Libro de la Universidad de Chile recuerda la importancia de Karl Brunner en la urbanización de Santiago

© Universidad de Chile

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Superficies edificadas, futuras zonas de habitación, futuras zonas industriales, parques y jardines, principales vías de tráfico… Todo eso fue pensado por el urbanista austríaco Karl Brunner en su primera misión en Chile (1929), como un cuerpo de recomendaciones de conjunto para la ciudad y sus suburbios, que expresó en el proyecto “Ciudad de Santiago: Estudio del futuro ensanche“, el que debía servir de modelo para todas las comunas y ciudades chilenas.

Desarrollador del llamado “urbanismo moderno”, Brunner fue profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU) e impulsó el Plan Regulador de Santiago de 1934 y el Barrio Cívico de la ciudad.

Reconociendo el valor del austríaco, este mes la FAU relanzó el libro “Karl Brunner en Chile, urbanismo revisitado“, editado por el académico del Departamento de Urbanismo, Constantino Mawromatis. La publicación reúne una serie de artículos que rescatan el trabajo y las ideas de Brunner. Conversamos con Constantino, y nos dijo que el objetivo del libro “es poner nuevamente a disposición un material que examina la persona y obra de Brunner, aportando nuevos contenidos inéditos, producto de investigaciones realizadas en la FAU“.

Constantino tambien acredita que el libro fue publicado en un momento de cuestionamiento de “los desafíos que surgen de la insostenibilidad del modelo vigente, que hacen oportuna la publicación de esto: pone en evidencia la importancia de una visión integral en el urbanismo, relevando la planificación como mecanismo fundamental en los procesos de desarrollo del país“.

© Universidad de Chile

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Aquí, nuestra entrevista con el académico:

¿Por qué Karl Brunner, según usted, es esencial para comprender la historia urbanística de Santiago?

Él fue el catalizador de un proceso que llevaría al Estado chileno a encauzar el desarrollo de las ciudades desde una planificación urbana moderna. Ello fue especialmente relevante, considerando los impactos de los grandes eventos sísmicos sobre las ciudades, exigiendo nuevas formas de plantearse el diseño, planificación y crecimiento de las ciudades chilenas. Asimismo, durante las labores que cumplió entre los años 1929 y 1933, Brunner dejó más de 300 estudios, incluidos algunos referidos a localidades en provincia, e introdujo paralelamente, los conceptos asociados a una futura condición metropolitana de la ciudad de Santiago.

Junto a su labor profesional en Chile, fue también responsable de la incorporación del primer Seminario en Urbanismo para postitulados en América Latina, instaurado en Chile en 1930, con lo cual se dio inicio a las primeras generaciones de profesionales arquitectos con formación de pós grado en urbanismo del país, sentando las bases para el diseño y la planificación urbana moderna.

¿Alguna razón en especial por la que el libro fue relanzado ahora?

Hoy, la responsabilidad de asumir el reto de construir ciudad desde una planificación urbana sostenible, implica ir más allá de voluntarismos carentes de los mecanismos para canalizar determinadas ideas. Ello supone generar una planificación urbana que considere la integración de las múltiples esferas del urbanismo y a los diversos actores bajo una mirada holística. Brunner tuvo tempranamente esa visión de un urbanismo integral, reconociendo la multidimensionalidad y el dinamismo de la ciudad.

Supo apreciar, la importancia del espacio público y su relación simbiótica con la arquitectura y el paisaje natural; la riqueza que otorgan las secuencias de espacios verdes; los aspectos cualitativos en el diseño urbano en todas sus escalas; la necesidad de establecer jerarquías en el espacio público y en los flujos circulatorios; y la necesidad de otorgar las condiciones para favorecer la ‘paseabilidad’ en vecindades y barrios; todas consideraciones propias del debate disciplinar actual.

También, manifestó prudencia –en tiempos de utopías y dogmas–, para proyectar respetando el contexto y su identidad, buscando los equilibrios y reconociendo en el pragmatismo una virtud. El libro se presenta también, en ocasión de los 30 años que cumple el Magister en Urbanismo, del Departamento de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, cuya fuerza inspiradora se liga al Seminario incorporado por Brunner.

¿Qué elementos de Brunner permanecen insertados en Santiago hasta hoy?

El legado de Brunner se evidencia en varios de sus proyectos sobre Santiago, reconociendo los desafíos de una ciudad capital que debía convertirse en la principal metrópolis del país. Elaboró el Plan Urbano de la entonces Comuna de Santiago, y fue fundamental en la configuración posterior del Barrio Cívico en cuanto a su monumentalidad, a su condición de  proyecto unitario en el tejido urbano histórico y a su pertinencia para acoger las instituciones representativas de la República. Paralelamente a sus planteamientos de orden monumental y a sus trazados de diagonales en una trama esencialmente ortogonal, aborda pequeñas intervenciones urbanas de nivel local, como es el caso de las referidas al norte del río Mapocho, con operaciones de mejora y proyección concernientes a vecindades y barrios, que le dan continuidad a un tejido urbano local, como por ejemplo, los referidos a trazados para espacios públicos en los polígonos de Independencia y Recoleta.

¿Cuál es, finalmente, la importancia de ese urbanista?

Él fue el primer urbanista profesional contratado en Chile como asesor del Gobierno y profesor de la Universidad de Chile en 1929. Tuvo una participación decisiva en la génesis de la planificación urbana moderna en Chile, desde el segundo cuarto del siglo XX. Su aporte ha sido sustantivo en la construcción de nuestras ciudades –como se detalla en el libro–, en momentos en que el rol del Estado adquiere un rol fundamental en todos los ámbitos de desarrollo del país. Trae consigo el sello europeo y en especial, la experiencia vienesa de las grandes operaciones urbanas del siglo XIX y de comienzos del siglo XX. En un contexto de crisis económica, Brunner aportó soluciones prácticas, funcionales y oportunas para una tarea que debía realizarse lentamente, pero sin pausa, y que, en el caso del Plan Urbanístico  de la Comuna de Santiago, debía servir de ejemplo a otras ciudades del país.

Brunner además, fue artífice de la formación de las primeras generaciones de profesionales arquitectos con formación de pos grado en urbanismo del país, delineando el camino para el diseño y la planificación urbana moderna en Chile.

Plan de Brunner para Santiago © Universidad de Chile

Plan de Brunner para Santiago © Universidad de Chile

Si quieres adquirir el libro, éste está disponible en la librería “Caballo de Bronce” de la FAU, en Marcoleta 250.