación, y propone un sentido profundo de la construcción social: “poner en el centro la reproducción ampliada de la vida humana no supone negar la necesidad de acumulación sino subordinarla a la reproducción de la vida, estableciendo otro tipo de unidad entre la producción como medio y la reproducción como sentido” (Coraggio, 1999: 12).

 

Reproducción social y espacio urbano

En las articulaciones entre reproducción social y espacio urbano, el geógrafo británico David Harvey centra a la construcción de la ciudad alrededor de la reproducción ampliada del capital y de la distribución espacio-temporal de las relaciones que se constituyen en torno a la propiedad privada del suelo (Harvey, 2007). Por su parte, Manuel Castells elabora conceptos para el análisis urbano, asentados en el materialismo histórico y situados en el espacio como expresión de la estructura social (Castells, 1974). Examina los elementos del sistema económico, político e ideológico así como las prácticas sociales que de ello derivan, y ofrece como resultante un espacio percibido como dicotómico.

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Otro de los importantes autores que alimenta el debate es, sin dudas, el sociólogo Christian Topalov, que instala la relación entre la producción social y la del espacio urbano (Topalov, 1979). Desde su enfoque, la construcción del espacio representa -ante todo- una multitud de procesos privados de apropiación del espacio, determinada fundamentalmente por las propias reglas de valorización. En ese marco, la organización de la ciudad se realiza a partir de los procesos de producción y de reproducción de la fuerza de trabajo y de las contradicciones que de ello surjan.

Por su parte, el filósofo marxista francés Henri Lefebvre ofrece las bases de la construcción de la ciudad a partir de estrategias de clase (Lefebvre, 1969). Así, señala que tras la irrupción del industrialismo, la ciudad es separada en pedazos, destruida por un lado e integrada por otro, tanto por el mercado como por el consumo, la cultura y los valores; convirtiéndose en un dispositivo material para la producción, para controlar la vida cotidiana y el consumo de productos. A partir de allí propone un punto de observación para el análisis de lo urbano, situando su centro en la reproducción de la vida.

Para la geógrafa brasileña Ana Fani Alessandri Carlos, la construcción del espacio es entendida como parte del proceso de reproducción social. La autora relaciona al espacio a un proceso más amplio, que articula las dimensiones social, política y económica, y abre como perspectiva de análisis la construcción de un espacio que circunscriba al individuo como sujeto de producción (Carlos, 2008). De modo que observa tres niveles de articulación: el nivel económico, a partir de las necesidades de reproducción del capital; el nivel político, que involucra, como condición para su realización, un territorio definido por la acción del Estado; y el nivel social, donde se concreta la vida en sociedad como componente indispensable.

El arquitecto y urbanista mexicano Rafael López Rangel observa la ciudad asociada a las relaciones de reproducción entre actores en el contexto de procesos naturales y socioeconómicos (López Rangel, 2009). Aporta que la sustentabilidad juega un rol central en la reproducción social, apuntando contra los estudios positivistas que sostuvieron la construcción de una ciudad con características insustentables. Considera que los procesos de reproducción de la vida y de ordenamiento territorial se concretan alrededor de las inversiones, de las acciones de los propietarios del suelo, de los sectores inmobiliarios y del sostenimiento que el Estado presta a esas relaciones.

 

Construcción de la ciudad y relaciones de poder

Estas visiones representan una buena parte de lo que puede denominarse como una aproximación crítica y alternativa a los abordajes tradicionales de los estudios urbanos ligados a los diferentes procesos de reproducción de las relaciones sociales en la construcción de la ciudad, donde juegan un rol esencial cada uno de los actores, la distribución de los diversos elementos urbanísticos y los dispositivos normativos que regulan la expansión urbana.

En este marco, se considera esencial hacer foco, analizar y problematizar en la articulación existente entre una estructura que condiciona y a la vez permite una reproducción social determinada, y los actores que se desenvuelven dentro de esa estructura pero que también intervienen activamente modificando los escenarios en los cuales se encuentran con objetivos determinados y en gran medida diferentes entre unos y otros grupos sociales.

