En diciembre se inicia restauración del teatro de la salitrera María Elena, cerrado desde 2007

teatro metro salitrera santa elenaPor C. Santana y S. Sottorff, El Mercurio.

Terremoto dejó con riesgo de colapso su techo:

Las obras en este Monumento Nacional durarán un año, y la idea es entregarlo operativo como sala de teatro y cine.

“Fue el epicentro de la vida social de María Elena y en sus tres funciones diarias con la peor película, el Teatro Metro tenía la mitad de sus asientos llenos”, cuenta Juan Pasten, un pampino que en 1963, a los siete años, llegó a este pueblo inserto en pleno desierto, a 207 km de Antofagasta y que ostenta el récord de ser la última salitrera aún operativa y poblada del mundo, con 7 mil habitantes.

Construido en la década del veinte, el teatro es parte de un eje cívico que está complementado con la pulpería, el mercado, la Iglesia San Rafael Arcángel y la Ex Escuela Consolidada, la que hace pocos meses fue acondicionada como el Museo del Salitre. Fue levantado con las mismas características de otras salas de su tipo construidas a inicios del siglo XX en Estados Unidos y junto al templo católico fue declarado Monumento Nacional en 1999.

El terremoto de 2007 dejó en riesgo de colapso su techo, por lo que fue clausurado y ahora, a ocho años de su cierre, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP) inició el proceso de licitación para restaurarlo. Los primeros trabajos partirán en diciembre y se extenderán por un año.

La infraestructura tiene dos pisos y en su sala principal cuenta con una capacidad de 700 butacas, considerando 90 sillones, 190 plateas y el resto en galería.

El proyecto de rescate considera invertir $1.374 millones e incorpora habilitar una pequeña sala de exposición de material cinematográfico exhibido en el teatro, además de una tienda de objetos relacionados con el inmueble.

Según el municipio de dicha comuna nortina, en el edificio es necesario cambiar las instalaciones eléctricas, que datan de la década de los cuarenta, reparar redes húmedas y baños, y reforzar muros y el techo, afectados por la humedad y el paso del tiempo en la pampa. La idea es dejarlo operativo como sala de teatro y cine.

Al interior del edificio aún están las primeras máquinas proyectoras de cine, las cuales serán parte de las piezas de colección que se exhibirán en la entrada, y dos pianos que datan de 1948, que también serán restaurados.

La idea es recordar también cómo era la vida en los años de mayor apogeo de este recinto, cuando la entrada costaba dos escudos, unos 2 mil pesos de hoy, y a donde acudían todos los trabajadores, sin distinción de clases sociales, destaca Servando Rojas (65), uno de las pocos habitantes nacidos y criados en la localidad que aún sigue viviendo allí.

“Hasta este teatro llegaban las películas de Sandro o de Charles Chaplin, y en su frontis los jóvenes se juntaban durante la tarde, ahí pasaron sus mejores tiempos”, cuenta Rojas, uno de tantos que quiere que el cine regrese a este pueblo que debe su nombre a Mary Ellen Comdon, esposa de Elías Cappelens, el primer administrador de la planta salitrera, oficina inaugurada en 1926 bajo el nombre original de Coya Norte.

Capacidad
El teatro tiene 700 butacas y era el centro de reunión social de la oficina salitrera. La meta de rescatar el patrimonio y valorizar huellas de una épocaPara el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, este tipo de restauraciones “se convertirán en emblemas de una memoria que trascenderán por décadas por su atractivo cultural y turístico”. Acotó que “el rescate patrimonial en las salitreras es relevante para nuestra identidad, para comprender cómo se vivía y trabajaba en Chile hace un siglo”. “Cuando nosotros rescatamos el patrimonio, se recupera también la historia”, recalcó la jefa de la Dirección de Arquitectura del MOP, Claudia Silva, quien afirma que con esto también impulsan “un gran atractivo turístico”.