Manual de Diseño de Calles de Nueva York: propuestas de diseño para aumentar la seguridad

Calles de Nueva York © Scott Beale / Laughing Squid, vía Flickr.

Calles de Nueva York © Scott Beale / Laughing Squid, vía Flickr.

El aumento de la superficie peatonal de Times Square en 2009 -que será aún más grande en 2016- fue parte de una serie de cambios que buscan hacer de las calles y espacios públicos de Nueva York lugares más acogedores y seguros.

Estas intervenciones, que se materializaron en nuevas propuestas de diseño e ingeniería sobre aceras, ciclovías y plazas, fueron documentadas en un Manual de Diseño de Calles, elaborado por el Departamento de Transportes (DOT) junto a otros organismos, con dos objetivos: primero, aumentar la seguridad en las calles, y segundo, consolidarlas como activos económicos y sociales.

A continuación te contamos sobre las propuestas.

Aceras

© WanderingtheWorld (www.ChrisFord.com), vía Flickr.

© WanderingtheWorld (www.ChrisFord.com), vía Flickr.

De acuerdo al Departamento de Transportes de Nueva York, una acera corresponde al espacio que hay entre el borde de una calzada y la línea de edificación (por ejemplo, una fachada) que está destinada exclusivamente a los peatones. Dependiendo de la densidad de las zonas en donde se ubiquen se clasifican en Aceras Completas y Cintas que otorgan seguridad a los peatones según los elementos que separen el lugar de tránsito vehicular del peatonal.

Así, se habla de una Acera Completas cuando se trata de las veredas ubicadas en una zona altamente urbanizada que está acondicionada para el tráfico peatonal y que incluye una “zona de mobiliario urbano”. Ésta última corresponde a los basureros, grifos, kioskos, postes de luz, teléfonos públicos, etc.

En tanto, las Cintas son aquellas veredas que se pueden encontrar en áreas menos urbanizadas y que están separadas de la calzada por senderos de maicillo o jardines.

Ciclovías

© Chris Brunn, vía Flickr.

Ciclobanda en Nueva York © Chris Brunn, vía Flickr.

Con el objetivo de mejorar  la movilidad en bicicleta, el manual fija los lineamientos generales sobre cómo deben ser las ciclovías y ciclobandas para conformar un red eficiente.

En este sentido, plantea que se deben construir pistas para bicicletas que permitan calmar el tráfico, un aspecto que se logra eliminando una pista para vehículos y dando origen a ciclobandas. Para esto, sostiene que las vías deben estar segregadas, ya sea por obstáculos en la calzada o maceteros, debido a que si esta barrera no existe, es más fácil que un auto entre a ella.

Cuando no es posible construir ciclobandas por la falta de espacio y se opta por las ciclovías, el manual sostiene que deben ir acompañadas por signos pintados en el suelo para que todos los usuarios de la calzada respeten que es un lugar exclusivo para ciclistas. También propone que los tramos de la ciclovía en que queda justo al lado de las aceras, se deben pintar de otro color -en el caso de Nueva York, verde- para evitar atropellos.

Espacios Compartidos

Espacio compartido en Nueva York. © NACTO, vía flickr.

Espacio compartido en Nueva York. © NACTO, vía Flickr.

Los Espacios Compartidos son aquellos lugares de la ciudad que están diseñados pensando en que los modos sustentables de movilidad, es decir, los peatones y ciclistas, son la prioridad. Por este motivo, la mayoría de las superficies son anchas y planas para facilitar los desplazamientos,  y están bien conectadas con la red peatonal de la ciudad.

Además, como en estos lugares deben convivir peatones, ciclistas y automovilistas en calles que no tienen una diferencia notoria entre las aceras y las calzadas, tienen bajos límites de velocidad en comparación con otros sectores de la misma ciudad.