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Resulta indispensable realizar una lectura sobre la construcción del espacio caracterizando sus procesos constitutivos (políticos, sociales, económicos, culturales, urbanos, ambientales) y las interrelaciones principales que en ese marco se suscitan. Dado que las miradas clásicas no observan contextualmente a la ciudad y no han aportado aún elementos efectivos para solucionar los problemas urbanos cada vez más agudos, este enfoque puede resultar relevante para explicar la estructuración reciente del territorio.

Reconocemos entonces a la ciudad como un dispositivo socio-cultural, con una producción de sentido asociada a la construcción del espacio urbano y a las relaciones sociales y culturales que allí se establecen, determinadas fundamentalmente por dos principios: el beneficio, en el plano material, y la diferenciación, en el plano simbólico (Tella, 2015). De este modo, este dispositivo instala una capa simbólica que es sostenida e interpretada por los diferentes actores sociales. La lectura de esta producción discursiva devela que actuar sobre el territorio implica hacerlo también sobre el plano simbólico, sobre la producción de sentido, modificando de manera sustancial sus condiciones materiales.

En tal proceso se generan relaciones de poder y, a la vez, de mantenimiento de las relaciones que sostienen ese poder. Y aparecen organizadas en sistemas conectados por una secuencia de símbolos que se entrecruzan y se articulan entre sí. De tal modo, el espacio urbano expresa las divisiones físicas y simbólicas, además de la organización urbana y la forma de distribución de los diferentes sectores sociales en el territorio. En consecuencia, el desafío de situar en el centro de la escena a la construcción de la ciudad aspira a poner en evidencia las relaciones establecidas por el mercado en la estructuración del territorio y a los fenómenos que conducen hacia la fragmentación social, la acumulación diferencial y la participación inequitativa de la población en el acceso a la ciudad.

 

Referencias

Bourdieu, Pierre (1989), El espacio social y la génesis de las clases. Universidad de Colima: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas III, pp. 27-55.

Carlos, Ana Fani Alessandri (2008), De la “geografía de la acumulación” a la “geografía de la reproducción”: un diálogo con Harvey. Universidad de Barcelona: Actas del X Coloquio Internacional de Geocrítica.

Castells, Manuel (1974), La cuestión urbana. Buenos Aires: Ediciones Siglo XXI.

Coraggio, José Luis (1999), Política social y economía del trabajo: Alternativas a la política neoliberal para la ciudad. Madrid: Ediciones Miño y Dávila.

Harvey, David (2007), Espacios del Capital: Hacia una Geografía Crítica. Madrid: Ediciones Akal.

Lefebvre, Henri (1969), El derecho a la ciudad. Paris: Anthropos.

Lombardo, Juan (2012), La construcción del espacio urbano en el área metropolitana de Buenos Aires: Sus características. Buenos Aires: Fundación CICCUS.

López Rangel, Rafael (2007), “Las actuales transformaciones de los paradigmas urbanos. Una obligada reflexión epistemológica”. En: Lombardo, Juan; Paradigmas urbanos; Buenos Aires: Ediciones UNGS.

Margulis, Mario (2009), Sociología de la cultura: Conceptos y problemas. Buenos Aires: Editorial Biblios.

Passeron, Jean Claude (1983), La teoría de la reproducción social como una teoría del cambio. Buenos Aires: Estudios Sociológicos I, pp. 417-442.

Tella, Guillermo -Coord.-; Amado, Jorge y Lombardo, Juan (2015), Espacio, poder e identidad: Hacia un estatus urbano de lugar. Buenos Aires: Ediciones UNGS, Colección Cuestiones Metropolitanas.

Topalov, Christian (1979), La urbanización capitalista: Algunos elementos para su análisis. México: Edicol.