Instalan el primer basurero “inteligente” de Chile en el centro de Santiago

© Mara Daurich. Cortesía Muncipalidad de Santiago

© Mara Daurich. Cortesía Municipalidad de Santiago

En 2009, un grupo de investigadores de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, trabajó en la creación de un basurero “inteligente”.

La idea era fabricar un contenedor con un sistema solar integrado que permitiera suministrar la energía para que comprimiera los residuos y les avisara a los recolectores cuando estén llenos para retirarlos. Además, buscaban facilitar el acceso al reciclaje y hacerlo más visible al interior del campus.

Teniendo esto en cuenta, pudieron desarrollar el proyecto Big Belly Solar, el que en noviembre de ese año se comenzó a implementar en la universidad mediante la instalación de 43 contenedores que reemplazaron a 60 basureros tradicionales.

Los cambios que generaron estos contenedores inteligentes se concretaron al poco tiempo de su instauración. Esto porque antes de que se usaran los nuevos contenedores, los encargados de aseo del campus debían retirar la basura dos veces por día cada semana (7 días), pero con los de Big Belly este trabajo disminuyó a 1,6 veces por semana, según explica en un video el Director de Sustentabilidad de la casa de estudios, Dennis Carlberg.

Ante los buenos resultados que obtuvieron los investigadores, este tipo de contenedores se comenzó a llevar a otras partes del país, como Times Square en Nueva York, y luego a distintas ciudades del mundo, entre las que se encuentra la capital chilena.

Esto porque la Municipalidad de Santiago, a través de su campaña de aseo “Quiero Mi Ciudad, Sin Tu Suciedad”, acaba de traer el primer contenedor inteligente y lo instaló en el Paseo 21 de mayo, cerca del edificio consistorial.

En este basurero, los transeúntes tienen la opción de depositar latas y botellas plásticas en una unidad especial.

A un costado de ésta, hay otro espacio que está abastecido con un sistema solar que permite comprimir los residuos para que así el contenedor tenga una mayor capacidad y para que los recolectores no deban vaciarlos tan seguido, lo que según datos de la municipalidad permite mejorar la gestión de los desechos hasta en 5 veces en comparación con un basurero tradicional.

Para esto, el basurero inteligente avisa de manera remota al servicio de recolección cuando está lleno y en un panel instalado en su cubierta tiene una luz que indica lo mismo.