Las consideraciones de diseño que se detallan en el manual neoyorkino consideran que estos espacios deben tener accesos que cuenten con la señalización adecuada para las personas con visión reducida, a través de superficies en relieve.

También se menciona que la velocidad para los autos es de 24 km/h o menor, lo que se incentiva con resaltos o irregularidades en el pavimento que disminuyen la velocidad, entre otras. Además, se hace énfasis en que se instale un sistema de drenaje para las aguas lluvias, plantas y mobiliario urbano atractivo que invite a permanecer en el lugar.

Pistas para buses

Diversos estudios han confirmado que cuando los buses se desplazan por diferentes pistas que los automóviles, pueden aumentar su velocidad y lograr que los viajes sean más eficientes hasta en un 20 por ciento. En el caso particular de Nueva York, se han establecido dos tipos de pistas para buses dependiendo si su separación con los autos es a través de marcas de pintura o barreras físicas.

Cuando la división corresponde a las marcas de pintura en el pavimento, barreras suaves y señaléticas de complemento, los automovilistas se pueden ver enfrentados a una barrera psicológica que no garantiza que van a respetar las pistas.

© Julien Lagarde, vía Flickr.

© Julien Lagarde, vía Flickr.

Sin embargo, como una manera de fomentar que sí se respeten, el manual propone aumentar el número de vías en aquellas avenidas y calles que por sus dimensiones sea posible. Además, se propone pintar el pavimento de un color llamativo -rojo, en el caso de Nueva York- y establecer si en las intersecciones los automóviles pueden entrar o no a las pistas de buses para girar a la derecha.

En cambio, cuando las pistas para autos tienen alguna barrera física, ya sea a lo largo de toda una pista o en ciertos tramos, la circulación de los buses es más expedita y el riesgo de que ingrese un auto es prácticamente nulo. Eso sí, las consideraciones que se debe tener al construir estos corredores es que tengan accesos para los vehículos de emergencia y que se puedan limpiar fácilmente en los períodos de mal clima.

Pista segregada para buses. Fuente: Manual de Diseño de Calles de Nueva York.

Pista segregada para buses. Fuente: Manual de Diseño de Calles de Nueva York.

Plazas

Willoughby Plaza en Brooklyn ,Nueva York. © NYCDOT, vía Flickr.

Willoughby Plaza en Brooklyn ,Nueva York. © NYCDOT, vía Flickr.

Uno de los programas del Departamento de Transportes (DOT) de la ciudad es sobre la construcción o habilitación de plazas, tanto permanentes como temporales.

Sobre las plazas permanentes, el manual considera que se deben construir en aquellos sectores que tengan buenas conexiones de transporte, sitios históricos, múltiples usos de suelo y cierta densidad de población. Asimismo, su construcción se debe gestar entre las autoridades correspondientes -en el caso de Nueva York, del Departamentos de Transportes- y las organizaciones locales. De esta manera, se garantiza que el diseño propuesto va a reflejar el carácter de un barrio y que, una vez construido, las organizaciones podrán jugar un rol activo en su administración.

También se mencionan los elementos que idealmente debe tener, como árboles y plantas, biciestacionamientos, iluminación, obras de arte (permanentes y temporales) y fuentes de agua.

Respecto a las plazas temporales, el manual enfatiza en que si bien tienen un menor costo y son fáciles de implementar, el aprendizaje de la experiencia puede ser de largo plazo. Eso porque en ciertos casos estas plazas se pueden convertir en una opción permanente.

El diseño de estas plazas se debe adecuar en un principio al tránsito del sector en donde se va a implementar con el fin de garantizar que va a ser un espacio seguro. Tras esto, se pueden instalar diversas barreras de mobiliario, como jardineras, que permitan “cerrar” el espacio y así segregarlo de las calzadas. Posteriormente, el manual considera que como la prueba es realizada por el DOT, son ellos quienes deben facilitar el mobiliario.

El Manual de Diseño de Calles de Nueva York se puede descargar desde este link.