Inician obras para cerrar el campamento Juan Pablo II, el más grande de Santiago

campamento Juan Pablo IIPor Manuel Valencia, El Mercurio.

Gobierno aprobó proyecto que permitirá retirar relleno sanitario de nueve metros debajo de las mediaguas:

En el lugar se levantarán edificios con 380 departamentos de 69 m2 y un parque a un costado del río Mapocho.

Con más de 600 familias que habitan un número similar de mediaguas, apiñadas en un extenso terreno de un kilómetro de largo, el campamento Juan Pablo II es el más grande que aún permanece en el Gran Santiago.

Pero su volumen no es su única marca: considerando los otros nombres que tuvo antes, sus 60 años lo hacen el más antiguo. Y por su localización, en la entrada de una de las zonas con mayores ingresos per cápita de Chile, es el que evidencia con mayor fuerza la desigualdad social y urbana de la capital. No solo por la deficiente calidad de las mediaguas de madera, latón y plástico, sino también porque la toma no tiene áreas verdes ni equipamientos ni urbanización formal.

También los habitantes de este precario asentamiento han vivido todo tipo de tragedias: desde mútiples incendios, inundaciones, desbordes del río Mapocho, plagas de termitas, y una constante: el frío cordillerano y la humedad que no se va ni con el verano.

Superar esta situación de vulnerabilidad ha sido el objetivo de estos vecinos desde hace 16 años, el tiempo que han esperado para cambiar sus mediaguas por viviendas sólidas, ubicadas en el mismo sitio donde crecieron y donde más del 90% trabaja.

Según la Municipalidad de Lo Barnechea, esta espera estaría viviendo sus últimos meses, tras cumplirse dos hitos para la construcción del futuro barrio que reemplazará el campamento.

Primero, el traspaso del terreno por parte de Bienes Nacionales y, recientemente, la aprobación del financiamiento de más de $8 mil millones ($2.500 millones aportados por el gobierno regional, $1.500 millones del Ministerio de Vivienda, y el resto entregado por el municipio y entidades privadas) para habilitar el terreno. Esto significa extraer 370 mil metros cúbicos de relleno artificial (nueve metros de alto) en el que hay, incluso, hasta vehículos enterrados.

Por lo complejo del proceso, se llevará a cabo en dos etapas de seis meses cada una en 2016, para comenzar a construir las primeras 140 viviendas a fines del próximo año.

“Se hizo un gran esfuerzo, no solo porque los vecinos permanecieran en Lo Barnechea, sino también por mejorar su calidad de vida. Se les ha otorgado una solución integral de vivienda, que no solo implica la entrega de un inmueble definitivo, sino que también su habitabilidad y entorno”, afirma el alcalde Felipe Guevara.

El futuro barrio se conformará por edificios localizados en el mismo terreno, pero en el sector sur. Tendrán tres pisos y serán, en total, 380 departamentos de 69 m {+2} , con living-comedor, cocina, baños y tres dormitorios. Contarán, también, con patio.

Además de las 380 viviendas, el proyecto contempla una intervención urbana: se construirá un extenso parque de mitigación, con juegos infantiles, para evitar inundaciones por eventuales crecidas del río Mapocho. Esta área verde contempla, además, el tramo de la ciclovía del Proyecto Mapocho 42k, que unirá Pudahuel y Lo Barnechea por el borde del cauce.

Otra salida
70 familias que llegaron a la toma después del proyecto se irán a otras regiones y comunas, según el municipio.

177
campamentos fueron identificados en la Región Metropolitana en el último catastro nacional realizado en 2011. En ese estudio se redujo de 10 a ocho el mínimo de familias consideradas para definir un campamento.

3.000
personas viven en la toma Juan Pablo II, según estima el municipio. Debido a la constante llegada de gente al lugar no hay claridad de la cantidad de familias: los vecinos dicen que son 640, pero el municipio identifica unas 520.

1 km
de largo es la extensión del asentamiento. Las mediaguas están fundadas en un relleno sanitario de 370 mil m3, repartidos en nueve metros de alto. Para construir el barrio se trabajará durante un año en la remoción del vertedero. Luego se iniciarán las obras de los edificios hacia fines de 2016.