Autoridades se culpan mutuamente por no dar aviso de aluviones a la población afectada

aluvion chanaralPor El Mercurio.

Onemi envió alerta sobre crecidas en cursos de agua y quebradas secas en Antofagasta, Atacama y Coquimbo:

Tres intendentes y siete alcaldes consultados por “El Mercurio” admiten haber recibido el aviso, pero afirman que no indicaba el riesgo de aludes. Subsecretario Aleuy cuestiona a ediles por planificación urbana.

¿Era posible alertar hace una semana a los 900 mil habitantes de las provincias de Antofagasta, Chañaral, Copiapó, Huasco y Elqui que estaban a 24 horas de ser golpeados por 17 aluviones?

Mientras miles de militares, funcionarios públicos, trabajadores, vecinos y voluntarios intentan despejar las toneladas de barro que sepultaron ciudades y pueblos con un saldo aún incierto de muertos y desaparecidos (ver recuadro), la polémica sobre la cadena de información que pudo ayudar a mitigar el impacto de la catástrofe enfrenta al Ministerio del Interior y a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), por un lado, y a intendentes y a alcaldes, por otro.

Basada en reportes que la Dirección Meteorológica de Chile emitió entre el sábado 21 y el domingo 22 de marzo, la Onemi envió ese último día un correo electrónico a 171 autoridades de la zona con el informe “Proyección meteorológica Región de Atacama”. El documento advertía sobre la caída de precipitaciones y la necesidad de estar atentos por “acumulación de agua en sectores bajos” y “posibles aumentos de caudal de los cursos de agua con potencial desborde”.

“Además, se deberá mantener monitoreo de los cursos de agua y quebradas secas que se pudieran activar o generar arrastre de sedimento”, dice el mensaje.

Los destinatarios admiten haberlo recibido, pero aseguran que no alertaba sobre aluviones.

“En la alerta no venía una advertencia como esa”, dice el intendente de Antofagasta, Valentín Volta (DC). “Existen protocolos de acción en caso de aluviones, pero el informe de Onemi nunca señaló la inminencia de ellos”, precisa su par de Atacama, Miguel Vargas (PS). “Esta alerta no advierte de aluviones, porque la proyección meteorológica señalaba unos 20 mm (de lluvia) como máximo para la zona, cuya intensidad es considerada débil”, añade Hanne Utreras (PPD), de Coquimbo.

Los alcaldes también lo niegan. “De aluviones, nada. Dijeron lluvia, y eso lo escuchamos en la tele”, afirma Osvaldo Delgado (PRO), de Tierra Amarilla.

“Nada que dijera siquiera de un posible aluvión”, plantea Héctor Volta (PR), del arrasado Chañaral. “No teníamos información de que podía suceder un aluvión. Se proyectaban máximo 26 mm, y fueron 36 mm. Las piscinas no resistieron”, agrega desde Taltal Sergio Orellana (PR), aludiendo a las obras de contención que no evitaron el anegamiento de esa localidad.

“Eso no lo incluía”, precisa Cristián Tapia (MAS), de Vallenar. “Informaron solamente de lluvias, nunca de aluvión”, sostiene Carmen Bou (independiente pro-Alianza) en Alto del Carmen. “Pensamos que iba a caer solo nieve”, dice Maglio Cicardini (independiente) en Copiapó. En Antofagasta, Karen Rojo (independiente) es enfática: “Jamás, nunca se pensó que podían registrarse aludes”.

En este contexto, llama la atención el rol del director de la Onemi de Atacama, Mauricio Maturana. El lunes 23, en medios locales, llamó a la población a limpiar canaletas y caídas de agua y tomar las lluvias en forma positiva en el contexto de la sequía.

En La Moneda, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, arremetió contra los alcaldes, a quienes responsabiliza por no impedir que sus planos reguladores permitan construir casas en zonas aluvionales.

UDI: Gobierno debilitó a la Onemi
El diputado Felipe Ward afirmó que La Moneda restó $2.500 millones al presupuesto 2015 de la Onemi, alterando los aumentos que el gobierno de la Alianza dispuso para 2013 ($3.800 millones) y 2014 ($4.100 millones). Según Ward, el Ejecutivo disminuyó las capacidades operacionales de la Onemi, y “deberá responder”. Hospital de Copiapó desmiente supuesto acopio de 156 cuerposHasta ayer, la emergencia en el norte arrojaba 18 muertos, 49 desaparecidos y 27.413 personas damnificadas. La incertidumbre sobre la real magnitud de la catástrofe, sin embargo, ha alimentado rumores y mensajes en redes sociales, que apuntan a un número mayor y a un supuesto ocultamiento.

Una de esas versiones, por ejemplo, asegura que en el Hospital de Copiapó hay 156 cuerpos. “Eso es falso. Además, nosotros no podríamos acopiar cadáveres, porque eso es del Servicio Médico Legal”, respondió el director del establecimiento, doctor Patricio Hidalgo.

Los desaparecidos también causan controversia. Ayer, el jefe nacional de operaciones USAR (rescate) de Bomberos, Raúl Bustos, dijo a La Segunda que había 89 solo en Chañaral. Más tarde, la Junta Nacional de Bomberos precisó que esa cifra no debe ser considerada como oficial, pues debe ser corroborada por las autoridades.

Y mientras el Ministerio de Salud anunció que autorizará la inhumación transitoria de cadáveres hallados en Chañaral, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, pidió “responsabilidad” sobre este tema.