Oslo busca prohibir los automóviles en el centro en 2019

Centro de Oslo, Noruega. © Dougtone, vía Flickr.

Centro de Oslo, Noruega. © Dougtone, vía Flickr.

En Oslo, la contaminación atmosférica es una problemática que se está enfrentando de manera más radical desde los años 90 cuando se propuso reducir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020.

Fue en ese momento cuando se comenzaron a implementar normativas que hasta hoy regulan las emisiones de las estufas a leña, industrias y vehículos motorizados, siendo esta última fuente la más contaminante en la ciudad, según datos del Estado de Medio Ambiente de Noruega.

Es por este motivo que a través de un plan que aún se está debatiendo se busca prohibir que los automóviles puedan circular por el centro en 2019, lo que a su vez ayudaría a reducir el tráfico en el resto de la ciudad y a tener una mejor calidad del aire.

Conoce más del plan a continuación.

El sistema de transporte público de la capital noruega está integrado por buses, metro, tranvía y transbordadores. No obstante, más de la mitad de la población, que supera los 600 mil habitantes, tiene automóviles, lo que representa alrededor de 350 mil unidades, según publica el diario británico Independent.

Asimismo, la congestión que se genera en este sector de la ciudad se debe a que si bien solo viven 1.000 personas, cada día llegan hasta 90 mil a trabajar, de los cuales un gran porcentaje lo hace en automóvil. 

Frente a esta situación y el hecho que la contaminación proviene de esta fuente es que el plan para prohibir su circulación en el centro está siendo apoyada por varios sectores, tanto políticos -el Partidos del Trabajo, de la Izquierda Socialista y el Partido Verde que integran el Consejo de Oslo- como ciudadanos, quienes ven en esta propuesta una opción viable para tener una ciudad más limpia.

Para complementar la medida, se planteó construir 60 nuevos kilómetros de ciclovías durante los próximos cuatro años, realizar nuevas inversiones en el sistema de transporte público y subvencionar la compra de bicicletas eléctricas.

Sin embargo, hay quienes no respaldan la idea, principalmente comerciantes, quienes ven en esta opción la posibilidad de ver afectadas las ventas de sus negocios. Eso sí, la experiencia de otras ciudades ha demostrado que cuando se crean más espacios para los peatones, pasa todo lo contrario, tal como ocurrió en Auckland (Nueva Zelanda), en donde las ventas aumentaron hasta en un 400%.

En caso que el Consejo apruebe el plan, se estima que el tráfico motorizado privado no solo dejaría de existir en el centro, sino que se reduciría en toda la ciudad hasta en un 20% en 2019 y en un 30% en 2030. 

Este anuncio se enmarca en varios planes que están impulsando distintas ciudades del mundo y que reflejan un cambio de paradigma para pasar de uno centrado en el automóvil a uno que beneficia la movilidad sustentable con el fin de tener ciudades más descontaminadas, seguras y habitables.

En este sentido, destacan los planes de Helsinki (Finlandia) que busca eliminar el uso de los automóviles en 2025 mediante el mejoramiento del sistema de transporte público y fomentando la intermodalidad, y de Hamburgo, para conectar las áreas verdes y así fomentar los traslados a pie y en bicicleta durante los próximos años.

Referencias: The Guardian, Independent, Fortune y Estado de Medio Ambiente de Noruega.